LITERATURA MODERNA 07 –
RENACIMIENTO ESPAÑOL
La prosa en el s-XVI - Miguel de Cervantes - Don Quijote – guadahumi3
11 de marzo 2019
PROSA EN EL S-XVI – EL QUIJOTE
La primera parte se publica en el año 1605, donde se resume
el espíritu renacentista del autor, en esta parte es mucho más optimista, más
positiva, más idealista.
La segunda parte se publica 10 años después, sin embargo,
el desengaño del Barroco, y el desaliento del s-XVII que se caracteriza por la
decadencia, el desencanto y el desengaño está ya presente en esta segunda parte
de la obra. La segunda parte del Quijote es mucho menos fantástica, menos
idealista, el Quijote ya no ve gigantes donde hay molinos de viento, ya ve que
el caballo volador no lo es, sino que es una escoba, sin embargo se ha
producido una simbiosis entre don Quijote y Sancho y ahora es Sancho el que ve
que han llegado a una ínsula, y el va a
ser el gobernador, produciéndose esa adecuación entre los personajes y es tal
la simbiosis que don Quijote se va contagiando del realismo de Sancho y don
Quijote se contagia del realismo de Sancho.
La crítica ha visto en estos dos personajes que Cervantes
lo que pretende es a través de ellos plasmar la dualidad del alma humana y del
ser humano que necesita ser idealista, utópico quijotesco, pensando que un
mundo mejor siempre es posible, que hay gigantes capaces de derribar cualquier
muralla por muy grande que sea y esa es la utopía la lucha por un mundo mejor
más justo, libre y solidario eso sería
el espíritu del Cervantes dela primera parte, que es joven y cree que otro
mundo es posible.
A medida que Cervantes va viviendo un largo cautiverio y va
a tener conflictos con la justicia en alguna ocasión, y se va dando cuenta de
que la realidad a veces se impone, y por muy idealistas que seamos, los molinos
siguen siendo molinos, y no podemos derrotarlos ni tratarlos como fueran
gigantes, ya que la cruda realidad se
impone, y que cuando damos libertad como
a los galeotes del Arcipreste en Ginés de Pasamonte, y se da libertad a cualquier
desalmado es capaz de cometer cualquier tropelía en nuestro mundo.
Ginés de Pasamonte, condenado a galeras y que gracias a la ayuda de don Quijote consigue la libertad de
la galeras, lo primero que hace al estar
libre es robar a Sancho y quitarle lo poco que tiene, entonces don Quijote se
da cuenta y se marchará a Sierra Morena para hacer penitencia.
Sin embargo el concepto que tenía Cervantes de la justicia
era bastante crítico, pues le habían tenido retenido en varias ocasiones con
razón, pues durante algún tiempo de dedicó a cobrar tributos, pero el banquero
que estaba detrás se arruinó y al final el que cargó con la culpa fue
Cervantes, en otra ocasión se vio involucrado en un asesinato que hubo en la
calle en que vivía en Valladolid.
En la calle donde vivía Cervantes aparece muerto un antiguo
amante de una hermana suya con el que no
se llevaba bien, entonces tiene que acreditar no ha tenido nada que ver en ese
episodio duro y tenso, pero en realidad sur elación con la justicia fue siempre
bastante difícil y en el Quijote aparece muchas veces el concepto de justicia y
además se plantea una justicia que sea justa, porque no siempre la justicia es
ciega, sino que a veces se puede dejar sobornar.
Cervantes ataca mucho y muy duramente a ese concepto de
justicia porque a él le fue mal con ella.
Es un libro muy crítico, no solamente crítico con la
justicia, sino también con la Iglesia, el poder, etc. de tal manera que lo que
hará Cervantes es poner sobre todo en sus dedicatorias al principio de la obra
en la primera parte al duque de Bejar y la segunda parte al conde de Lemos para
pedir su protección, porque sí se la dan estos nobles es más difícil que le
metan en la cárcel al tener un protector importante que vele por él, pues la
obra no va a ser importante dice Cervantes porque la escriba él, sino porque el
duque o el conde le apoyan, y sí Cervantes es inmortal es porque escribe el
Quijote y el Quijote es inmortal porque está escrito por Cervantes, siendo uno
de los grandes escritores y grandes patrimonios que tenemos.
Hay críticos que dicen que Cervantes trajo ya de Argel un
esbozo del Quijote.
El dice que la primera parte se acaba porque se le han
acabo un cartapacios que había encontrado en árabe del con el manuscrito de Cidi Hamete Benengeli y así
justifica que acaba la primera parte porque se ha acabado esa historia. En esa
primera parte dice que es una historia verdadera, y que un traductor cristiano
los va traduciendo y él los va dando forma como narrador.
Esa es la técnica del manuscrito encontrado que se
utilizará en la literatura posterior como una técnica narrativa por muchos
autores, como Unamuno o Gala, por ej., es un hecho de ficción y así empiezan
las obras como si fuera una historia verdades, con la finalidad de dar
similitud a la historia, y al usar un manuscrito de un historiador árabe lo que
quiere decir es que es real y no ficción.
Por otro lado como hay
muchos momentos en los que él entra en conflicto con el poder, la
justicia o la Iglesia, pues la idea no es suya sino que está cogida del
historiador arábigo, siendo una técnica narrativa, pero que Cervantes la sabe
usar muy bien.
Cervantes da fin a la primera parte, y dice que en tanto
busco y miro a ver si la historia continua doy fin a la primera parte, con el
propósito de en breve sacar la segunda parte, seguramente ya tuviera el esbozo
de la segunda parte.
Entre tanto en 1614 aparece el Quijote de Avellaneda, el
falso Quijote y a Cervantes no le gusta nada y se enfada mucho que el prólogo
de la segunda parte dice que no va hablar mal del falso quijote, pero se
explaya diciendo lo que no quiere decir, y lo que no debo decir, pero que dice,
y en la segunda parte a Cervantes le sienta muy mal que haya aparecido el falso
quijote que es un obra de calidad, pero al ser la calidad el quijote auténtico
tan buena que al lado del auténtico Quijote el de Avellaneda se queda atrás
siendo una gran obra.
Cervantes en la segunda parte hace que don Quijote muera en
su cama, aunque será un caballero andante y no era lógico que muriese en su
casa al ser un caballero a la imitación de las novelas de caballería, y lo
normal era que hubiera muerto en una de esas hazañas memorables por las que
luchaba, sin embargo, muere en su cama que era una forma muy sencilla para un
caballero andante.
Cervantes dice, don Quijote muere y así nadie volverá a
resucitar las historias de don Quijote para que no salga unas segundas o
terceras aventuras de don Quijote.
La primera parte tuvo un éxito extraordinario y se
publicaron enseguida las principales lenguas de la cultura y en 10 años
publican la segunda parte y es mucho más denso, menos optimista es el s-XVII
Cervantes ya está casi a punto de morir, frente a un Quijote que ha participado
en Lepando y que ha visto como la cristiandad ja derrotado al turco y que la
hegemonía el imperio es imparable, se observa a un Cervantes que ve que Felipe
II tuvo que proclamar tres bancarrotas y el s-XVII es un siglo de decadencia en
que se pierde Portugal se subleva Cataluña, se pierden los Países Bajos y es
esa decadencia y todo ese sentimiento decadente y pesimista está reflejado en
la segunda parte del Quijote y el armazón de la novela se cree que lo tenía
esbozado, y cuentan que saco de Argel en un rollo el armazón de la novela.
Después de volver de Argel se fue a Sevilla a cobrear
impuestos, pero en lugar de hacer su trabajo que era hacer asientos y llevar la
administración al día, se dedicaba a escribir y cuando tenía que rendir cuentas
de su trabajo no lo tenía hecho, y tuvo problemas, y pasó muchos apuros
económicos, pues era su punto flaco estaba siempre sin dinero, porque aunque se
publicaban sus obras era muy difícil vivir de escribir.
Lope de Vega su vivía el teatro, pero porque las obras se
cambiaban cada tres o cuatro días, pero la novela eran pocos los lectores, pues la
gente sabía leer, y era difícil vivir de la literatura.
No se sabe el lugar exacto donde nació ni la fecha exacta
del año 1542 , se le ubica en Alcalá de Henares, pero no se sabe con exactitud
la fecha de su nacimiento, se le relaciona con la fecha de su bautismo el día 9
de octubre, en la Iglesia Santa María la Mayor, y cuya festividad se celebra en
la ciudad de Alcalá de Henares.
Fue el cuarto de siete hermanos, su padre era
cirujano-médico, don Rodrigo de Cervantes y su madre doña Leonor Saavedra y
Cortinas, la familia pasó por problemas económicos al ser siete hermanos, no
era fácil, la familia trato de mejorar buscando el amparo de la corte, primero
en Valladolid, Córdoba. Sevilla, para finalmente instalarse en Madrid, buscando
que con esos cambios mejorara su situación, a pesar, de esas penurias
económicas estudio en los Jesuitas de Valladolid, pasando por las universidades
de Alcalá y de Sevilla, fue y una persona con una formación intelectual
importante y sobre todo fue un gran lector, ya desde muy joven, y es
interesante saber que sus hermanas también sabían leer en esa época, aunque era
una familia acomodada pero sin recursos.
En el año 1556 la familia se instaló en Sevilla que era una
de las ciudades más importantes de las ciudades europeas de la época, después
de París, Nápoles, era la tercera ciudad en importancia por ser el puerto
camino hacia las indias y por donde
llegaba el oro que traían de allá.
En el año 1566 la familia regresa a Madrid y en 1569
Cervantes se va con 22 años, a Italia como soldado bajo la protección de Diego
de Urbina (de Guadalajara-España), participado en las campañas de Italia.
Durante su permanencia en Italia estuvo en contacto con el
Renacimiento Italiano y con toda la cultura del momento, y con 24 años aprox.
pasará a las órdenes de Juan de Austria hermanastro de Felipe II hijo natural
de Carlos I, pero un gran estratega según crónicas Juan de Austria era un fuera
de serie, porque la planificación llevada en ese momento fue decisiva.
En un momento en el que Carlos V es como un digno heredero
del emperador, y Cervantes participa en
la Batalla de Lepanto el 7 octubre de 1571 en la que se derrota a los turcos y
es de donde parte el origen de su
cautiverio en Argel.
En Italia entró en contacto con el cardenal Acquaviva,
amigo de Juan de Austria y cuando
termina la batalla de Lepanto en 1575 Juan de Austria le da unas cartas para
promocionar a Cervantes, pero cuando la Goleta Sol en la que regresaba
Cervantes, al encontrar que llevaba unas cartas de Juan de Austria pensaron que
era un preso importante y lo llevaron a Argel junto a otros muchos a los que
les concedieron la libertad mucho antes, pero a él era un preso importante,
decidieron pedir mucho más rescate y cuando estuvieron a punto de rescatarlo
pagando el dinero que solicitaban, aumentan el valor del rescate en varias
ocasiones.
Eso le permite tener a Cervantes una época buena, pues la
dureza del cautiverio, le hizo crear unas obras importantes como: el Trato de
Argel, Los Baños de Argel, La historia del cautivo, que es una parte del Quijote
ya que durante su estancia en Argel, el perfilaría mucho de los aspectos de su
presidio.
Fue llevado a Argel porque en esa época era un enclave muy
importante y clave, donde había tráfico de personas no solo de mercancías, tuvo
cuatro intentos de fuga todos fallidos, y 5 años de los que pasó en Argel, después con los 475 ducados que su madre
había conseguido ahorrar Doña Leonor y con la ayuda de los padres Trinitarios
que estaban en ese momento dedicados al rescate de los cautivos consiguieron la
libertad.
A los 37 años, cuatro años después de su regreso del
cautiverio de Argel en el año 1580, se casó con Catalina de Salazar y Palacios,
una mujer toledana, de dieciocho años, no funcionando ese matrimonio
posiblemente por la diferencia de edad tan grande, ya que Cervantes tenía ya mucho vivido, en
una primero como soldado en Argel, Cervantes tenía una mente muy creativa, y su
esposa tan joven por muy inteligente que
fuera no tenía vivencias de la vida, esta chica aportó una pequeña dote
que durante un tiempo le dio tranquilidad económica, pero la relación con
Catalina de Salazar no fue muy afortunada y se separaron en 1608, peor mucho
antes de esta fecha los viajes de Cervantes a Madrid eran constantes, aunque no
se le conociese una mujer y una vida como la que tenía Lope, pero la relación
con su esposa no fue bien
Esta época le inspira una novela pastoril, siendo una de
sus primeras obras en 1585 cuando
escribió la Galatea, que fue bien acogida por la crítica lo que le llevó
a escribir comedias, aunque ya en ese momento, era consciente de la fama de
Lope de Vega y de que a él a Lope de Vega sus obras le daban para vivir y era
un nombre bastante aventurero y todo el mundo le perdonaba todo, y sin embargo,
la vida de Cervantes era una vida bastante más sencilla, y se dio cuenta que
era difícil competir dramáticamente con Lope de Vega.
Entre 1585 y 1600, después de casarse vive en Toledo cuatro
año, pero después vivó en Esquivias
haciendo constantes viajes a Madrid, haciendo diversos trabajos como Comisario
de Abastos, paso algunos tiempo en
Andalucía como Recaudador de Impuestos para la Armada Invencible, teniendo
penurias económicas que le acompañarían durante toda su vida, pasó cinco meses
en la cárcel y una vez absuelto.
Parece ser que entre el tiempo que estuvo en Argel los
cinco años de la cárcel más los cinco meses, ya la esencia del Quijote
estaría bastante trabajada.
En el año 1608 se separó de su mujer, quedándose
definitivamente en Madrid, un año después ingresa en la Cofradía de los Santísimos
Sacramentos, buscando la protección de esta cofradía podía darle, y también a
esta cofradía se acogen Lope de Vega Y Quevedo.
En el año 1609 se agudiza la crisis económica en el estado
por la expulsión de los moriscos que era la mano de obra barata.
En esta época se ve envuelto en problemas con su familia
por la pequeña herencia que tenía, y una hermana suya excluye a su hija Isabel
que era natural a favor de su hija Constanza y esas son las causas de las
tensiones familiares.
En el año 1605 ya había publicado la primera parte del
Quijote que supuso un éxito tremendo, siguió escribiendo y en el año 1613 salen
las Novelas Ejemplares.
En el año 1614 aparece su obra poética Viaje al Parnaso.
En el año 1615 aparece la SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.
En 1616 muere Cervantes.
En el año 1617 como obra póstuma aparecen los Trabajos de
Persiles y Sigismunda, que dedica también al conde de Lemos.
En el año 1614 aparece el Falso Quijote de Avellaneda, lo
que le sume en una terrible crispación.
En 1612 Cervantes sabía que con el Quijote creaba una nueva
forma Literaria, y tuvo la oportunidad de decir el asegunda parte del Quiote,
como profético, ya hizo la crítica de la primera a través de personajes del Quijote y cuando
le preguntan su opinión sobre la obra, se recrea gozosamente diciendo las
hazañas memorables del Quijote, las lenguas a las que se ha traducido y que ha
llegado hasta el emperador de la China y quiere que vaya a hablar de la obra.
Es interesante que ya Cervantes en la segunda parte de su
obra ya se alabara así mismo, sobre la primera parte, se supone que sus
contemporáneos no lo verían de la misma forma, esta obra fue traducida
rápidamente al francés y al inglés.
Se dice que murió en 22 o el 23 de abril de 1616 haciendo
coincidir Shakespeare y Cervantes, fijando esta fecha como el día del libro y
de las letras, para el cuarto centenario de ambos, y en el año 2015 se hicieron
muchas actividades para honrar su memoria.
DIFERENCIAS ENTRE DON QUIJOTE Y SANCHO PANZA
Las dificultades que tuvo económicas fueron constantes a lo
largo de toda su vida, por no hacer el trabajo que le mandaban y dedicarse a
escribir, al igual que problemas con la justicia que tuvo que acreditar que no
tuvo nada que ver con la muerte que hubo al lado de su casa, y eso le llevó a
pensar que difícil era que la justicia actuara libremente y que obre recta y
justamente, y esas ideas sobre la justicia están muy presentes en el Quijote.
TRANSCENDENCIA DE LA OBRA.
En su momento ya se tradujo a las principales lenguas de
moda, pero hasta el s-XIX con el romanticismo y sobre todo los alemanes son lo
que ven al Quijote como un personaje modelo a imitar.
En el romanticismo que era un movimiento que vuelve hacia
el individuo frente al peso que había tenido en el s-XVIII lo social, la
colectividad.
Los hombres del s-XIX cansados del peso de la razón apelan
al individuo, al yo más personal, por encima de las normas sociales, racionales
y entonces vuelven sus ojos hacia la antigüedad clásica y hacia la Edad Media
buscando personas que se muevan por ideales nobles, y entre esos personajes
aparece don Quijote.
BIOGRAFÍA
La bibliografía sobre Cervantes y sobe el Quijote es
ingente, es decir que es inabarcable, es imposible abordar constantemente salen artículos
nuevos, crítica nueva a veces sobre aspectos muy concretos de la obra o sobre
la obra en general.
El Quijote es el libro más universalmente conocido y
publicado después de la Biblia y ha sido traducido a todas las lenguas del
mundo y en el cuarto centenario 2015 se hicieron muchos eventos para honrar la
figura de Cervantes.
Una historia cuenta que llegan a una venta y como no tienen
dinero se quedan con los arrieros y uno de los arrieros por la noche después de
la cena había quedado con la asturiana Maritornes, que dice Cervantes que era
prodigio de fealdad, y cualquiera que se le acercase que no fuere arriero, le
echaba para detrás, por el olor ajos y cebollas que tenía, ya que era una
criada de la venta, y la muchacha cuando la venta ya está tranquila y en
silencio va a encontrase con el arriero, pero resulta que el arriero está más
dentro y don Quijote estaba delante y cuando don Quijote la ve entrar empieza a
decirle lindezas, describiendo la joven.
“De lo que le sucedió al ingenioso hidalgo en la venta que
él imaginaba ser castillo.
El ventero que vió a Don Quijote atravesado en el asno,
preguntó a Sancho qué mal traía. Sancho le respondió que no era nada, sino que
había dado una caída de una peña abajo, y que tenía algo brumadas las
costillas. Tenía el ventero por mujer a una, no de la condición que suelen
tener las de semejante trato, porque naturalmente era caritativa y se dolía de
las calamidades de sus prójimos, y así acudió luego a curar a Don Quijote, e
hizo que una hija suya doncella, muchacha y de muy buen parecer, la ayudase a
curar a su huésped. Servía a la venta asimismo una moza asturiana, ancha de
cara, llana de cogote, de nariz roma, del un ojo tuerta, y del otro no muy
sana: verdad es que la gallardía del cuerpo suplía las demás faltas; no tenía
siete palmos de los pies a la cabeza, y las espaldas, que algún tanto le
cargaban, la hacían mirar al suelo más de lo que ella quisiera. Esta gentil
moza, pues, ayudó a la doncella, y las dos hicieron una muy mala cama a Don
Quijote en un caramanchón, que otros tiempos daba manifiestos indicios que
había servido de pajar muchos años, en el cual también alojaba un arriero que
tenía su cama hecha un poco más allá de la de nuestro Don Quijote, y aunque era
de las enjalmas y mantas de sus machos, hacía mucha ventaja a la de Don
Quijote, que sólo contenía cuatro mal lisas tablas sobre dos no muy iguales
bancos, y un colchón que en lo sutil parecía colcha, lleno de bodoques, que a
no mostrar que eran de lana por algunas roturas, al tiento en la dureza
semejaban de guijarro, y dos sábanas hechas de cuero de adarga, y una frazada
cuyos hilos, si se quisieran contar, no se perdiera uno solo en la cuenta. En
esta maldita cama se acostó Don Quijote; luego la ventera y su hija le
emplastaron de arriba a abajo, alumbrándoles Maritornes, que así se llamaba la
asturiana, y como al bizmalle viese la ventera tan acardenalado a partes a Don
Quijote, dijo que aquellos más parecían golpes que caída.
No fueron golpes, dijo Sancho, sino que la peña tenía
muchos picos y tropezones, y que que cada uno había hecho su cardenal. Y
también le dijo: Haga vuestra merced, señora, de manera que queden algunas
estopas, que no faltará quien las haya menester, que también me duelen a mí un
poco los lomos. ¿De esa manera, respondió la ventera, también debísteis vos de
caer? No caí, dijo Sancho Panza, sino que de el sobresalto que tomé de ver caer
a mi amo, de tal manera me duele a mí el cuerpo, que me parece que me han dado
mil palos. Bien podría ser eso, dijo la doncella, que a mí me ha acontecido
muchas veces soñar que caía de una torre abajo y que nunca acababa de llegar al
suelo y cuando despertaba del sueño hallarme tan molida y quebrantada como si
verdaderamente hubiera caído. Ahí está el toque, señora, respondió Sancho
Panza, que yo sin soñar nada, sino estando más despierto que ahora estoy, me
hallo con pocos menos cardenales que mi señor Don Quijote.
¿Cómo se llama este caballero? preguntó la asturiana
Maritornes. Don Quijote de la Mancha, respondió Sancho Panza, y es caballero
aventurero y de los mejores y más fuertes que de luengos tiempos acá se han
visto en el mundo. ¿Qué es caballero aventurero? replicó la moza. ¿Tan nueva
sois en el mundo que no lo sabeis vos? respondió Sancho Panza: Pues sabed,
hermana mía, que caballero aventurero es una cosa que en dos palabras se ve
apaleado y emperador; hoy está la más desdichada criatura del mundo y la más
menesterosa, y mañana tendrá dos o tres coronas de reinos que dar a su
escudero. Pues ¿cómo vos, siendo de este tan buen señor, dijo la ventera, no tenéis
a lo que parece siquiera algun condado? Aún es temprano, respondió Sancho,
porque no ha sino un mes que andamos buscando las aventuras, y hasta ahora no
hemos topado con ninguna que lo sea, y tal vez hay que se busca una cosa y se
halla otra; verdad es que si mi señor Don Quijote sana de esta herida o caída,
y yo quedo contrecho della, no trocaría mis esperanzas con el mejor título de
España.
Todas estas pláticas estaba escuchando muy atento Don
Quijote, y sentándose en el lecho como pudo, tomando de la mano a la ventera,
le dijo: Creedme, fermosa señora, que os podeis llamar venturosa por haber
alojado en este vuestro castillo a mi persona, que es tal, que si no la alabo
es por lo que suele decirse, que la alabanza propia envilece, pero mi escudero
os dirá quien soy; sólo os digo que tendré eternamente escrito en mi memoria el
servicio que me habedes fecho para agradecéroslo mientras la vida me durase; y
pluguiera a los altos cielos que el amor no me tuviera tan rendido y tan sujeto
a sus leyes, y los ojos de aquella hermosa ingrata que digo entre mis dientes,
que los de esta fermosa doncella fueran señores de mi libertad.
Confusas estaban la ventera y su hija, y la buena de
Maritornes, oyendo las razones del andante caballero, que así las entendían
como si hablara en griego; aunque bien alcanzaron que todas se encaminaban a
ofrecimientos y requiebros: y como no usadas a semejante lenguaje, mirábanle y
admirábanse, y parecíales otro hombre de los que se usaban; y agradeciéndoles
con venteriles razones sus ofrecimientos, le dejaron, y la asturiana Maritornes
curó a Sancho, que no menos lo había menester que su amo. Había el arriero
concertado con ella que aquella noche se refocilarían juntos, y ella le había
dado su palabra de que en estando sosegados los huéspedes, y durmiendo sus
amos, le iría a buscar y satisfacerle el gusto en cuanto le mandase. Y cuéntase
de esta buena moza, que jamás dió semejantes palabras que no las cumpliese,
aunque las diese en un monte y sin testigo alguno, porque presumía muy de
hidalga, y no tenía por afrenta estar en aquel ejercicio de servir en la venta;
porque decía ella que desgracias y malos sucesos la habían traído a aquel
estado. El duro, estrecho, apocado y fementido lecho de Don Quijote estaba
primero en mitad de aquel estrellado establo; y luego junto a él hizo el suyo
Sancho, que sólo contenía una estera de enea y una manta, que antes mostraba
ser de angeo tundido que de lana; sucedía a estos dos lechos el del arriero,
fabricado, como se ha dicho de las enjalmas y de todo el adorno de los dos
mejores mulos que traía, aunque eran doce, lucios, muy gordos y famosos, porque
era uno de los ricos arrieros de Arévalo, según lo dice el autor de esta
historia, que de este arriero hace particular mención, porque le conocía muy
bien, y aún quieren decir que era algo pariente suyo.
Fuera de que Cide Hamete Benengeli fue historiador muy
curioso y puntual en todas cosas, y échase bien de ver, pues las que quedan
referidas con ser tan mínimas y tan raras, no las quiso pasar en silencio, de
donde podrán tomar ejemplo los historiadores graves que nos cuentan las
acciones tan corta y sucintamente, que apenas nos llegan a los labios,
dejándose en el tintero, ya por descuído, por malicia o ignorancia, lo más
sustancial de la obra. Bien haya mil veces el autor de "Tablante", de
"Ricamonte", y aquel del otro libro donde se cuentan los hechos del
"Conde Tomillas", ¡y con qué puntualidad lo describen todo! Digo,
pues, que después de haber visitado el arriero a su recua y dádole el segundo
pienso, se tendió en sus enjalmas y se dió a esperar a su puntualísima
Maritornes. Ya estaba Sancho bizmado y acostado, y aunque procuraba dormir no
lo consentía el dolor de sus costillas; y Don Quijote con el dolor de las suyas
tenía los ojos abiertos como liebre.
Toda la venta estaba en silencio, y en toda ella no había
otra luz que la daba una lámpara, que colgada en medio del portal ardía. Esta
maravillosa quietud, y los pensamientos que siempre nuestro caballero traía de
los sucesos que a cada paso se cuentan en los libros, autores de su desgracia,
le trujo a la imaginación una de las extrañas locuras que buenamente imaginarse
pueden; y fue que el se imaginó haber llegado a un famoso castillo (que, como
se ha dicho, castillos eran a su parecer todas las ventas donde alojaba), y que
la hija del ventero lo era del señor del castillo, la cual, vencida de su
gentileza, se había enamorado de él y prometido que aquella noche a furto de
sus padres vendría a yacer con él una buena pieza; y teniendo toda esta
quimera, que él se había fabricado, por firme y valedera, se comenzó a acuitar
y a pensar en el peligroso trance en que su honestidad se había de ver, y
propuso en su corazón de no cometer alevosía a su señora Dulcinea del Toboso,
aunque la misma reina Ginebra con su dama Quintañona se le pusiesen delante.
Pensando, pues, en estos disparates, se llegó el tiempo y
la hora (que para él fue menguada) de la venida de la asturiana, la cual, en
camisa y descalza, cogidos los cabellos en una albanega de fustan, con tácitos
y atentados pasos, entró en el aposento donde los tres alojaban en busca del
arriero; pero apenas llegó a la puerta cuando Don Quijote la sintió, y
sentándose en la cama a pesar de sus bizmas, y con dolor de sus costillas,
tendió los brazos para recibir a su fermosa doncella la asturiana, que toda
recogida y callando iba con las manos adelante buscando a su querido. Topó con
los brazos de Don Quijote, el cual la asió fuertemente de una muñeca, y
tirándola hacia sí, sin que ella osase hablar palabra, la hizo sentar sobre la
cama, tentóle la camisa y ella era de arpillera, a él le pareció ser de
finísimo y delgado cendal. Traía en
las muñecas unas cuentas de vidrio; pero a él le dieron vislumbres de preciosas
piedras orientales; los cabellos que en
alguna manera tiraban a crines, él los marcó por hebras de lucidísimo oro de
Arabia, cuyo resplandor al del mismo sol oscurecía; y el aliento que, sin
duda alguna olía a ensalada fiambre y trasnochada, a él pareció que arrojaba de
su boca un olor suave y aromático; y finalmente, él la pintó en su imaginación
de la misma traza y modo que lo había leído en sus libros de la otra princesa
que vino a ver al mal ferido caballero vencido de sus amores, con todos los
adornos que aquí van puestos; y era tanta la ceguedad del pobre hidalgo, que el
tacto, ni el aliento, ni otras cosas que traía en sí la buena doncella, no le
desengañaban, las cuales pudieran hacer vomitar a otro que no fuera arriero;
antes le parecía que tenía en sus brazos a la diosa de la hermosura; y
teniéndola bien asida, con voz amorosa y baja le comenzó a decir: Quisiera
hallarme en términos, fermosa y alta señora, de poder pagar tamaña merced como
la que con la vista de vuestra gran fermosura me habedes fecho; pero ha querido
la fortuna, que no se cansa de perseguir a los buenos, ponerme en este lecho,
donde yago tan molido y quebrantado, que aunque de mi voluntad quisiera satisfacer
a la vuestra, fuera imposible; y más que se añade a esta imposibilidad otra
mayor, que es la prometida fe que tengo dada a la sin par Dulcinea del Toboso,
única señora de mis más escondidos pensamientos; que si ésto no hubiera de por
medio, no fuera yo tan sándio caballero que dejara pasar en blanco la venturosa
ocasión en que vuestra gran bondad me ha puesto.
Maritornes estaba congojadísima y trasudando de verse tan
asida de Don Quijote, y sin entender, ni estar atenta a las razones que le
decía, procuraba sin hablar palabra desasirse. El bueno del arriero, a quien
tenían despiertos sus malos deseos, desde el punto que entró su coima por la
puerta, la sintió, estuvo atentamente escuchando todo lo que Don Quijote decía,
y celoso de que la asturiana le hubiese faltado a la palabra por otro, se fué
llegando más al lecho de Don Quijote, y estúvose quedo hasta ver en que paraban
aquellas razones que él no podía entender; pero como vió que la moza forcejeaba
por desasirse, y Don Quijote trabajaba por tenerla, pareciéndole mal la burla,
enarboló el brazo en alto, y descargó tan terrible puñada sobre las estrechas
quijadas del enamorado caballero, que le bañó toda la boca en sangre, y no
contento con esto se le subió encima de las costillas, y con los piés más que
de trote se las paseó todas de cabo a cabo. El lecho, que era un poco endeble y
de no firmes fundamentos, no pudiendo sufrir la añadidura del arriero, dió
consigo en el suelo, a cuyo gran ruido despertó el ventero, y luego imaginó que
debían de ser pendencias de Maritornes, porque habiéndola llamado a voces no
respondía. Con esta sospecha se levantó, y encendiendo un candil, se fué hacia
donde había sentido la pelea. La moza, viendo que su amo venía, y que era de
condición terrible, toda medrosica y alborotada se acogió a la cama de Sancho
Panza, que aún dormía, y allí se acurrucó y se hizo un ovillo. El ventero entró
diciendo: ¿Adónde estas puta? A buen seguro que son tus cosas éstas. En esto
despertó Sancho, y sintiéndo aquel bulto casi encima de sí, pensó que tenía la
pesadilla, y comenzó a dar puñadas a una y otra parte, y entre otras alcanzó
con no sé cuántas a Maritornes, la cual, sentida del dolor, echando a rodar la
honestidad, dio el retorno a Sancho con tantas, que a su despecho le quitó el sueño;
el cual, viéndose tratar de aquella manera y sin saber de quién, alzándose como
pudo, se abrazó con Maritornes, y comenzaron entre los dos la más reñida y
graciosa escaramuza del mundo.
Viendo, pues, el arriero a la lumbre del candil del ventero
cual andaba su dama, dejando a Don Quijote, acudió a dalle el socorro
necesario. Lo mismo hizo el ventero; pero con intención diferente, porque fue a
castigar a la moza, creyendo sin duda que ella sola era la ocasión de toda
aquella armonía. Y así como suele decirse, el gato al rato, el rato a la
cuerda, la cuerda al palo, daba el arriero a Sancho, Sancho a la moza, la moza
a él, el ventero a la moza y todos menudeaban con tanta priesa, que no daban
punto de reposo; y fue lo bueno que al ventero se le apagó el candil, y como
quedaron a oscuras, dábanse tan sin compasión todos a bulto, que a do quiera
que ponían la mano no dejaban cosa sana.
Alojaba acaso aquella noche en la venta un cuadrillero de
los que llaman de la Santa Hermandad vieja de Toledo, el cual, oyendo asimismo
el extraño estruendo de la pelea, asió de su media vara y de la caja de lata de
sus títulos, y entró a oscuras en el aposento diciendo: Téngase a la justicia,
téngase a la Santa Hermandad. Y el primero con quién topó fué con el apuñeado de
Don Quijote, que estaba en su derribado lecho, tendido boca arriba, sin sentido
alguno; y echándole, a tiento, mano a las barbas, no cesaba de decir: Favor a
la justicia... Pero viendo que el que tenía asido no se bullía ni se meneaba,
se dio a entender que estaba muerto, y que los que allí dentro estaban eran sus
matadores, y con esta sospecha reforzó la voz, diciendo: Ciérrese la puerta de
la venta, miren que no se vaya nadie, que han muerto aquí a un hombre.
Esta voz sobresaltó a todos, y cada cual dejó la pendencia
en el grado que le tomó la voz. Retiróse el ventero a su aposento, el arriero a
sus enjalmas, la moza a su rancho; sólo los desventurados Don Quijote y Sancho
no se pudieron mover de donde estaban. Soltó en esto el cuadrillero la barba de
Don Quijote, y salió a buscar luz para buscar y prender los delincuentes; mas
no la halló, porque el ventero de industria había muerto la lámpara cuando se
retiró a su estancia, y fuele preciso acudir a la chimenea, donde con mucho
trabajo y tiempo encendió el cuadrillero otro candil.”
Cervantes lo describe con mucho realismo para don Quijote
es una joven bellísima y sin embargo, el narrador dice que era horrorosa, y
además la rechazaban por el hedor que desprendía.
Hay un pasaje donde un personaje que es un militar
importante que se va a las indias y que se llama Gil de Diezma y está enamorado
de Clara y ella no admite que él se mache y para acompañarle se disfraza de
soldado y se embarca con él, pero antes de llegar a Sevilla hay un encuentro
entre los dos, uno es soldado real y el otro es ella de soldado, y en se
encuentro hay unas lindezas amorosas extraordinarias.
En la obra del Quijote están casi todo el género humano,
todas las clases sociales, baja alta, nobles, etc. y los valores que defiende
son valores universales.
El comienzo del Quijote es un romance y por eso comienza en
un lugar de la Mancha…no es concreto y
vale cualquier pueblo de cualquier lugar, y además no se queda solo en la
Mancha, llega a Zaragoza, a Barcelona, y de lo particular llega a lo general.
Los personajes son de distintas hablas, distintos intereses.
Y un ejemplo es cuando dice: iba hablando en mala lengua
castellana y peor vizcaína. Mucho de los refranes de uso común están en el
Quijote.
En los seis primeros capítulos el Quite sale solo y el cura
y el barbero lo rescatan, pero como consideran que ha enloquecido leyendo los
libros de caballería y otras cosas, queman todos los libros de la biblioteca
del Quijote, y ese era un hecho muy generalizado en ese momento que era la
quema de libros por el tema de la inquisición. Y en ese momento hace la primera
crítica literaria dentro de su libros, pero no queman todos y solo se salvan
las obras de Cervantes, como loa Galatea, los Palmerines. Quien hace esa
selección de los libros que hay que salvar no es un catedrático de literatura
de la Universidad de Salamanca ni un experto, si no que es el cura y el
barbero, con lo que hay una crítica durísima al poder que la Iglesia pudo tener
en determinados momentos.
Después de pasado un tiempo parece que don Quijote se ha
curado de su locura, pero descubre que ha fracasado porque no llevaba un
escudero, y todos los caballeros andantes llevan uno, y encuentra a su escudero
Sancho siendo la segunda salida.
En esa segunda salida Sancho ve la realidad y le dice en
algún pasaje que no son ejércitos que son rebaños y arremete con los ellos y
los pastores le atacan y cuando ve que son ovejas dice que los encantadores ya
le han engañado, pues si lucha contra ejército la victoria tiene sentido, pero
si lucha contra rebaños ya no tiene mérito, pero en el episodio de los rebaños
lo que hace es criticar las batallas de las gestas de la épica greco-romana de
esas gestas pasadas.
Otro episodio famoso es el de los molinos de viento y
Sancho le dice que son molinos El Quijote dice que no que son gigantes, y lo
que ocurre es que si Cervantes pone a luchar contra gigantes se le podría
vencer con estrategia, inteligencia, pero el hombre frente a la fuerza de la
maquina no puede vencer, entonces don Quijote en los gigantes.
En la primera parte del Quijote hay más aventura que en la
segunda.
El número de conferencias y eventos fueron muy numerosos a
raíz el cuarto centenario, y el premio más importante de las letras hispanas
que se instauró en la democracia española en el año 1976, es el premio
Cervantes, es te es un premio muy importante y de gran prestigio, lo suelen dar
un año a un escritor español y al otro año que haya alguno hispano-americano,
se entrega el día 23 de abril en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de
Henares (Madrid), estando presentes los reyes, autoridades con un discurso importante, pues el premio se falla
antes, para que el premiado tenga tiempo de preparar su discurso, siendo
auténticas lecciones magistrales.
En 8 de mayo de 1.991 se creó el instituto Cervantes con
sedes en la mayor parte de las ciudades importantes del mundo.
Gregorio Salvador un gran gramático de la Lengua española
importante en alguna intervención dijo que si Italia tuviera la lengua que
tenemos nosotros viviría de la lengua, ya que el número de hablantes es una de
las principales lenguas, y se está imponiendo como una gran lengua, y el Instituto
se encarga de internacionalizar nuestra cultura y nuestra lengua.