miércoles, 10 de abril de 2019

LITERATURA MODERNA 09 – BARROCO ESPAÑOL - INTRODUCCIÓN S-XVII, guadahumi3

LITERATURA MODERNA 09 –  BARROCO ESPAÑOL -  INTRODUCCIÓN  S-XVII, guadahumi3


25 de marzo 2019


Este periodo se conoce también como Barroco, frente a la etapa anterior que es el renacimiento s-XVI, el s-XVII, y Cervantes esta entre ambos siglos porque nace en el s-XVI y participa de esa influencia renacentista y la segunda parte del Quijote ya es más barroca.

Es un siglo en el que ha cambiado mucho el panorama político del imperio y todo esto va a influir en la configuración del arte, la literatura, y el pensamiento.
Se llama Barroco al s-XVII que coincide con un periodo de crisis económica sobre todo y social muy fuerte, pero paralelamente a esa crisis social y económica se produce un desarrollo del arte y de la literatura como nunca se había desarrollado en la historia de España, el termino viene del portugués, de las perlas barrocas, o barruecas que son irregulares, frente a la armonía, a la perfección, mesura que era la característica del renacimiento, el barroco es lo contrario la desmesura, lo desigual y el termino barroco se aplicará desde el s-XIX para designar a esta etapa del s-XVII que se caracteriza, por lo grandes contrastes, irregularidad, luces y sombras, la belleza y la fealdad, como por ejemplo en la lírica tenemos dos poetas que son totalmente antagónicos.
A Góngora lo que le interesa es recrear la belleza, y sus poemas no tienen tanto interés el contenido en cuanto lo que quiere es excitar la sensibilidad a través de mitos y de figuras retóricas.

A Quevedo sin embargo, lo que le interesa es el contenido, no tanto la forma como el mensaje y el concepto.

La definición del termino es muy variada y para unos críticos consiste en un estilo artístico que se caracteriza por la complicación, el ornato excesivo, la rotura del equilibrio frente a la mesura del arte clásico renacentista, esta idea solo se  fija en los rasgos formales del arte y no se ocupa e otro aspecto que es fundamental en el barroco que es la dimensión espiritual.

En la segunda mitad del s-XVI se reúne el Concilio de Trento y su influencia será decisiva en la cultura española y el barroco va a volver los ojos hacia la edad media, y el hombre se va a sentir, un poco solo.


Los temas de la muerte que habían estado totalmente alejados en el renacimiento y cuyos temas más importantes era el vivir la vida “carpe diem”  en el barroco el desengaño, la muerte, la soledad, can ser temas que están muy presentes.

Otros críticos se fijan más en los momentos ideológicos del momento y hay que tener en cuenta, por un lado no solamente el aspecto ideológico de los autores de esa época, donde está presente el desengaño, el sentido de la decadencia, el tema de la muerte, la fugacidad de la vida y del tiempo, es decir, por oposición totalmente a ese gozo que se vivía en el renacimiento, donde la vida era explosión, belleza, amor, etc.

Sin lugar a duda, el pensamiento postrentino influye y se produce una tensión por un lado la situación del momento es muy malo, con malas cosechas, el campo desatendido, y por un lado la gente lo pasa muy mal, y por otro lado aspiran a que ya que en la tierra se pasa muy mal, aspirar a una vida celestial mejor.

Supone una nueva actitud del artista ante la vida en contacto con la espiritualidad surgida de la contrarreforma, sobre todo el espíritu de Trento influye y de ahí que el arte barroco tenga estos impulsos antagónicos. Uno signo horizontal de carácter terrenal, material, el mundo donde hambruna, malas cosechas y pobreza, y otro de signo vertical relacionado con la trascendencia que supone la búsqueda del sosiego y de la paz, apareciendo tópicos como el menos precio de corte y alabanza de aldea, es decir, puesto que la corte es un lugar lleno de intrigas, pues Góngora que fue un eterno aspirador a conseguir cargos en la corte como Quevedo también, buscan la paz en la soledad de los campos esos sosiegos  que en la corte no encuentran.

Los hechos históricos más relevantes son frente a los dos grandes monarcas del s-XVI Carlos V, que es  una gran figura y Felipe II que aunque va a gobernar de manera totalmente opuesta y distinta a su padre, es el dueño de prácticamente el mundo , con ultramar tiene un gran imperio, pues ha heredado prácticamente toda Europa por parte de sus abuelos paternos, y por parte de los abuelos maternos Portugal, puesto que la emperatriz Isabel era de allí, y por parte de Isabel, América y por parte de Fernando toda la expansión por el Mediterráneo, de modo que Felipe II es el monarca más odiado de la tierra porque es el dueño en ese momento del mundo.
Frente a esos dos monarcas que rigen el destino de España en el s-XVI y que con sus diferencias son grandes estadistas, sin embargo, llegamos a los Austrias menores Felipe I, Felipe III y Carlos I que entregan el gobierno a validos y ellos se dedican a cazar, y a vivir la vida tranquilamente, mientras el pueblo se muere de hambre, ellos se dedican a la buena vida y al ocio.

Se producen dos momentos importantes la Paz de Wesfalia en el 1648 y la Paz de los Pirineos en 1659, pero España en ese momento del s-XVII debido a la grave crisis militar, económica, y social, de ser un macro imperio pasa a ser una segunda potencia.

Le va a suceder la poderosa Francia con el poder que va a tener entre el s-XVII y s-XVIII y después a la poderosa Francia en el s-XVII empieza el auge y en el s-XVIII es el momento de mayor de esplendor, será seguida en el s-XIX del Imperialismo inglés, y ya en el s-XX EE.UU.

Los políticos y validos más relevantes eran el duque de Lerma valido de Felipe III, que adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados de Felipe II, al duque de Lerma, Quevedo le hace algunos poemas y alguno de ellos dice:
“El mayor ladrón de  España
para no ser ahorcado
se vistió de colorado”.

Ingresó en la Iglesia y como era poderoso alcanzó cargos eclesiásticos, entrando en la Institución Religiosa.
Frente al duque de Lerma que sí consigue cierta paz en ese periodo, el conde duque de Olivares valido de Felipe IV lleva a España a la Guerra de los 30 años que se terminara con la firma de la paz de Wesfalia, pero donde sufre graves derrotas militares. Uno de los cuadros que refleja este periodo es la Rendición de Breda o las Lanzas de Velázquez.




Velázquez  recoge el momento en el que todavía el imperio consigue mantener esa supremacía y se ve esa rendición del político de los Países Bajos, supeditado al Imperio Español, peo muy poco tiempo después de la rendición consiguen la independencia.

Carlos II se sabe que muere sin descendencia y al terminar su reinado se produce lo que se conoce como la Guerra de Sucesiones para la corona española, entre los Borbones, los aspirantes por parte de María Teresa de Austria que se había casado con un francés y aspira al trono Felipe de Anjou, descendiente de los borbones y Carlos descendiente de la casa de Austria, todos aspiran al trono de España y al archiduque Carlos le apoya Inglaterra, y por los favores prestados se le entrega el peñón de Gibraltar en el año 1713  y la isla de Menorca.

Al final triunfa Felipe de Anjou porque el país que en ese momento era hegemónico en el mundo era Francia y llega la dinastía borbónica en el s-XVIII.

La política centralista del conde duque de Olivares provocó numerosas sublevaciones como en Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles, Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada en el año 1652, mientras que la sublevación de Portugal desembocó en la Independencia en el año 1668, y las demás posteriormente.
Esta fue una época de terrible crisis económica acompañada de por una escasez de alimentos, peste, pobreza, y hay una obra estupenda de Buero Vallejo que se titula “Las Meninas” ya que este autor tiene obras de tipo histórico, y a través de esta obra hace un análisis magistral de la realidad española del s-XVII.
A Carlos III – Quevedo
Escondida debajo de tu armada,
Gime la mar, la vela llama al viento,
Y a las Lunas del Turco el firmamento
Eclipse les promete en tu jornada.

Quiere en las venas del Inglés tu espada
Matar la sed al Español sediento,
Y en tus armas el Sol desde su asiento
Mira su lumbre en rayos aumentada.

Por ventura la Tierra de envidiosa
Contra ti arma ejércitos triunfantes,
En sus monstruos soberbios poderosa;

Que viendo armar de rayos fulminantes,
O Júpiter, tu diestra valerosa,
Pienso que han vuelto al mundo los Gigantes.

En la ciencia aparecen grandes figuras como Galileo Galilei, Newton, Francis Bacon, Descartes, etc. aparecen grandes pensadores y grandes científicos que van a sentar las bases del desarrollo de la ciencia o el pensamiento posterior, el pensamiento de Descartes será lo que va a dar en el s-XVIII la mente cartesiana francesa, que siempre se ha ponderado.

En el arte en el Barroco sobre todo descarta, la imaginería en madera policromada como: Gregorio Fernández, Juan Martínez Montañés, Alonso Cano, Mena, etc. se desarrolló una imaginería la mayor parte de ella de tema religioso, porque el contexto de la época lo daba, se vuelve a una espiritualidad con mayor recogimiento, dando más importancia a lo trascendental y muchos de los pasos de S.S. en Murcia, Valladolid, etc., son algunas de esas obras.

En pintura es la eclosión en Italia Caravaggio, en Francia Russell, en los países Bajos Rembrant, Rubens, etc., en España Zurbarán, Ribalta, Ribera, Murillo, Velázquez, etc.

En la literatura, en este periodo suceden dos grandes corrientes que son: CULTERANISMO y CONCEPTISMO, otra corriente está asociada al teatro de Lope de Vega que es VITALISMO que tiene que ver con el poder de la vida y que da a sus poemas, ya que es un vitalista puro.
CULTERANISMO
Estas dos corrientes suponen como dos formas de percibir el arte y la cultura, sobre todo a la literatura, el culteranismo o gongorismo porque el máximo representante es Góngora se centra fundamentalmente en la poesía, también hay rasgos muy culteranos en el teatro de Calderón, y lo que pretende en culteranismo es sobre todo recrearse en la forma.

CONCEPTISMO
En el conceptismo lo que tiene importancia y peso es el contenido o el concepto.
Lo que hacen es retorcer de tal modo la forma o el contenido que se produce un arte muy oscuro difícil y hermético y en la poesía de Góngora, hasta que Dámaso Alonso escritor, lingüista y crítico de la G.27,  no lleva a cabo un estudio riguroso de su poesía era muy difícil entender y comprender la poesía de Góngora, porque en un mismo verso puede haber metáforas, referencias mitológicas, antítesis y en 3 o 4 versos puede haber un cumulo de figuras retoricas, y todo eso a veces con un hipérbaton, alteración del orden sintáctico muy forzado, y cuando ocurre eso se distorsiona tanto la frase, que a veces el contenido queda excesivamente oscuro.
El comienzo del poema de Góngora se puede observar como retuerce el contenido.
Que es la llegada de la primavera, el poeta en las soledades recrea esa llegada, pero la llegada dela primavera, a finales de abril o principio de mayo, en un momento en que la eclosión primaveral está en todo su esplendor.
Usa 10 o 15 versos para decir que es el comienzo de la primavera:

Era del año la estación florida  
En que el mentido robador de Europa (ninfa Europa raptada por Taurus)
—Media luna las armas de su frente, (media luna cuernos toro)
Y el Sol todo los rayos de su pelo—,
Luciente honor del cielo,
En campos de zafiro pace estrellas,
Cuando el que ministrar podía la copa
A Júpiter mejor que el garzón de Ida,
—Náufrago y desdeñado, sobre ausente—,
Lagrimosas de amor dulces querellas
Da al mar; que condolido,
Fue a las ondas, fue al viento
El mísero gemido,
Segundo de Arïón dulce instrumento.

Del siempre en la montaña opuesto pino
Al enemigo Noto
Piadoso miembro roto
—Breve tabla— delfín no fue pequeño
Al inconsiderado peregrino
Que a una Libia de ondas su camino
Fió, y su vida a un leño.
Del Océano, pues, antes sorbido,
Y luego vomitado
No lejos de un escollo coronado
De secos juncos, de calientes plumas
—Alga todo y espumas—
Halló hospitalidad donde halló nido
De Júplter el ave.

Besa la arena, y de la rota nave
Aquella parte poca
Que le expuso en la playa dio a la roca;
Que aun se dejan las peñas
Lisonjear de agradecidas señas.

Desnudo el joven, cuanto ya el vestido
Océano ha bebido
Restituir le hace a las arenas;
Y al Sol le extiende luego,
Que, lamiéndole apenas
Su dulce lengua de templado fuego,
Lento lo embiste, y con suave estilo
La menor onda chupa al menor hilo.

No bien, pues, de su luz los horizontes
—Que hacían desigual, confusamente,
Montes de agua y piélagos de montes—
Desdorados los siente,
Cuando —entregado el mísero extranjero
En lo que ya del mar redimió fiero—
Entre espinas crepúsculos pisando,
Riscos que aun igualara mal, volando,
Veloz, intrépida ala,
—Menos cansado que confuso— escala.

Vencida al fin la cumbre
—Del mar siempre sonante,
De la muda campaña
Árbitro igual e inexpugnable muro—,
Con pie ya más seguro
Declina al vacilante
Breve esplendor de mal distinta lumbre:
Farol de una cabaña
Que sobre el ferro está, en aquel incierto
Golfo de sombras anunciando el puerto.

«Rayos —les dice— ya que no de Leda
Trémulos hijos, sed de mi fortuna
Término luminoso.» Y —recelando
De invidïosa bárbara arboleda
Interposición, cuando
De vientos no conjuración alguna—
Cual, haciendo el villano
La fragosa montaña fácil llano,
Atento sigue aquella
—Aun a pesar de las tinieblas bella,
Aun a pesar de las estrellas clara—
Piedra, indigna tïara
—Si tradición apócrifa no miente—
De animal tenebroso cuya frente
Carro es brillante de nocturno día:
Tal, diligente, el paso
El joven apresura,
Midiendo la espesura
Con igual pie que el raso,
Fijo —a despecho de la niebla fría—
En el carbunclo, Norte de su aguja,
O el Austro brame o la arboleda cruja.

El can ya, vigilante,
Convoca, despidiendo al caminante;
Y la que desviada
Luz poca pareció, tanta es vecina,
Que yace en ella la robusta encina,
Mariposa en cenizas desatada.

Llegó, pues, el mancebo, y saludado,
Sin ambición, sin pompa de palabras,
De los conducidores fue de cabras,
Que a Vulcano tenían coronado.

«¡Oh bienaventurado
Albergue a cualquier hora,
Templo de Pales, alquería de Flora!
No moderno artificio
Borró designios, bosquejó modelos,
Al cóncavo ajustando de los cielos
El sublime edificio;
Retamas sobre robre
Tu fábrica son pobre,
Do guarda, en vez de acero,
La inocencia al cabrero
Más que el silbo al ganado.
¡Oh bienaventurado
Albergue a cualquier hora!

»No en ti la ambición mora
Hidrópica de viento,
Ni la que su alimento
El áspid es gitano;
No la que, en bulto comenzando humano,
Acaba en mortal fiera,
Esfinge bachillera,
Que hace hoy a Narciso
Ecos solicitar, desdeñar fuentes;
Ni la que en salvas gasta impertinentes
La pólvora del tiempo más preciso:
Ceremonia profana
Que la sinceridad burla villana
Sobre el corvo cayado.
¡Oh bienaventurado
Albergue a cualquier hora!

»Tus umbrales ignora
La adulación, Sirena
De reales palacios, cuya arena
Besó ya tanto leño:
Trofeos dulces de un canoro sueño,
No a la soberbia está aquí la mentira
Dorándole los pies, en cuanto gira
La esfera de sus plumas,
Ni de los rayos baja a las espumas
Favor de cera alado.
¡Oh bienaventurado
Albergue a cualquier hora!»

No, pues, de aquella sierra —engendradora
Más de fierezas que de cortesía—
La gente parecía
Que hospedó al forastero
Con pecho igual de aquel candor primero,
Que, en las selvas contento,
Tienda el fresno le dio, el robre alimento.

Limpio sayal en vez de blanco lino
Cubrió el cuadrado pino;
Y en boj, aunque rebelde, a quien el torno
Forma elegante dio sin culto adorno,
Leche que exprimir vio la Alba aquel día
—Mientras perdían con ella
Los blancos lilios de su frente bella—,
Gruesa le dan y fría,
Impenetrable casi a la cuchara,
Del viejo Alcimedón invención rara.

El que de cabras fue dos veces ciento
Esposo casi un lustro —cuyo diente
No perdonó a racimo aun en la frente
De Baco, cuanto más en su sarmiento,
Triunfador siempre de celosas lides,
Le coronó el Amor; mas rival tierno,
Breve de barba y duro no de cuerno,
Redimió con su muerte tantas vides—;
Servido ya en cecina,
Purpúreos hilos es de grana fina.

Sobre corchos después, más regalado
Sueño le solicitan pieles blandas
Que al Príncipe entre Holandas
Púrpura Tiria o Milanés brocado.
No de humosos vinos agravado
Es Sísifo en la cuesta, si en la cumbre
De ponderosa vana pesadumbre
Es, cuanto más despierto, más burlado.
De trompa militar no, o destemplado
Son de cajas, fue el sueño interrumpido;
De can sí, embravecido
Contra la seca hoja
Que el viento repeló a alguna coscoja.

Durmió, y recuerda al fin cuando las aves
—Esquilas dulces de sonora pluma
Señas dieron suaves
Del Alba al Sol, que el pabellón de espuma
Dejó, y en su carroza
Rayó el verde obelisco de la choza.

Agradecido, pues, el peregrino,
Deja el albergue y sale acompañado
De quien lo lleva donde, levantado,
Distante pocos pasos del camino,
Imperïoso mira la campaña
Un escollo, apacible galería,
Que festivo teatro fue algún día
De cuantos pisan, Faunos, la montaña.
Llegó, y a vista tanta
Obedeciendo la dudosa planta,
Inmóvil se quedó sobre un lentisco,
Verde balcón del agradable risco.

Si mucho poco mapa le despliega,
Mucho es más lo que, nieblas desatando,
Confunde el Sol y la distancia niega.

CONCEPTISMO
Góngora recrea la forma pero complica la comprensión del texto.

El conceptismo retuerce el contenido, y Quevedo en otro soneto dice:

¡Fue sueño ayer; mañana será tierra! (para decir que es fugaz)
¡Poco antes, nada; y poco después, humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!

 Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

  Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

 Azadas son la hora y el momento,
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento

A Quevedo le gusta juntar la cuna y la tumba, tensa tanto el contenido que a veces supone una dificultad para entenderlo, pe al igual que Góngora se centra más en lo artificioso y en la envoltura y adorno, y Quevedo muestra en su poesía el clima de desengaño, decadencia, desilusión que vive la sociedad del s-XVII.

Tiene los sueños, un artículo que sería muy censurado por misógino, porque una de que una de ellas abr la caja de Pandora donde están y se distribuyen los males pro todo el mundo, pero como la que abrió la caja fue la mujer fueron a ella todos los males.
DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.

DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Puto es el hombre que de putas fía,

y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para
xxxxxxxxxx
Ves una mujer por la noche parece
esta toda en adobo
Su pelo no es natural
Si la abrazas aplastas tablillas
Si la dejas te persigue

Así critica a las mujeres, porque Quevedo, le pasó como a Pio Baroja que por ser tan excesivamente genios eran insoportables, y no encuentran una mujer que los aguante y desde su postura moral tampoco se permiten otro tipo de desahogo y tienen una visión excesiva.
A parte de esas ideas, escribe muy bien.
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salime al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
                                           
En este soneto de Quevedo en 1611, refleja como caen las murallas de Madrid.  Los ejércitos de la casa Austria vuelven vencidos. Entro en su persona (casa) y lo único que vio fue muerte.

Aunque Quevedo era un hombre pesimista y misógino tiene un soneto donde pondera el amor como más poderoso que la muerte.

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevare el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera:

mas no desotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un dios prisión ha sido,
venas, que humor a tanto fuego han dado,
medulas, que han gloriosamente ardido;

su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

En este soneto el poeta recoge el mito que el hombre muero y Caronte lo lleva y a cruzar la laguna Estigia, y pierde el respeto a la muerte.
El verso quiere decir que cuando alguien ha amado intensamente el recuerdo de amor hacia esa persona lo mantendrá vivo.

Otros poemas los dedica a mujeres con defectos, y unas letrillas en la parte satírica que se mete con todo el mundo, a los médicos que estaban mal considerados, a los sastres que sisaban, con tipos de calvicie.
Letrila contra las mujeres.
Sabed, vecinas,
Que mujeres y gallinas
Todas ponemos,
Unas cuernos y otras huevos.

Viénense a diferenciar
La gallina y la mujer,
En que ellas saben poner,
Nosotras sólo quitar;
Y en lo que es cacarear
El mismo tono tenemos.
Todas ponemos,
Unas cuernos y otras huevos.

Docientas gallinas hallo
Yo con un gallo contentas;
Mas si nuestros gallos cuentas,
Mil que den son nuestro gallo;
Y cuando llegan al fallo,
En Cuclillos los volvemos.
Todas ponemos,
Unas cuernos y otras huevos.

En gallinas regaladas
Tener pepita es gran daño,
Y en las mujeres de ogaño
Lo es el ser despepitadas.
Las viejas son emplumadas,
Por darnos con que volemos.
Todas ponemos,
Unas cuernos y otras huevos.



PROSA s-XVII y s-XVII
La mayor parte de estos escritores están entre los dos siglos, Cervantes 1547-1616, Quevedo 1580-1645, Lope de Vega 1562-1635, Gracían 1601-1658, etc. estos son todos grandes prosistas, autores de novelas, Gracían sería ensayo, Lope tiene prosa narrativa y Quevedo tiene el Buscón, Los sueños y textos en prosa.

LA LIRICA s-XVII y s-XVII
Se repite Cervantes, Quevedo, Góngora 1562-1627, la generación poética del 27, recibe este nombre porque los escritores se reúnen para homenajear a Gongóra en el tercer centenario de su muerte, y  lo toman como bandera, usando y recreando muchos de sus poemas. Lope de Vega uno de los grandes liricos del s-XVII.

TEATRO s-XVII y s-XVII
El teatro irrumpe con fuerza y se conoce como Comedia del Barroco o teatro Nacional, Cervantes. Lope de Vega creador del teatro nacional, Calderón de la Barca. Se crean dos escuelas, la de Lope y la de Calderón, Tirso de Molina, Alarcón, Rojas, Zorrilla, Moreto, y paralelamente a los españoles irrumpen también los ingleses con Shakespeare 1564-1616, Francia Moliere 1622-1673.

El arte barroco no pretende demostrar una belleza apacible, sino excitar la sensibilidad y la inteligencia, se busca lo nuevo, original, colosal, sorprendente, y el Renacimiento que había imitado el clasicismo, en el Barroco sin embargo lo importante es ser único, ser distinto.

Es también una época de gran dinamismo, retorcimiento de formas, de conceptos, grandes contrastes como bueno y malo, bello y feo, pequeño y grande, luz y sombras, etc. el mismo Quevedo puede escribir una página que sea repulsiva, que es una de las bromas que le hace a Pablos (el Buscón)  en Alcalá que son las burlas que le ponen blancos de mocos, y sin embargo, luego es capaz de escribir sonetos muy bellos, son los dos polos opuestos.
El realismo descarnado e idealización desmesurada, lo popular y lo culto, lo difícil y lo sencillo, es un momento de grandes contrastes.

El culteranismo se da sobre todo en la lírica, destaca Góngora, el conceptismo en la prosa donde destacan Quevedo y Gracían, y en el vitalismo destaca Lope de Vega.