lunes, 18 de febrero de 2019

LITERATURA MODERNA 02 - RENACIMIENTO ESPAÑOL – guadahumi3


02 literatura Moderna – guadahumi3

11 de febrero de 2019
18 de febrero de 2019



El RENACIMIENTO: Arte Renacentista y Algunas Obras Representativas


Los de cuadros del Renacimiento italiano, están en temas sobre todo en Garcilaso que se inspira en alguna pintura de Botticelli, que son casi la plasmación de algún soneto, para ver en que medida en los sonetos de  Garcilaso va a recrear esa imagen, los mitos, que es otro de los temas que aparecen en la literatura de esta época, están presentes en la pintura renacentista, mitos, temas amorosos, temas históricos.
A continuación,  se ven algunas obras más representativas del Renacimiento.

LEONARDO DA VINCI

Una figura importante en la que su vida transcurre desde la mitad del  el s-XV y principios del s-XVI, desde 1452 a 1519.

LA GIOCONDA







Una de sus obras más conocidas, emblemática, sobre todo por su sonrisa ambigua, de la que se han hecho muchos análisis desde el punto de vista pictórico, psicoanalítico, etc.



LA ÚLTIMA CENA






Los temas religiosos siguen estando presentes.

LA VIRGEN, SANTA ANA Y EL NIÑO






Este es un cuadro de Leonardo en el que refleja a Santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús, se observa que la imagen de Santa Ana y la imagen de la Virgen María, casi se podría decir que tienen un rostro parecido en cuanto a la edad, en el psicoanálisis del arte froidiano se analiza este cuadro y se habla del problema que tenía con la doble maternidad Leonardo.
Leonardo no nació en un seno de la familia da Vinci, sino que su padre lo tuvo con una de las criadas, pero la esposa del marido infiel, lo adoptó como si fuera suyo, pues el matrimonio no tenía hijos.

Santa Ana que era la madre de María y la abuela del niño Jesús y es la imagen que está sentada con la Virgen encima.

En esa escena se ve esa doble maternidad en el sentido de que Leonardo veía a su madre esporádicamente y la veía fuera del entorno familiar, y en la obra pinta casi parecidas a las dos mujeres, pero un poco más deteriorada María, que sería su madre,  al pertenecer a otra clase social de criados, mientras que Santa Ana representa a la esposa legitima de su padre. La Virgen está en una posición en la que cuida del niño.

De este cuadro se han hecho infinidad de estudios y quizá el que más destaca sobre todo es el que intenta explicar un poco esa doble maternidad.

Por lo que la cara de Santa Ana y de la Virgen si no fuera por esa doble maternidad tendría que haber una diferencia en años, pues es toda una generación de diferencia, sin embargo apenas hay diferencia en cuanto al rostro y la edad real de las dos mujeres, pues en la realidad la edad de las dos mujeres era similar.

BOTTICELLI

Es otro de los pintores del Renacimiento italiano más conocidos.

EL NACIMIENTO DE VENUS





Este cuadro ha inspirado una infinidad de poemas, incluso de Vicente Aleixandre, tiene un poema que recrea ese momento justo del nacimiento de Venus como nace de esa concha marina, y en alguno de los elementos de Garcilaso se puede ver ese prototipo de mujer rubia, de 7 u 8 cabezas de altura que era el canon de estatura clásica, ya que en España el color rubio no es el color del cabello  más destacado, pero sin embargo Garcilaso cuando describe la belleza de la mujer, está recreando esta imagen.


LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA



Sobre todo se ven las transparencias de las gasas que cubren un poco los desnudos, pero que todo ello inspira vitalismo, ganas de vivir, ganas de disfrutar de la juventud y de la primavera.

RAFAEL SANZIO

Pintor muy importante del Renacimiento que vivió entre el s-XV y el s-XVI de 1483 a 1520.

SAGRADA FAMILIA






LA VIRGEN Y EL  JILGUERO 






Otra imagen dela Virgen con Juanito y Jesusito, con un pajarito en la mano.
En este cuadRo destaca que aparece la VirgEn leyendo, lo que no es muy frecuente, pero la imagen de la lectura está aquí presente.

La profundidad de los cuadros del renacimiento, es fundamental y que se ve en los pintores que parece que se pueda ir caminando hasta el infinito, que es una de las innovaciones el renacimiento italiano


LA VIRGEN Y LOS DOS NIÑOS


La virgen y los niños Juanito y Jesusito, con la misma sensación de profundidad y perspectiva. Con la diagonal que va desde el ángulo superior derecho al inferior izquierdo, esa línea que se traza donde hay más luz que es donde el cuadro tiene más fuerza.

MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI

Es una figura destacadísima del renacimiento italiano, para la edad en la que vive tuvo una vida muy longeva, nació en el año 1475 y murió en el año 1564, para nuestra época sería casi normal, peo para el s-XVI fue muy longeva.
Miguel Ángel fue un gran escultor, un gran pintor, era un hombre que conocía perfectamente la anatomía como se puede apreciaren sus pinturas y esculturas.


EL NACIMIENTO DE ADÁN EN LA CAPILLA SIXTINA










Se trata de uno de los mayores frescos de la historia y, por supuesto, de los más logrados, miguel Ángel decidió plasmar en dicha cúpula la completa narración del Génesis.

Dividiendo el techo en secciones, simulando diferentes elementos arquitectónicos. Esos adornos hacen las veces de marcos para las diferentes escenas.

La Creación de Adán es sin duda la más poderosa, a lo complicado de llevar a cabo tan inmensa labor y a la negativa del propio artista a tener ayudantes, le llevó varios años terminarla.


EL DAVID DE MIGUEL ÁNGEL



La mirada en el caso del David, que se dirige hacia la izquierda, con una gran perfección.
Viendo el cuerpo de David, se puede ver la tendencia de admiración de Miguel ángel hacia el cuerpo masculino, la perfección a la que llega el artista es sensacional.



EL MOISÉS




Es una escultura muy importante relacionado con un tema bíblico, donde se puede apreciar el conocimiento del artista de la musculatura del cuerpo humano.







La barba, la fuerza de la mirada, que incluso a través del mármol parece estar expresando todo su pensamiento.


LA PIEDAD DE MIGUEL ÁNGEL




TIZIANO VECELLIO DI GREGORIO 

Este pintor es otro de los artistas fundamentales de la pintura italiana del renacimiento, nacido en Venecia que vivió desde el año 1486 al 1576, tuvo una vida larga.

  


EMPERATRIZ ISABEL DE PORTUGAL





Fue la única esposa se Carlos I de España y V de alemania.
En esta obra destaca la belleza de la joven, además de toda la pedrería, adornos, el ropaje con el que iba vestida, el tocado del pelo, no habiendo ningún solo detalle que Tiziano haya obviado.

En esta imagen de la Emperatriz Isabel deja patente que era una gran lectora, pues si aparece con un libro en la mano, es de suPoner que lo hacía habitualmente, no siendo algo inusual en ella, con gran profundidad como se ve observa en el fondo.


DANAE RECIBIENDO LA LLUVIA E ORO




Es una Venus , donde se observa la perfección del desnudo, así como  la belleza, que es otro tem que tocará la literatura.




LA VENUS DEL ESPEJO




CARLOS V



Tiziano fue pintor de Carlos V, en esta imagen se ve al monarca ya en su declibe, mayor, a punto de abdicar, y Tiziano lo pinta en ua actitud mucho más serena, tratando un poco de reflejar que estña dejando el poder y las preocupaciones que habia tenido en la primera mitad de su mandato.


FELIPE II JOVEN




EL CRECO – 1541 - 1614


VISIÓN DE TOLEDO






Esta pintura, casi cercana a los modernos de la pintura de finaes dekl s-XIX, principios del s-XX.


EL ENTIERRO DEL CONDE DE ORGÁZ




En esta obra se observan las tres partes del cuadro, partre terrenal, parte intermedia con la Virgen y en la parte superior con una ruptura de gloria, con Dios en Magestad.

ADORACIÓN DE LOS PASTORES




Se observan las características de las obras del artista, con figuras ovaladas.


EL EXPOLIO



Algunos de los temas reflejados en las pinturas se verán en la literatura del Renacimiento Español.

FRAGMENTO DE LA CELESTINA

Este final de la Celestina que es el llanto de Pleberio recoge la Edad Media que ya termina, y en la mentalidad de Pleberio está presente esa etapa que termina, que se acaba y ese Renacimiento que está a punto de dar sus mejores obras.
Este fragmento es de una belleza desde el punto literario por estar lleno de interrogaciones retóricas, preguntas, que no necesitan de una respuesta, habla del tema del amor como fundamental y todavía desde una posición medieval Pleberio se queja que el amor es el culpable de todos los males, y efectivamente el amor ha sido la causa de la muerte de su hija, pero el amor de su hija también ha sido  una decisión personal, con lo cual, el individuo ya tiene fuerza y tiene una importancia grande frente al individuo medieval que se veía inmerso en esa capa social y era como uno más, ya en el renacimiento el hombre va a ser un elemento importante y ese individualismo lleva a Pleberio a quejarse al final del llanto a decir: porque me dejaste solo en este valle de lágrimas.

Este final es muy medieval, pues considerar esta vida como un valle de lágrimas sería una visión de la Edad Media.
Sin embargo, la muerte de Melibea es una muerte muy Renacentista y por amor y en esa página se refunde esa Edad Media que muere, porque la obra se publica en el año 1499 primera edición y 1502 la segunda y tercera, siendo una nueva irrupción de una nueva manera de ver la realidad, donde el individuo empieza a tener importancia, y el individuo decidirá por su propia cuenta.


ANÁLISIS DEL FRAGMENTO TEXTO DEL LAMENTO DE PLEBERIO DE LA CELESTINA

El texto está escrito magníficamente y dice:








Las metáforas:
de brasas: que ardió en amor
el fruto: es su hija
Si hieres con hierro o quemas con fuego: el amor es lo que ha matado a su hija, y sería esa herida de hierro potente y fuerte, pero al mismo tiempo motivada por la brasa porque que quema, y se ha quemado en el fuego del amor.
El amor deja la ropa sana y no sin embargo hiere el corazón.
Hace que a feos amen, el amor es ciego, pudiendo amar a alguien que ni siquiera sea hermoso.
El texto está lleno de interrogaciones retóricas ¿Quién te dio tanto poder? …
El amor seria lo contrario de lo que ha hecho su hija que se ha suicidado.
A través de una elaboración de juicio va mostrando alguno de los errores as los que lleva el amor.
Contraste entre dulce y amargo. Dichosa es la vida con amor, pero también amarga es la vida cuando el amor lleva a cabo hechos como los de su hija.
Amargos hechos. Esa ANTÍTESIS la dicha de dulce, y también hay una SINESTESIA porque está transmitiendo el amor a través del sentido del gusto dulce para referirse a la dicha o felicidad, cuando por el sentido de lo amargo se usa para la desgracia en ese caso.
Alegra e entristece. El texto está lleno de contrastes. La hija que era joven, amaba y sin embargo, en medio del a juventud ha visto truncada su vida.
Amigo … enemigos. De nuevo el paralelismo y contraste, casi una paradoja.
Cupido, dios amor, pintado con una venda en los ojos.
Fuego, Ardiente rayo. Metáfora para expresar el amor, a donde llega el amor lo abrasa todo.



Personajes destacados por el amor. Paris de la Ilíada.

Se queja. Si Pleberio no hubiera nacido no hubiera pasado do eso con su hija.
¿Por qué me dejaste triste y solo en este valle de lágrimas?
En esta última frase Pleberio aúna dos movimientos; uno que termina y otro que empieza, pues al decir que se queda en este vale de lágrimas, sería dar por buena la filosofía de la Edad Media diciendo que en mundo es valle de lágrimas y que además tiene sentido en la otra vida, pero al mismo tiempo, él sí estuviese muy presente ese pensamiento medieval, no se sentiría solo, porque sería parte de todo un mundo que tiene su finalidad en la Vida Eterna, sin embargo él aquí se siente triste y solo, y ese sentimiento y la soledad es un rasgo ya muy muy renacentista y el hombre se siente solo, perdido, queriendo vivir la vida, pero en este caso Pleberio lo que nos muestra es un individualismo con sentimiento de soledad que serán esenciales en la etapa Renacentista, lo que ocurre es que normalmente los poetas a la hora de cantar a veces lo hacen a la tristeza , pero suelen cantar con mucha más frecuencia al amor, belleza, etc..
Pleberio está destrozado es un padre que acaba de perder a su hija joven que se ha tirado por el balcón entonces, es muy difícil que supere esa muerte por muy buen ánimo que tenga, y este lamento durísimo y bellísimo, es la soledad del hombre al final de la Edad Media que sigue viendo la vida como valle de lágrimas, pero al mismo tiempo que se siente muy triste y solo destacando los sentimientos por encima de cualquier toda esperanza y cualquier otra idea.


RENACIMIENTO EN ESPAÑA

Los sonetos de Garcilaso fueron muy importantes en este periodo, con los rasgos y características del renacimiento italiano que fueron a aplicados al renacimiento español.

1.RASGOS TEMÁTICOS Y FORMALES

Cuando llega el renacimiento a España, no se rompe totalmente con la Edad Media, sino que una obra como la Celestina muestra como trata de unir las tendencias, por lo que no rompe con el medieval, pero sí se impregna de un carácter medieval, personal, con una fuerte influencia de Italia porque buena parte de los escritores más importantes del Renacimiento iban a estar en contacto con Italia como  Garcilaso que sería uno de esos poetas.

Durante la primera mitad del s-XVI con la figura de Carlos V y l apertura que tuvo lugar a todas las corrientes italianas, o que venían del norte de los Países Bajos, estando muy presentes todas las doctrinas de Erasmo  en el renacimiento español, y sobre todo las constantes guerras que sostiene el emperador con Italia, Flandes, hace que algunos de estos escritores que como Garcilaso era soldado y poeta, entraran en contacto con las tendencia que se estaban desarrollando en Italia.

Un rasgo importante del Renacimiento Español es que armoniza, y sabe aunar en una misma obra lo popular y lo culto, pudiéndose encontraren una misma obra personajes muy realistas como en el Quijo el caso de Sancho Panza y muy idealista como es el caso de Don Quijote.


Ese realismo e idealismo es característico de toda la literatura española.

  

2.INDIVIDUALISMO

Otro raso importante del renacimiento es el individualismo, en el que el hombre se siente persona individual y vivo no se siente masa en medio de una clase social a la que protegen los nobles y forma parte de esa sociedad anónima, sino que es un ser de carne y hueso que siente, sufre, etc.

Durante la primera gran mitad del s-XVI de la hegemonía de Carlos V, el país viviría un periodo de auge político, económico, social y cultural, haciendo que ese optimismo y ese vitalismo se contagie a la literatura y que apueste más por temas positivos como el amor, la belleza, la juventud, los sentimientos más nobles, estando muy ausente ese sentimiento de decadencia y desengaño que se verá en el Barroco en el s-XVII en poetas como: Góngora o Quevedo, donde está presente el desengaño por una decadencia política y económica.

Por otro lado llegan los ecos de la antigüedad greco-latina, sobre todo hay una gran importancia de los mitos clásicos y de los temas clásicos de la literatura griega y latina.

Platón que había sido poeta olvidado a favor de Aristóteles que había destacado en el mundo griego en ese momento el ideal de belleza platónico hace que a Platón se le pondere por encima de otros filósofos.

También hay muchos temas que estaban muy presentes en la literatura griega y latina que estaban al margen de los religiosos y eran temas paganos, profanos iban a formar parte de la realidad de la literatura. En el cuadro de Tiziano en la Venus Danae es un ejemplo de un tema totalmente pagano o profano, pero es un tema importante.

Los mitos formarán una parte importante en esta etapa, además de la literatura religiosa como en el caso de Rafael en la que casi todas la imágenes de sus obras eran e tema religioso.

Junto a autores que siguen con temas religiosos otros autores apuestas por temas paganos, y sobre todo de mistos clásicos.

3.APERTURA A EUROPA

La primera parte del siglo o la parte que corresponde a Garcilaso de la Vega es la primera parte del s-XVI se produce una apertura a Europa con una vuelta al clasicismo, y una poesía de corte italiano.

Los escritores españoles están en contacto con la literatura latina, las constantes guerras, los constantes viajes, los intercambios entre las universidades españolas e italianas va a hacer que el Renacimiento poco a poco vaya cuajando con más fuerza en la literatura española.

La posición hegemónica que ejerce España en el mundo hace que se vea con un gran optimismo, toda la literatura, es una literatura que apuesta por la vida, por el amor, por los sentimientos más nobles.

Está muy presente la influencia de Erasmo, de hecho el propio emperador reúne a su alrededor pensadores importantes influidos por Erasmo. Los hermanos Valdés en concreto y durante la primera mitad del s-XVI, no solamente Erasmo no es condenado, sino que es muy bien aceptado por la corte.

En la literatura aparecen los tópicos de  el Carpe Diem, Collige Virgo Rosas, vive la vida, vive la juventud, atrapa el momento, unido a los temas clásicos, otro tópico es el locus Amnoenus, lo bucólico, la naturaleza bellísima, y por primera vez la naturaleza se convierte en tema importante en la literatura española y en las églogas de Garcilaso hay carias estancias dedicadas a crear una naturaleza totalmente idílica, bucólica de esas que casi es difícil encontrar hoy día, donde el agua es clara y cristalina, y el cielo es limpio y puro.

La belleza de la mujer, sobre todo los poetas cantarán a la belleza, al amor, al desamor, son algunos de los tópicos y temas más importantes en esta primera mitad.


4.ARMONÍA, MESURA, EQUILIBRIO

Por la influencia de los clásicos se busca la armonía, se busca la máxima de ArIstóteles que era: Virtus est medium uitiorum et utrimque deductum. ... "nada en exceso", en el centro está la virtud.

Una belleza sin exagerar que ser ajuste a ese canon que representa la Venus de Botticelli, que tiene una altura perfecta, unas medidas perfectas, y en donde los sentimientos, aunque sean de desamor son contenidos.

En otra etapa de la literatura que es el romanticismo por ejemplo Espronceda cantará al amor, pero cantará con desesperanza, desaliento utilizando unas figuras llenas de amarguras y unas metáforas, o Bécquer en su última etapa de sus rimas que se siente desdichado.

Garcilaso cantará a una naturaleza, que aunque se sienta mal y destrozado por el dolor de Elisa, expresará ese sentimiento preguntando porque no se ha muerto el antes que la de su amada Elisa, pero es un dolor contenido, porque  lo que se busca es el equilibrio, la mesura, la armonía se busca que nada sea estridente.


5.EL AMOR ES EL TEMA MAS IMPORTANTE

Los temas que van a estar más presentes van a ser los temas del Renacimiento italiano y algunos de los escritores más importantes como: Petrarca con el cancionero donde le canta al amor no correspondido de su amada Laura, pero sim embargo contra a eta poesía en la poesía española no hay erotismo y no hay paganismo en la mayoría de los poetas, siendo una poesía bastante contenida.

Amor platónico, idealizado, es un arrebato místico, de los paradigmas romanos imitando el mundo de Platón, en el que el hombre es expresión de ese ideal de belleza máxima, donde la idea de dios en Platón es sinónimo de belleza suprema, no teniendo nada que ver con la idea del dios cristiano.

Esa belleza es igual al amor, belleza es igual a Eros, a la verdad e igual a dios, pero el dios platónico, como perfección máxima.

La realidad no es más que una sombre de la realización de la belleza divina que a la vez se recrea del mito de la caverna de Platón, en donde lo que vemos es siempre una imagen, pues la realidad que vemos son las sombras de la realidad que se proyectan a través de la caverna, y la realidad es siempre más imperfecta que la propia imagen.

6.AMOR HONESTO Y MELANCÓLICO, SENTIMIENTO DE LA NATURALEZA

El amor es el tema más importante, pero honesto a veces melancólico no correspondido.

Está muy presente el individualismo, el sentimiento del YO del poeta, ese yo que sufre, ese yo que siente, que le lleva a expresar en Garcilaso la égloga primera, el dolor que siente por la pérdida de Isabel Freire.

Aparece otro tema importante en la poesía española que es la mitología, recreando mitos como Apolo y Dafne, Hero y Leandro que son de los mitos más destacados donde el amor es el tema más importante.

El sentimiento de la naturaleza muy idealizada, armónica, equilibrio siempre con el entorno y capaz de suscitar la paz interior.

Una naturaleza de aire fresco, corrientes de aguas puras y cristalinas, de pájaros que están armoniosamente cantando que hace que el espacio el tiempo se convierta en cómplice de esa plenitud y dicha que vive el poeta.

Por influencia de los escritores latinos y griegos aparece el bucolismo, con esa presencia de pastores que son realmente ficticios porque son cortesanos.

Garcilaso cuando está en las églogas hablando a través de los Pastores, que son Salicio y Nemoroso, realmente es Garcilaso el que está hablando, entonces, no son pastores es el propio poeta que se desdobla en los momentos de su vida, en el que habla el pastor Salicio se queja de que Galatea no le hace caso y Nemoroso se queja del dolor que le produce la muerte de Isabel Freire.

EL EPÍTETO

Es muy importante la adjetivación en la poesía de Garcilaso, los EPÍTETOS, en realidad es un adjetivo que casi sobra, pues si se habla de fresco viento, el viento lleva en principio implícito la sensación de frío, si se habla de blanca nieve, al pensar en la nieve se piensa en el color blanco, roja sangre, verde hierba, etc..

Por lo que el epíteto es un adjetivo desde el punto de vista del significado sobra, porque si se oye: sangre, nieve, hierba, hielo, etc. automáticamente aparece la sensación el color rojo, verde, blando, frío, etc.

Si ya está implícito en el nombre aparece el epíteto para darle mayor fuerza expresiva, porque dentro de la nieve está implico el color en España, pero si se piensa en un país nórdico habría muchos más adjetivos para calificar a la nieve, porque la nieve no es solamente blanca y fría, sino que tiene otros muchos aspectos, pero como en España se tiene de modo tan infrecuente que lo se que ve,  es la estampa magnífica y maravillosa de esa ta5rjeta blanca donde todo está perfecto.

La finalidad del epíteto es ponderar rasgos que aunque están explicitados en el nombre se resalta y en consecuencia estilísticamente añaden mayores sensaciones y emotividad.

Aparecen temas satíricos y burlescos, pero no son los más representativos de esa etapa.

7.FORMAS

Las formas que utiliza en renacimiento español, son fundamentalmente se usarán los METROS ITALIANOS, pues hasta este momento, en la literatura española se había utilizado sobre todo el romance como una de las estrofas más importantes, creando un POEMA ESTRÓFICO y en el verso el OCTOSÍLABO.

A partir del Renacimiento el endecasílabo que es el verso por excelencia de la poesía culta.

El ENDECASÍLABO será el verso que usen los poetas cultos, y aunque lo había intentado usar el Marqués de Santillana era un endecasílabo muy tosco.

El endecasílabo lo introduce Juan Boscán, pero todavía, no era lo suficientemente ágil y fresco como va a ser endecasílabo de Garcilaso.

Garcilaso va a usar el endecasílabo, el heptasílabo, y en algunas ocasiones la combinación de endecasílabos y heptasílabos,  sobre todo que dará lugar a una estrofa importante en la literatura de la segunda mitad que es la LIRA que es la combinación de endecasílabos y heptasílabos.

Una de las estrofas más importantes que se introduce en este momento, es el SONETO.
SONETO formado por DOS CUARTETOS y DOS TERCETOS que tienen un sistema métrico.

A
B
B
A
------------------
A
B
B
A
------------------
C
D
C
------------------
D
C
D

TERCETOS encadenados.

Los ocho primeros versos del soneto que está formado por dos cuartetos y dos tercetos.
Hay unidad en los cuartetos que plantean el tema y los tercetos lo vuelven a recoger y recrear.

El soneto se convierte en una estrofa por excelencia de la poesía culta, desde el Renacimiento a hoy día, pasando por la poesía del siglo de Oro, Quevedo, Góngora, Lope, Romanticismo, Poetas el 98, Poetas del 27, Pablo Neruda, Blas de Otero, etc. la mayoría de los poetas cultos van a utilizar el soneto, que son 14 versos, pero que es una medida magnífica para hablar de la belleza, amor, mitos, etc.

En el MODERNISMO como Rubén Darío utiliza metros también, pero no usa cuartetos sino serventesios.

SERVENTESIO

A
B
A
B

Es decir, rompe el soneto clásico para usar  el serventesio, y en lugar de usar el verso endecasílabo de 11 sílabas, usará metros más largos, con la finalidad de romper y hacer algo diferente y nuevo.

LA RIMA CONSONANTE, a partir de la última sílaba tónica. Leyéndose un verso; si acaba en palabra aguda se suma una sílaba, y siempre acentúa en la penúltima, si termina en palabra llana se resta una sílaba y acentúa en la penúltima.

Acentuase; aguda: Casa, llana: corazón +1 (penúltima) esdrújula: pájaro -1 se acentúa una menos, siempre penúltima.

El verso endecasílabo siempre tiene un acento en  la penúltima que a veces si esdrújula, se cuenta una menos y si es esdrújula se cuenta una más sería penúltima, y en casa también penúltima.

á(+) - - corazón
--á– casa
- - -(-) pájaro
Casi todos los versos tienen un acento en las primeras sílabas.
En TAnto que de rosa y de AZUcena
estrofa
2ª / 6ª / 8ª /10º acentos
En la segunda sílaba, sexta y octava y décima.
Estos acentos hacen que se produzca un ritmo y musicalidad que tiene el verso que no tiene la prosa.
Cuando se va leyendo como verso, siempre al final de cada verso, hay una pausa versal.
Al leer un verso hay que parar el cada verso
Y salta si hay un encabalgamiento muy fuerte.

ENCABALGAMIENTO significa que el Verso no termina en esa línea, sino que apoya en el siguiente, teniendo que terminar la lectura en ese siguiente.

Por ejemplo en san Fray Luis de León, tiene un cabalgamiento muy forzado en uno de sus poemas liras que dice:

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed insaciable
del peligroso mundo,
tendido yo a la sombra esté cantando;

La pausa del verso se hace al terminar la palabra …. Miserablemente. Ese es un cabalgamiento que rompe el ritmo del verso, sino generalmente, al leer poesías siempre hay que pararse un poco al final de cada verso, al final de cada estrofa y si hay signos de puntuación.

Las pausas, los acentos, en las segunda, sexta, octava y decima. La rima también, todo esto va hacer que la poesía tenga un ritmo y una musicalidad que no tienen otros, y al final tenga una mayor dificultad a la hora de comprenderlo, pues a todo esto hay que unir las figuras retóricas que utilizan los poetas como metáforas que es la figura retórica más sencilla, pero hay otras figuras entre de las metáforas más complicadas. Dientes = perlas, sin embargo, hay otras mucho más complejas.
Las formas: Soneto (2 cuarteto, 2 terceto), lira (5 versos), estancia (estrofa 14 versos mezclando heptasílabos y endecasílabos) y Estancias (las usa Garcilaso), égloga.
Las más importantes en el Renacimiento es el heptasílabos y endecasílabos

GARCILASO DE LAS VEGA (1501 – 1536)



Nació en Toledo en el año 1501 muriendo en Niza en el año 1536, pero con 35 años tuvo una vida bastante plena, fue un poeta importante, un caballero de Carlos V .

En la imagen se puede observar que lleva sombrero, la mayor parte de los poetas, novelistas, etc. eran soldados y hombres de letras.

Su obra poética es muy corta, pero de una gran calidad literaria, hasta los 20 años lo único que escribe fue poesía de tipo cancioneril guiándose por la moda medieval, el octosílabo, y canciones tradicionales, entrando en contacto con Juan Boscán.

En Granada Boscán entró en contacto Navaguero que le puso al corriente de las innovaciones de la métrica italiana, que ya se estaban haciendo, y a partir de ese momento Boscán comenzó a usar el endecasílabo y el soneto, pero los sonetos de y los heptasílabos Boscán, no eran lo suficientemente rítmico y habría que esperar a la obra e Garcilaso para que el soneto y en endecasílabo adquiera su plenitud.

8.SU OBRA

Es muy corta:

1 EPÍSTOLA
2 ELEGÍAS
3 ÉGLOGAS
5 CANCIONES
38 SONETOS

La segunda églogas dedicada a la Duquesa de Alba, la tercera de tema mitológico recreándose en la Ribera el Tajo inmortalizando a Salicio en la que se habla de los amores uno de Salicio y el otro de Nemoroso y el desdén de Galatea y el rechazo de Elisa que no es otra que Isabel Freire. Estos pastores es Garcilaso en dos momentos de su vida.

De los 38 sonetos no todos son de la misma calidad literaria, pero la mitad de los sonetos, son de una extraordinaria calidad. Garcilaso no escribe mucho, pero lo que escribe lo hace muy bien.

VIDA DE GARCILASO

Garcilaso se casó bastante temprano en el 1525 con Elena de Zúñiga que era su esposa y de la primera que se enamoró, pero como era muy pronto, y era un matrimonio que no le reportaba ninguna felicidad y a los dos años de casarse conoció a una dama Isabel Freire que parece ser que era bellísima y muy joven volviéndose loco de amor, pero esta dama se casó en el año 1529, y ese desdén le hará escribir el lamento de Salicio cuando habla de Galatea.

 Isabel Freire muere muy joven en el año 1533 de parto, y una vez ya muerta como no puede ni siquiera quejarse del desdén de Isabel, lo que se queja es de la muerte por haberle arrebatado a la mujer de la que estaba enamorado.

Fruto de esa desgracia será ese lamento que expresará en la égloga I, en la que el poeta pregunta, porque no le ha arrebatado a él antes la vida que a su enamorada.

Garcilaso juega con las, letras del nombre de Isabel, y como todo el mundo sabe que Freire que mujer casada, era una manera de no nombrarla directamente, pues aún es el s-XVI, y siempre se refiere a ella como Elisa vida mía.

Salicio se lamenta del desdén de Galatea que es el Garcilaso más joven muy enamorado de Isabel Freire.

Nemoroso es el Garcilaso entristecido por la muerte de su amada, ya ni siquiera le puede criticar que no le quiera, pues si Isabel no hubiera muerte, aún podría tener alguna oportunidad de reconquistarla.

OBRA DE GARCILASO

En la obra Garcilaso va a utilizar muchos Tópicos.

SONETO V

En este soneto el poeta se siente perdidamente enamorado, y es uno de los primeros, donde el poeta explica el sentimiento del poeta por encima de todo.

CUARTETOS
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
Hasta tal punto está enamorado que el gesto de la amada está presente.
Todo lo Garcilaso pueda decir, ella se lo inspiró

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
No cabe porque es tan grande su amada
Que ella no le cabe dentro porque él es pequeño
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Bien es el amor
Y el poeta se siente perdidamente enamorado
Y solo siente y ve por ella
TERCETOS
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Está el poeta tan dichoso se haberla conocido y amarla
Que lo único que quiere es vivir para ella, por ella y con ella
Lo más importante es su amada

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

En los dos últimos versos insiste
Que vive por ella y mure de amor.
ACENTUACIÓN DE LOS VERSOS
En cuanto a como acentúa Los versos.
1 Es-cri-(to es)-(tá en)-mi-al-ma-vues-tro-ges-to
2 y-cuan-to-(yo es)-cri-bir-de-vos-de-se-o;
3 vos-so-la-(lo es)-cri-bis-teis,-yo-lo-le-o
4 tan-so-lo,-(que aun)-de-vos-me-guar-(do en)-es-to.
5 En-es-(to es)-toy-(y es)-ta-ré-siem-pre-pues-to;
6 (que aun)-que-no-ca-(be en)-mí-cuan-(to en)-vos-ve-o
7 de-tan-to-bien-lo-que-(no en)-tien-do-cre-o
8 to-man-do-ya-la-fe-por-pre-su-pues-to. 
9 Yo-no-na-cí-si-no-pa-ra-que-re-ros

10 mi-al-(ma os)-ha-cor-ta-(do a)-su-me-di-da
11 por-há-bi-to-del-al-ma-mis-(ma os)-quie-ro
12 Cuan-to-ten-go-con-fie-so-yo-de-be-ros
13 por-vos-na-cí,-por-vos-ten-go-la-vi-da
14 por-vos-he-de-mo-rir,-y-por-vos-mue-ro

SONETO XV
En el soneto XV también habla del sentimiento del amor, aquí se siente, desdichado y triste, cualquier lamento de la naturaleza sería muchísimo más pequeño que su propio sentimiento.

Si quejas y lamentos pueden tanto
que enfrenaron el curso de los ríos
y en los diversos montes y sombríos
los árboles movieron con su canto;
Lamentos y quejas amorosas
HIPÉRBATON que los ríos fueron capaces de frenar
ALTERACIÓN SINTÁCTICA
Si esas quejas pudieron frenar el cauce de los ríos y la naturaleza
Que grande era su lamento

si convirtieron a escuchar su llanto
los fieros tigres y peñascos fríos;
si, en fin, con menos casos que los míos
bajaron a los reinos del espanto,

Incluso sí las fieras y los peñascos
Se pararon a escuchar su pena.
Garcilaso está tratando de explicar su desazón
Si toda la naturaleza se quedó expectante antes tanto sufrimiento

Es una HIPÉRBOLE, y una exageración tremenda
Si la piedra dura que no siente, y además el frío que es un EPÍTETO
Si dice tigre, ya se piensa en fieras, pero para resaltar LA FIEREZA
Montes sombríos.

¿por qué no ablandará mi trabajosa
vida, en miseria y lágrimas pasada,
un corazón conmigo endurecido?
En la primer verso hay un encabalgamiento que acaba en vida
Aquí habla de la dureza de la amada que es incapaz de amarle
Cuando los ríos son capaces de torcer su cauce, y las piedras de escuchar su llanto, la dureza de loa enamorada no es incapaz, es insensible.

Con más piedad debería ser escuchada
la voz del que se llora por perdido
que la del que perdió y llora otra cosa.
Aquí se lamenta del desdén de la amada, y que no le haga caso.

SONETO XXIII

Este es uno de los más conocido, porque aparecen varios tópicos, es un soneto prácticamente idéntico tema a otro soneto de Góngora y lo que cambia es la época y al ser un siglo posterior, las metáforas y figuras retóricas y la visión que tiene Góngora en este mismo tema es distinto al que tiene Garcilaso.

CUARTETOS
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

En los cuartetos el poeta viene a decir, que hay que vivir y disfrutar de la vida.
En los 8 versos en síntesis, lo que expresa el poeta es que mientras que se es  joven, bella, se siente emoción, amor y desamor, etc.

Ponderando en los cuartetos la juventud de la joven.

Presentando; el rostro, gesto = color blanca piel y sonrosadas mejillas, dos metáforas para esas partes, rosa y azucena, siendo dos figuras porque no solamente connotan el color, sino también la suavidad de la tez, pues los pétalos de la rosa y la azucena, que no necesita ponerse maquillarse.

Además, rosa y azucena connota olores de fragancias y frescas.

Mirada ardiente, metáfora de apasionado, una mirada llena de fuego y de amor.
En eta época se busca la contención y junto a ardiente agrega el adjetivo honesto.
Enciende es otra metáfora para mostrar que enciende el corazón del enamorado, pero al mismo tiempo lo frena. Pasión Contenida.

El primer cuarteto se centra en el rostro y en la mirada.

En el segundo se centra e el color del cabello, siguiendo el orden establecido en la descripción, ahora lo que toca describir es el cabello.

Se escogió de la vena del oro significa que es rubio, observando el encabalgamiento. Les gustaba mujeres de cuello largo. EPÍTETO blanco para ponderar el color.

El último verso dice que el cabello es tan bello que el viento lo mueve, lo esparce, lo despeina.

En os cuartetos la rima: azucena,  gesto,  honesto, serena,  vena,  presto desordena. Mientras eres joven bella y capaz de enamorar.

TERCETOS
Aquí aparece el tópico del carpe diem, hay que disfrutar de la vida,

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Agarra, carpe diem, o el Collige, virgo, rosas de Ausonio.
Atrapa la vida y vive la juventud ahora que eres bella y en edad de seducir.
Alegra primavera = metáfora de juventud
Primavera=Juventud, Verano=madurez, Otoño= madurez avanzada, Invierno=vejez.
Dulce Fruto es metáfora de amor = vive el amor
Vive el amo antes que el tiempo implacable cubra de canas la cabeza.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
El viento helado = invierno, lo mismo que el frio marchita la rosa, marchita la juventud.
Todo lo cambia el tiempo que es rápido
Porque no cambia.

El último terceto es una sentencia, invitando para aplicar la idea del tercer terceto.

Este es un soneto trata el mismo tema que el de Góngora s-XVII, un siglo después, pero las imágenes de Góngora son más retorcidas, hay más desengaño, con figuras retóricas más complejas y difíciles.
La armonía es a lo que tiende el Renacimiento, y dice así:

Luis de Góngora y Argote, 1582

El tema es el mismo solo cambia la época, Garcilaso vive en el Renacimiento plenitud de los sentimientos y de su amor y  desamor, pero Góngora describe muy bien al amor aunque no disfruto del amor.


Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;
Mientras joven, pelo rubio y tez blanca como lilio, y otros ojos te miren, pues carpe diem.
El oro bruñido al sol es menor bello que el cabello, mientras la tez pueda despreciar tranquilamente a la flor bella, usa epíteto lilio no una flor cualquiera, por ser la joven más bella.

Mientras a cada labio, por cogello,
Siguen más ojos que al clavel temprano,
Y mientras triunfa con desdén lozano
Del luciente cristal tu gentil cuello,
Descripción de los labios de la joven, potenciando el clavel rojo, triunfa sobre cualquier cristal su cuello que es más brillante.
Mientras eres joven y bellísima, con un pelo precioso

Goza cuello, cabello, labio y frente,
Antes que lo que fue en tu edad dorada
Oro, lilio, clavel, cristal luciente,
Utiliza METONIMIAS, que en lugar de decir: goza tú, dice Goza cuello, cabello, labio y frente. Sería la persona.
Edad dorada = juventud, metonimias oro por color de cabello

No sólo en plata o viola troncada
Se vuelva, más tú y ello juntamente
En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Plata metáfora en lugar de canas, viola color violáceo del cabello cuando va cambiando. Todo cambiará.
El último verso de una dureza tremenda pone en relieve la decadencia del Barroco, y se convierta en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Polvo = muerte
Carpe Diem, disfruta cuando se es joven porque el pelo oro se convertirá en plata, etc., para acabar en nada.
Mediante la secuencia reiterativa; en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. Trata de encoger el corazón.


La égloga I de Garcilaso es la más representativa.

A través de dos pastores que es el propio Garcilaso en dos momentos de su vida donde recrea su amor con Isabel Freire.

Garcilaso cuando está en las églogas hablando a través de los Pastores, que son Salicio y Nemoroso, realmente es Garcilaso el que está hablando, entonces, no son pastores es el propio poeta que se desdobla en los momentos de su vida, en el que habla el pastor Salicio se queja de que Galatea no le hace caso y Nemoroso se queja del dolor que le produce la muerte de Isabel Freire.

Garcilaso se casó bastante temprano en el 1525 con Elena de Zúñiga que era su esposa y de la primera que se enamoró, pero como era muy pronto, y era un matrimonio que no le reportaba ninguna felicidad y a los dos años de casarse conoció a una dama Isabel Freire que era una dama de la corte de la Infanta Isabel.

Parece ser que Isabel era bellísima y muy joven por lo que volvió loco de amor, Garcilaso se encontraba con una situación en la que no era feliz con su mujer y perdidamente enamorado de Isabel Freire, pero su amada se casó en el año 1529 sumiendo a Garcilaso en una pena y tristeza enorme que la recrea y ese desdén le hará escribir el lamento Salicio cuando habla de Galatea.

En la égloga utiliza mucho de os tópicos, referencias mitológicas, y Galatea es una ninfa de la mitología griega de la que se enamora el Cíclope Polifemo, pero Galatea está enamorada del pastor Acis por lo que rechaza a Polifemo que se enfurece y arroja un peñasco de la gruta y aplasta dando muerte a Acis.

En un ejemplo hiperbólico, Acis estaba cera del mar y Galatea era una ninfa que vivía en las profundidades marinas y la sangre de Acis llegó al mar y de ese modo simbólico se unen Acis y Galatea. Galatea es un nombre que usa Garcilaso de la mitología griega.
Góngora también describirá a Galatea como una ninfa bellísima que cuando sale del mar y camina por la playa las botas que lleva de agua en los pies es como si fueran perlas.
Salicio es Garcilaso enamorado de Galatea y ella lo rechaza por lo que hace unos versos cantándola frialdad de la joven,  Isabel Freire  muere muy joven en el año 1533 de parto, y una vez ya muerta como no puede ni siquiera quejarse del desdén de Isabel, lo que se queja es de la muerte por haberle arrebatado a la mujer de la que estaba enamorado, sumiendo al poeta en un estado de desesperación pero como en el Renacimiento los sentimientos están contenidos, lo expresa de una manera especial, y ese dolor lo llevará siempre, pues si no hubiera muerto tenía la posibilidad de reconquistarla.
Fruto de esa desgracia será ese lamento que expresará en la égloga I, en la que el poeta pregunta, porque no le ha arrebatado a él antes la vida que a su enamorada, recogiendo la vida del autor en dos momentos de su vida. Salicio en la primera parte y Nemoroso cuando Isabel muere.
Garcilaso recrea ese ambiente bucólico del Locus Amoenus, muy pastoril y de cortesanos y como tal se expresan, usando los tópicos de Carpe diem, describe a la dama pro el orden establecido, cabello rubio, tez blanca como el nácar,  recordado el Nacimiento de la Venus de Boticcelli, un idea de perfección y belleza grandes.
En el Renacimiento se usa un castellano modernizado, muy parecido al actual, pero al ser un texto  poético se permiten muchas licencias, se usa en infinitivo y  no un sustantivo, como  se ve en el comienzo de la égloga, porque es mucho más expresivo que un substantivo abstracto.

Egloga I

El texto comienza:
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,                   5
(de pacer olvidadas) escuchando.

Es mucho más expresivo el dulce lamentar, que el dulce lamento como sustantivo abstracto que es mucho menos enfático.
Comienza ya con una SINESTESIA porque la queja no es dulce ni amarga, puede ser triste, pero usa un adjetivo que se percibe por el sentido del gusto y lo aplica a un sustantivo abstracto.
Porque es un canto por un lado alegre porque va a recrear momentos en los que fue feliz con su amada, pero también momentos de tristeza.
El HIPÉRBATON muy marcado, que es la alteración del orden sintáctico de las palabras, los niños suelen usar frases cortas de sujeto, verbo y predicado: yo quiero pan, sin embargo, los adultos, a veces anteponemos o posponemos un adverbio o adjetivo o un pronombre para darle importancia a ese texto.
Aquí he de contar y lo que cuenta es: el dulce lamentao de dos pastores, y en segunda posición sus nombres, aclarando en que consiste el dulce lamento, y dice: sus quejas imitando; imitando sus penas, cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, las ovejas no pueden estar atentas, serían personas al cantar sabroso, dichoso, que consistía en escuchar las quejas de los amores.
La sintaxis en este comienzo de texto aunque en Renacimiento se caracteriza por la sencillez, armonía, mesura, en estos 6 versos, hay una acumulación de recursos poéticos grandes.
Hablando de las ovejas dice que se les olvidaba pacer, comer, en la sintaxis el autor se recrea en retorcerla un poco, y  dice que va  cantar las quejas de estos dos pastores, que son el mismo.
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
y un grado sin segundo,
agora estés atento sólo y dado                     10
el ínclito gobierno del estado
Albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;
                                                
  agora de cuidados enojosos                       15
y de negocios libre, por ventura
andes a caza, el monte fatigando
en ardiente jinete, que apresura
el curso tras los ciervos temerosos,
que en vano su morir van dilatando;                20
espera, que en tornando
a ser restituido
al ocio ya perdido,
luego verás ejercitar mi pluma
por la infinita innumerable suma                   25
de tus virtudes y famosas obras,
antes que me consuma,
faltando a ti, que a todo el mondo sobras.

  En tanto que este tiempo que adivino
viene a sacarme de la deuda un día,                30
que se debe a tu fama y a tu gloria
(que es deuda general, no sólo mía,
mas de cualquier ingenio peregrino
que celebra lo digno de memoria),
el árbol de victoria,                              35
que ciñe estrechamente
tu gloriosa frente,
dé lugar a la hiedra que se planta
debajo de tu sombra, y se levanta
poco a poco, arrimada a tus loores;                40
y en cuanto esto se canta,
escucha tú el cantar de mis pastores.

  Saliendo de las ondas encendido,
rayaba de los montes al altura
el sol, cuando Salicio, recostado                  45
al pie de un alta haya en la verdura,
por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado,
él, con canto acordado
al rumor que sonaba,                               50
del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de allí ausente
la que de su dolor culpa tenía;
y así, como presente,                              55
razonando con ella, le decía:
El poema está escrito en ESTANCIA, que es una estrofa de 14 versos, que se introduce también en el Renacimiento, pero es mezcla de heptasílabos y endecasílabos, y la estructura de la estancia en cuanto a métrica es:
A B A B A C c, donde la c está en minúscula porque es el verso hexasílabo.
Quejas, dejas, quemo, temo, Galatea sería el esquema métrico.

Salicio:
  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;                60
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea                     d
ninguno en tal estado,                           d
de ti desamparado,                                 E  65
y de mí mismo yo me corro agora.       E
¿De un alma te desdeñas ser señora,  F
donde siempre moraste, no pudiendo e
de ella salir un hora?                             F
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              70

Aquí se queja de la frialdad, la dureza, el rechazo de Galatea, y le parece poco el sustantivo mármol y utiliza el EPÍTETO más dura, y lo contrapone al fuego apasionado que tiene Salicio, y al encendido fuego en que me quemo y en ese verso segundo, hay tres vocablos que hacen referencia al amor encendido, encender, arder, quemar, la metáfora en fuego no pude ser más clara. Cuando le parece poco un solo vocablo como “abraso” lo refuerza  par decir que está enamoradísimo de Galatea y ella lo rechaza, y frente al calor de Salicio compara a Galatea con lo duro y frio  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas, más helada que nieve, Galateausando nuevamente el epíteto helado, porque tanto dura como helada son sustantivos que desde el punto de vista del significado sobran. Al oír mármol se piensa en frío y duro, y con nieve ocurre lo mismo frío.
Usa una admiración retórica que no admite respuesta. Indicando un estado emotivo que cuando se está en ese momento se usan más los símbolos de puntuación.
Frente a esa pasión: estoy muriendo, y aún la vida temoestá muriendo de amor y teme vivir porque si ella no le hace caso será un desdichado.
témola con razón, pues tú me dejas, que no hay, sin ti, el vivir para qué sea. Sin ti la vida no tiene sentido.
Vergüenza he que me vea/ ninguno en tal estado,/ de ti desamparado,/                                 
y de mí mismo yo me corro agora. Siente vergüenza que le vean en tal estado y de sí mismo se avergüenza. Me corro = me avergüenzo.
Se ven los heptasílabos en nadie, dejado por ti, yo me avergüenzo, me corro de triste, dejado, etc.
¿De un alma te desdeñas ser señora, / donde siempre moraste, no pudiendo / de ella salir un hora? Aquí contrapone el desdén de Galatea frente al encendido fuego amoroso en el que are Salicio. Él sería su esclavo y Galatea su Señora, y dueña e su vida y corazón.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. Usa una interrogación retórica sin ningún tipo de respuesta    

  El sol tiende los rayos de su lumbre
por montes y por valles, despertando
las aves y animales y la gente:
cuál por el aire claro va volando,
cuál por el verde valle o alta cumbre              75
paciendo va segura y libremente,
cuál con el sol presente
va de nuevo al oficio,
y al usado ejercicio
do su natura o menester le inclina,                80
siempre está en llanto esta ánima mezquina,
cuando la sombra el mondo va cubriendo,
o la luz se avecina.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¿Y tú, de esta mi vida ya olvidada,              85
sin mostrar un pequeño sentimiento
de que por ti Salicio triste muera,
dejas llevar (¡desconocida!) al viento
el amor y la fe que ser guardada
eternamente sólo a mí debiera?                     90
¡Oh Dios!, ¿por qué siquiera,
(pues ves desde tu altura
esta falsa perjura
causar la muerte de un estrecho amigo)
no recibe del cielo algún castigo?                 95
Si en pago del amor yo estoy muriendo,
¿qué hará el enemigo?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento                100
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!                           105
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo                   110
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
(reputándolo yo por desvarío)
vi mi mal entre sueños, desdichado!                115
Soñaba que en el tiempo del estío
llevaba, por pasar allí la sienta,
a beber en el Tajo mi ganado;
y después de llegado,
sin saber de cuál arte,                            120
por desusada parte
y por nuevo camino el agua se iba;
ardiendo yo con la calor estiva,
el curso enajenado iba siguiendo
del agua fugitiva.                                 125
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?                  130
¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra,                            135
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no se esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              140

  ¿Qué no se esperará de aquí adelante,
por difícil que sea y por incierto?
O ¿qué discordia no será juntada?,
y juntamente ¿qué tendrá por cierto,
o qué de hoy más no temerá el amante,              145
siendo a todo materia por ti dada?
Cuando tú enajenada
de mi cuidado fuiste,
notable causa diste,
y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,          150
que el más seguro tema con recelo
perder lo que estuviere poseyendo.
Salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Materia diste al mundo de esperanza              155
de alcanzar lo imposible y no pensado,
y de hacer juntar lo diferente,
dando a quien diste el corazón malvado,
quitándolo de mí con tal mudanza
que siempre sonará de gente en gente.              160
La cordera paciente
con el lobo hambriento
hará su ayuntamiento,
y con las simples aves sin ruido
harán las bravas sierpes ya su nido;               165
que mayor diferencia comprendo
de ti al que has escogido.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Siempre de nueva leche en el verano
y en el invierno abundo; en mi majada              170
la manteca y el queso está sobrado;
de mi cantar, pues, yo te vi agradada
tanto que no pudiera el mantuano
Títiro ser de ti más alabado.
No soy, pues, bien mirado,                         175
tan disforme ni feo;
que aún agora me veo
en esta agua que corre clara y pura,
y cierto no trocara mi figura
con ese que de mí se está riendo;                  180
¡trocara mi ventura!
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¿Cómo te vine en tanto menosprecio?
¿Cómo te fui tan presto aborrecible?
¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?              185
Si no tuvieras condición terrible,
siempre fuera tenido de ti en precio,
y no viera de ti este apartamiento.
¿No sabes que sin cuento
buscan en el estío                                 190
mis ovejas el frío
de la sierra de Cuenca, y el gobierno
del abrigado Estremo en el invierno?
Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo
me estoy en llanto eterno!                         195
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan:
las aves que me escuchan, cuando cantan,           200
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras, que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado                                  205
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aún siquiera no volviendo
a lo que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              210

  Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,
no dejes el lugar que tanto amaste,
que bien podrás venir de mí segura;
yo dejaré el lugar do me dejaste;               
ven, si por sólo esto te detienes;                 215
ves aquí un prado lleno de verdura,
ves aquí una espesura,
ves aquí una agua clara,
en otro tiempo cara,                             
a quien de ti con lágrimas me quejo.               220
Quizá aquí hallarás (pues yo me alejo)
al que todo mi bien quitarme puede;
que pues el bien le dejo,
no es mucho que el lugar también le quede.      

  Aquí dio fin a su cantar Salicio,                225
y suspirando en el postrero acento,
soltó de llanto una profunda vena.
Queriendo el monte al grave sentimiento
de aquel dolor en algo ser propicio,            
con la pesada voz retumba y suena.                 230
La blanca Filomena,
casi como dolida
y a compasión movida,
dulcemente responde al son lloroso.             
Lo que cantó tras esto Nemoroso                    235
decidlo vos Piérides, que tanto
no puedo yo, ni oso,
que siento enflaquecer mi débil canto.

Nemoroso:

  Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,            240
verde prado, de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno                                 245
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría                     250
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.

  Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso, en el reposo
estuve ya contento y descansado.                   255
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,
que despertando, a Elisa vi a mi lado.
¡Oh miserable hado!
¡Oh tela delicada,                                 260
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que es más que el hierro fuerte,                   265
pues no la ha quebrantado tu partida.

  ¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi ánima doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,                  270
llena de vencimientos y despojos
que de mí mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que vían
con gran desprecio al oro,
como a menor tesoro,                               275
¿adónde están?  ¿Adónde el blando pecho?
¿Dó la columna que el dorado techo
con presunción graciosa sostenía?
Aquesto todo agora ya se encierra,
por desventura mía,                                280
en la fría, desierta y dura tierra.

  ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento            285
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto,
que a sempiterno llanto                            290
y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.            295

  Después que nos dejaste, nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena.
No hay bien que en mal no se convierta y mude:
la mala hierba al trigo ahoga, y nace              300
en lugar suyo la infelice avena;
la tierra, que de buena
gana nos producía
flores con que solía
quitar en sólo vellas mil enojos,                  305
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable;
yo hago con mis ojos
crecer, llorando, el fruto miserable.

  Como al partir del sol la sombra crece,          310
y en cayendo su rayo se levanta
la negra escuridad que el mundo cubre,
de do viene el temor que nos espanta,
y la medrosa forma en que se ofrece
aquello que la noche nos encubre,                  315
hasta que el sol descubre
su luz pura y hermosa:
tal es la tenebrosa
noche de tu partir, en que he quedado
de sombra y de temor atormentado,                  320
hasta que muerte el tiempo determine
que a ver el deseado
sol de tu clara vista me encamine.

  Cual suele el ruiseñor con triste canto
quejarse, entre las hojas escondido,               325
del duro labrador, que cautamente
le despojó su caro y dulce nido
de los tiernos hijuelos, entre tanto
que del amado ramo estaba ausente,
y aquel dolor que siente                           330
con diferencia tanta
por la dulce garganta
despide, y a su canto el aire suena,
y la callada noche no refrena
su lamentable oficio y sus querellas,              335
trayendo de su pena
al cielo por testigo y las estrellas;

  desta manera suelto yo la rienda
a mi dolor, y así me quejo en vano
de la dureza de la muerte airada.                  340
Ella en mi corazón metió la mano,
y de allí me llevó mi dulce prenda,
que aquél era su nido y su morada.
¡Ay muerte arrebatada!
Por ti me estoy quejando                           345
al cielo y enojando
con importuno llanto al mundo todo:
tan desigual dolor no sufre modo.
No me podrán quitar el dolorido
sentir, si ya del todo                             350
primero no me quitan el sentido.
Me estoy quejando por un dolor intensoy los tres últimos versos de dolor y tristeza No me podrán quitar el dolorido,/sentir, si ya del todo,/ primero no me quitan el sentido. De nuevo el infinitivo lo prefiere al sustantivo abstracto, porque si dijese no me podrán quitar el dolorido sentimiento sería mucho menos agresivo. si ya del todo,/si ya primero no me quitan el sentido, si no me quitan la vida.

  Una parte guardé de tus cabellos,
Elisa, envueltos en un blanco paño,
que nunca de mi seno se me apartan;
descójolos, y de un dolor tamaño                   355
enternecerme siento, que sobre ellos
nunca mis ojos de llorar se hartan.
Sin que de allí se partan,
con sospiros calientes,
más que la llama ardientes,                        360
los enjugo del llanto, y de consuno
casi los paso y cuento uno a uno;
juntándolos, con un cordón los ato.
Tras esto el importuno
dolor me deja descansar un rato.                   365

  Mas luego a la memoria se me ofrece
aquella noche tenebrosa, escura,
que siempre aflige esta ánima mezquina
con la memoria de mi desventura
Verte presente agora me parece                     370
en aquel duro trance de Lucina,
y aquella voz divina,
con cuyo son y acentos
a los airados vientos
pudieras amansar, que agora es muda.               375
Me parece que oigo que a la cruda,
inexorable diosa demandabas
en aquel paso ayuda;
y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?

  ¿Ibate tanto en perseguir las fieras?            380
¿Ibate tanto en un pastor dormido?
¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,
que, conmovida a compasión, oído
a los votos y lágrimas no dieras,
por no ver hecha tierra tal belleza,               385
o no ver la tristeza
en que tu Nemoroso
queda, que su reposo
era seguir tu oficio, persiguiendo
las fieras por los monte, y ofreciendo             390
a tus sagradas aras los despojos?
¿Y tú, ingrata, riendo
dejas morir mi bien ante los ojos?

  Divina Elisa, pues agora el cielo
con inmortales pies pisas y mides,                 395
y su mudanza ves, estando queda,
¿por qué de mí te olvidas y no pides
que se apresure el tiempo en que este velo
rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
y en la tercera rueda,                             400
contigo mano a mano,
busquemos otro llano,
busquemos otros montes y otros ríos,
otros valles floridos y sombríos,
do descansar y siempre pueda verte                 405
ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte?

            ------

  Nunca pusieran fin al triste lloro
los pastores, ni fueran acabadas
las canciones que sólo el monte oía,               410
si mirando las nubes coloradas,
al tramontar del sol bordadas de oro,
no vieran que era ya pasado el día,
la sombra se veía
venir corriendo apriesa                            415
ya por la falda espesa
del altísimo monte, y recordando
ambos como de sueño, y acabando
el fugitivo sol, de luz escaso,
su ganado llevando,                                420
se fueran recogiendo paso a paso.

La égloga I de Garcilaso es la más representativa.

A través de dos pastores que es el propio Garcilaso en dos momentos de su vida donde recrea su amor con Isabel Freire.

Garcilaso cuando está en las églogas hablando a través de los Pastores, que son Salicio y Nemoroso, realmente es Garcilaso el que está hablando, entonces, no son pastores es el propio poeta que se desdobla en los momentos de su vida, en el que habla el pastor Salicio se queja de que Galatea no le hace caso y Nemoroso se queja del dolor que le produce la muerte de Isabel Freire.

Garcilaso se casó bastante temprano en el 1525 con Elena de Zúñiga que era su esposa y de la primera que se enamoró, pero como era muy pronto, y era un matrimonio que no le reportaba ninguna felicidad y a los dos años de casarse conoció a una dama Isabel Freire que era una dama de la corte de la Infanta Isabel.

Parece ser que Isabel era bellísima y muy joven por lo que volvió loco de amor, Garcilaso se encontraba con una situación en la que no era feliz con su mujer y perdidamente enamorado de Isabel Freire, pero su amada se casó en el año 1529 sumiendo a Garcilaso en una pena y tristeza enorme que la recrea y ese desdén le hará escribir el lamento Salicio cuando habla de Galatea.

En la égloga utiliza mucho de os tópicos, referencias mitológicas, y Galatea es una ninfa de la mitología griega de la que se enamora el Cíclope Polifemo, pero Galatea está enamorada del pastor Acis por lo que rechaza a Polifemo que se enfurece y arroja un peñasco de la gruta y aplasta dando muerte a Acis.

En un ejemplo hiperbólico, Acis estaba cera del mar y Galatea era una ninfa que vivía en las profundidades marinas y la sangre de Acis llegó al mar y de ese modo simbólico se unen Acis y Galatea. Galatea es un nombre que usa Garcilaso de la mitología griega.
Góngora también describirá a Galatea como una ninfa bellísima que cuando sale del mar y camina por la playa las botas que lleva de agua en los pies es como si fueran perlas.
Salicio es Garcilaso enamorado de Galatea y ella lo rechaza por lo que hace unos versos cantándola frialdad de la joven,  Isabel Freire  muere muy joven en el año 1533 de parto, y una vez ya muerta como no puede ni siquiera quejarse del desdén de Isabel, lo que se queja es de la muerte por haberle arrebatado a la mujer de la que estaba enamorado, sumiendo al poeta en un estado de desesperación pero como en el Renacimiento los sentimientos están contenidos, lo expresa de una manera especial, y ese dolor lo llevará siempre, pues si no hubiera muerto tenía la posibilidad de reconquistarla.
Fruto de esa desgracia será ese lamento que expresará en la égloga I, en la que el poeta pregunta, porque no le ha arrebatado a él antes la vida que a su enamorada, recogiendo la vida del autor en dos momentos de su vida. Salicio en la primera parte y Nemoroso cuando Isabel muere.
Garcilaso recrea ese ambiente bucólico del Locus Amoenus, muy pastoril y de cortesanos y como tal se expresan, usando los tópicos de Carpe diem, describe a la dama pro el orden establecido, cabello rubio, tez blanca como el nácar,  recordado el Nacimiento de la Venus de Boticcelli, un idea de perfección y belleza grandes.
En el Renacimiento se usa un castellano modernizado, muy parecido al actual, pero al ser un texto  poético se permiten muchas licencias, se usa en infinitivo y  no un sustantivo, como  se ve en el comienzo de la égloga, porque es mucho más expresivo que un substantivo abstracto.

Egloga I

El texto comienza:
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,                   5
(de pacer olvidadas) escuchando.

Es mucho más expresivo el dulce lamentar, que el dulce lamento como sustantivo abstracto que es mucho menos enfático.
Comienza ya con una SINESTESIA porque la queja no es dulce ni amarga, puede ser triste, pero usa un adjetivo que se percibe por el sentido del gusto y lo aplica a un sustantivo abstracto.
Porque es un canto por un lado alegre porque va a recrear momentos en los que fue feliz con su amada, pero también momentos de tristeza.
El HIPÉRBATON muy marcado, que es la alteración del orden sintáctico de las palabras, los niños suelen usar frases cortas de sujeto, verbo y predicado: yo quiero pan, sin embargo, los adultos, a veces anteponemos o posponemos un adverbio o adjetivo o un pronombre para darle importancia a ese texto.
Aquí he de contar y lo que cuenta es: el dulce lamentao de dos pastores, y en segunda posición sus nombres, aclarando en que consiste el dulce lamento, y dice: sus quejas imitando; imitando sus penas, cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, las ovejas no pueden estar atentas, serían personas al cantar sabroso, dichoso, que consistía en escuchar las quejas de los amores.
La sintaxis en este comienzo de texto aunque en Renacimiento se caracteriza por la sencillez, armonía, mesura, en estos 6 versos, hay una acumulación de recursos poéticos grandes.
Hablando de las ovejas dice que se les olvidaba pacer, comer, en la sintaxis el autor se recrea en retorcerla un poco, y  dice que va  cantar las quejas de estos dos pastores, que son el mismo.
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
y un grado sin segundo,
agora estés atento sólo y dado                     10
el ínclito gobierno del estado
Albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;
                                                
  agora de cuidados enojosos                       15
y de negocios libre, por ventura
andes a caza, el monte fatigando
en ardiente jinete, que apresura
el curso tras los ciervos temerosos,
que en vano su morir van dilatando;                20
espera, que en tornando
a ser restituido
al ocio ya perdido,
luego verás ejercitar mi pluma
por la infinita innumerable suma                   25
de tus virtudes y famosas obras,
antes que me consuma,
faltando a ti, que a todo el mondo sobras.

  En tanto que este tiempo que adivino
viene a sacarme de la deuda un día,                30
que se debe a tu fama y a tu gloria
(que es deuda general, no sólo mía,
mas de cualquier ingenio peregrino
que celebra lo digno de memoria),
el árbol de victoria,                              35
que ciñe estrechamente
tu gloriosa frente,
dé lugar a la hiedra que se planta
debajo de tu sombra, y se levanta
poco a poco, arrimada a tus loores;                40
y en cuanto esto se canta,
escucha tú el cantar de mis pastores.

  Saliendo de las ondas encendido,
rayaba de los montes al altura
el sol, cuando Salicio, recostado                  45
al pie de un alta haya en la verdura,
por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado,
él, con canto acordado
al rumor que sonaba,                               50
del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de allí ausente
la que de su dolor culpa tenía;
y así, como presente,                              55
razonando con ella, le decía:
El poema está escrito en ESTANCIA, que es una estrofa de 14 versos, que se introduce también en el Renacimiento, pero es mezcla de heptasílabos y endecasílabos, y la estructura de la estancia en cuanto a métrica es:
A B A B A C c, donde la c está en minúscula porque es el verso hexasílabo.
Quejas, dejas, quemo, temo, Galatea sería el esquema métrico.

Salicio:
  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;                60
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea                     d
ninguno en tal estado,                           d
de ti desamparado,                                 E  65
y de mí mismo yo me corro agora.       E
¿De un alma te desdeñas ser señora,  F
donde siempre moraste, no pudiendo e
de ella salir un hora?                             F
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              70

Aquí se queja de la frialdad, la dureza, el rechazo de Galatea, y le parece poco el sustantivo mármol y utiliza el EPÍTETO más dura, y lo contrapone al fuego apasionado que tiene Salicio, y al encendido fuego en que me quemo y en ese verso segundo, hay tres vocablos que hacen referencia al amor encendido, encender, arder, quemar, la metáfora en fuego no pude ser más clara. Cuando le parece poco un solo vocablo como “abraso” lo refuerza  par decir que está enamoradísimo de Galatea y ella lo rechaza, y frente al calor de Salicio compara a Galatea con lo duro y frio  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas, más helada que nieve, Galateausando nuevamente el epíteto helado, porque tanto dura como helada son sustantivos que desde el punto de vista del significado sobran. Al oír mármol se piensa en frío y duro, y con nieve ocurre lo mismo frío.
Usa una admiración retórica que no admite respuesta. Indicando un estado emotivo que cuando se está en ese momento se usan más los símbolos de puntuación.
Frente a esa pasión: estoy muriendo, y aún la vida temoestá muriendo de amor y teme vivir porque si ella no le hace caso será un desdichado.
témola con razón, pues tú me dejas, que no hay, sin ti, el vivir para qué sea. Sin ti la vida no tiene sentido.
Vergüenza he que me vea/ ninguno en tal estado,/ de ti desamparado,/                                 
y de mí mismo yo me corro agora. Siente vergüenza que le vean en tal estado y de sí mismo se avergüenza. Me corro = me avergüenzo.
Se ven los heptasílabos en nadie, dejado por ti, yo me avergüenzo, me corro de triste, dejado, etc.
¿De un alma te desdeñas ser señora, / donde siempre moraste, no pudiendo / de ella salir un hora? Aquí contrapone el desdén de Galatea frente al encendido fuego amoroso en el que are Salicio. Él sería su esclavo y Galatea su Señora, y dueña e su vida y corazón.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. Usa una interrogación retórica sin ningún tipo de respuesta    

  El sol tiende los rayos de su lumbre
por montes y por valles, despertando
las aves y animales y la gente:
cuál por el aire claro va volando,
cuál por el verde valle o alta cumbre              75
paciendo va segura y libremente,
cuál con el sol presente
va de nuevo al oficio,
y al usado ejercicio
do su natura o menester le inclina,                80
siempre está en llanto esta ánima mezquina,
cuando la sombra el mondo va cubriendo,
o la luz se avecina.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¿Y tú, de esta mi vida ya olvidada,              85
sin mostrar un pequeño sentimiento
de que por ti Salicio triste muera,
dejas llevar (¡desconocida!) al viento
el amor y la fe que ser guardada
eternamente sólo a mí debiera?                     90
¡Oh Dios!, ¿por qué siquiera,
(pues ves desde tu altura
esta falsa perjura
causar la muerte de un estrecho amigo)
no recibe del cielo algún castigo?                 95
Si en pago del amor yo estoy muriendo,
¿qué hará el enemigo?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento                100
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!                           105
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo                   110
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
(reputándolo yo por desvarío)
vi mi mal entre sueños, desdichado!                115
Soñaba que en el tiempo del estío
llevaba, por pasar allí la sienta,
a beber en el Tajo mi ganado;
y después de llegado,
sin saber de cuál arte,                            120
por desusada parte
y por nuevo camino el agua se iba;
ardiendo yo con la calor estiva,
el curso enajenado iba siguiendo
del agua fugitiva.                                 125
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?                  130
¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra,                            135
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no se esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              140

  ¿Qué no se esperará de aquí adelante,
por difícil que sea y por incierto?
O ¿qué discordia no será juntada?,
y juntamente ¿qué tendrá por cierto,
o qué de hoy más no temerá el amante,              145
siendo a todo materia por ti dada?
Cuando tú enajenada
de mi cuidado fuiste,
notable causa diste,
y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,          150
que el más seguro tema con recelo
perder lo que estuviere poseyendo.
Salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Materia diste al mundo de esperanza              155
de alcanzar lo imposible y no pensado,
y de hacer juntar lo diferente,
dando a quien diste el corazón malvado,
quitándolo de mí con tal mudanza
que siempre sonará de gente en gente.              160
La cordera paciente
con el lobo hambriento
hará su ayuntamiento,
y con las simples aves sin ruido
harán las bravas sierpes ya su nido;               165
que mayor diferencia comprendo
de ti al que has escogido.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Siempre de nueva leche en el verano
y en el invierno abundo; en mi majada              170
la manteca y el queso está sobrado;
de mi cantar, pues, yo te vi agradada
tanto que no pudiera el mantuano
Títiro ser de ti más alabado.
No soy, pues, bien mirado,                         175
tan disforme ni feo;
que aún agora me veo
en esta agua que corre clara y pura,
y cierto no trocara mi figura
con ese que de mí se está riendo;                  180
¡trocara mi ventura!
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¿Cómo te vine en tanto menosprecio?
¿Cómo te fui tan presto aborrecible?
¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?              185
Si no tuvieras condición terrible,
siempre fuera tenido de ti en precio,
y no viera de ti este apartamiento.
¿No sabes que sin cuento
buscan en el estío                                 190
mis ovejas el frío
de la sierra de Cuenca, y el gobierno
del abrigado Estremo en el invierno?
Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo
me estoy en llanto eterno!                         195
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan:
las aves que me escuchan, cuando cantan,           200
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras, que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado                                  205
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aún siquiera no volviendo
a lo que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              210

  Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,
no dejes el lugar que tanto amaste,
que bien podrás venir de mí segura;
yo dejaré el lugar do me dejaste;               
ven, si por sólo esto te detienes;                 215
ves aquí un prado lleno de verdura,
ves aquí una espesura,
ves aquí una agua clara,
en otro tiempo cara,                             
a quien de ti con lágrimas me quejo.               220
Quizá aquí hallarás (pues yo me alejo)
al que todo mi bien quitarme puede;
que pues el bien le dejo,
no es mucho que el lugar también le quede.      

  Aquí dio fin a su cantar Salicio,                225
y suspirando en el postrero acento,
soltó de llanto una profunda vena.
Queriendo el monte al grave sentimiento
de aquel dolor en algo ser propicio,            
con la pesada voz retumba y suena.                 230
La blanca Filomena,
casi como dolida
y a compasión movida,
dulcemente responde al son lloroso.             
Lo que cantó tras esto Nemoroso                    235
decidlo vos Piérides, que tanto
no puedo yo, ni oso,
que siento enflaquecer mi débil canto.

Nemoroso:

  Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,            240
verde prado, de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno                                 245
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría                     250
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.

  Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso, en el reposo
estuve ya contento y descansado.                   255
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,
que despertando, a Elisa vi a mi lado.
¡Oh miserable hado!
¡Oh tela delicada,                                 260
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que es más que el hierro fuerte,                   265
pues no la ha quebrantado tu partida.

  ¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi ánima doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,                  270
llena de vencimientos y despojos
que de mí mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que vían
con gran desprecio al oro,
como a menor tesoro,                               275
¿adónde están?  ¿Adónde el blando pecho?
¿Dó la columna que el dorado techo
con presunción graciosa sostenía?
Aquesto todo agora ya se encierra,
por desventura mía,                                280
en la fría, desierta y dura tierra.

  ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento            285
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto,
que a sempiterno llanto                            290
y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.            295

  Después que nos dejaste, nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena.
No hay bien que en mal no se convierta y mude:
la mala hierba al trigo ahoga, y nace              300
en lugar suyo la infelice avena;
la tierra, que de buena
gana nos producía
flores con que solía
quitar en sólo vellas mil enojos,                  305
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable;
yo hago con mis ojos
crecer, llorando, el fruto miserable.

  Como al partir del sol la sombra crece,          310
y en cayendo su rayo se levanta
la negra escuridad que el mundo cubre,
de do viene el temor que nos espanta,
y la medrosa forma en que se ofrece
aquello que la noche nos encubre,                  315
hasta que el sol descubre
su luz pura y hermosa:
tal es la tenebrosa
noche de tu partir, en que he quedado
de sombra y de temor atormentado,                  320
hasta que muerte el tiempo determine
que a ver el deseado
sol de tu clara vista me encamine.

  Cual suele el ruiseñor con triste canto
quejarse, entre las hojas escondido,               325
del duro labrador, que cautamente
le despojó su caro y dulce nido
de los tiernos hijuelos, entre tanto
que del amado ramo estaba ausente,
y aquel dolor que siente                           330
con diferencia tanta
por la dulce garganta
despide, y a su canto el aire suena,
y la callada noche no refrena
su lamentable oficio y sus querellas,              335
trayendo de su pena
al cielo por testigo y las estrellas;

  desta manera suelto yo la rienda
a mi dolor, y así me quejo en vano
de la dureza de la muerte airada.                  340
Ella en mi corazón metió la mano,
y de allí me llevó mi dulce prenda,
que aquél era su nido y su morada.
¡Ay muerte arrebatada!
Por ti me estoy quejando                           345
al cielo y enojando
con importuno llanto al mundo todo:
tan desigual dolor no sufre modo.
No me podrán quitar el dolorido
sentir, si ya del todo                             350
primero no me quitan el sentido.
Me estoy quejando por un dolor intensoy los tres últimos versos de dolor y tristeza No me podrán quitar el dolorido,/sentir, si ya del todo,/ primero no me quitan el sentido. De nuevo el infinitivo lo prefiere al sustantivo abstracto, porque si dijese no me podrán quitar el dolorido sentimiento sería mucho menos agresivo. si ya del todo,/si ya primero no me quitan el sentido, si no me quitan la vida.

  Una parte guardé de tus cabellos,
Elisa, envueltos en un blanco paño,
que nunca de mi seno se me apartan;
descójolos, y de un dolor tamaño                   355
enternecerme siento, que sobre ellos
nunca mis ojos de llorar se hartan.
Sin que de allí se partan,
con sospiros calientes,
más que la llama ardientes,                        360
los enjugo del llanto, y de consuno
casi los paso y cuento uno a uno;
juntándolos, con un cordón los ato.
Tras esto el importuno
dolor me deja descansar un rato.                   365

  Mas luego a la memoria se me ofrece
aquella noche tenebrosa, escura,
que siempre aflige esta ánima mezquina
con la memoria de mi desventura
Verte presente agora me parece                     370
en aquel duro trance de Lucina,
y aquella voz divina,
con cuyo son y acentos
a los airados vientos
pudieras amansar, que agora es muda.               375
Me parece que oigo que a la cruda,
inexorable diosa demandabas
en aquel paso ayuda;
y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?

  ¿Ibate tanto en perseguir las fieras?            380
¿Ibate tanto en un pastor dormido?
¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,
que, conmovida a compasión, oído
a los votos y lágrimas no dieras,
por no ver hecha tierra tal belleza,               385
o no ver la tristeza
en que tu Nemoroso
queda, que su reposo
era seguir tu oficio, persiguiendo
las fieras por los monte, y ofreciendo             390
a tus sagradas aras los despojos?
¿Y tú, ingrata, riendo
dejas morir mi bien ante los ojos?

  Divina Elisa, pues agora el cielo
con inmortales pies pisas y mides,                 395
y su mudanza ves, estando queda,
¿por qué de mí te olvidas y no pides
que se apresure el tiempo en que este velo
rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
y en la tercera rueda,                             400
contigo mano a mano,
busquemos otro llano,
busquemos otros montes y otros ríos,
otros valles floridos y sombríos,
do descansar y siempre pueda verte                 405
ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte?

            ------

  Nunca pusieran fin al triste lloro
los pastores, ni fueran acabadas
las canciones que sólo el monte oía,               410
si mirando las nubes coloradas,
al tramontar del sol bordadas de oro,
no vieran que era ya pasado el día,
la sombra se veía
venir corriendo apriesa                            415
ya por la falda espesa
del altísimo monte, y recordando
ambos como de sueño, y acabando
el fugitivo sol, de luz escaso,
su ganado llevando,                                420
se fueran recogiendo paso a paso.

CONTINUACIÓN  .......



18 de febrero de 2019


A través de dos pastores que es el propio Garcilaso en dos momentos de su vida donde recrea su amor con Isabel Freire.

Garcilaso cuando está en las églogas hablando a través de los Pastores, que son Salicio y Nemoroso, realmente es Garcilaso el que está hablando, entonces, no son pastores es el propio poeta que se desdobla en los momentos de su vida, en el que habla el pastor Salicio se queja de que Galatea no le hace caso y Nemoroso se queja del dolor que le produce la muerte de Isabel Freire.

Garcilaso se casó bastante temprano en el 1525 con Elena de Zúñiga que era su esposa y de la primera que se enamoró, pero como era muy pronto, y era un matrimonio que no le reportaba ninguna felicidad y a los dos años de casarse conoció a una dama Isabel Freire que era una dama de la corte de la Infanta Isabel.

Parece ser que Isabel era bellísima y muy joven por lo que volvió loco de amor, Garcilaso se encontraba con una situación en la que no era feliz con su mujer y perdidamente enamorado de Isabel Freire, pero su amada se casó en el año 1529 sumiendo a Garcilaso en una pena y tristeza enorme que la recrea y ese desdén le hará escribir el lamento Salicio cuando habla de Galatea.

En la égloga utiliza mucho de os tópicos, referencias mitológicas, y Galatea es una ninfa de la mitología griega de la que se enamora el Cíclope Polifemo, pero Galatea está enamorada del pastor Acis por lo que rechaza a Polifemo que se enfurece y arroja un peñasco de la gruta y aplasta dando muerte a Acis.

En un ejemplo hiperbólico, Acis estaba cera del mar y Galatea era una ninfa que vivía en las profundidades marinas y la sangre de Acis llegó al mar y de ese modo simbólico se unen Acis y Galatea. Galatea es un nombre que usa Garcilaso de la mitología griega.
Góngora también describirá a Galatea como una ninfa bellísima que cuando sale del mar y camina por la playa las botas que lleva de agua en los pies es como si fueran perlas.
Salicio es Garcilaso enamorado de Galatea y ella lo rechaza por lo que hace unos versos cantándola frialdad de la joven,  Isabel Freire  muere muy joven en el año 1533 de parto, y una vez ya muerta como no puede ni siquiera quejarse del desdén de Isabel, lo que se queja es de la muerte por haberle arrebatado a la mujer de la que estaba enamorado, sumiendo al poeta en un estado de desesperación pero como en el Renacimiento los sentimientos están contenidos, lo expresa de una manera especial, y ese dolor lo llevará siempre, pues si no hubiera muerto tenía la posibilidad de reconquistarla.
Fruto de esa desgracia será ese lamento que expresará en la égloga I, en la que el poeta pregunta, porque no le ha arrebatado a él antes la vida que a su enamorada, recogiendo la vida del autor en dos momentos de su vida. Salicio en la primera parte y Nemoroso cuando Isabel muere.

Garcilaso recrea ese ambiente bucólico del Locus Amoenus, muy pastoril y de cortesanos y como tal se expresan, usando los tópicos de Carpe diem, describe a la dama pro el orden establecido, cabello rubio, tez blanca como el nácar,  recordado el Nacimiento de la Venus de Boticcelli, un idea de perfección y belleza grandes.

En el Renacimiento se usa un castellano modernizado, muy parecido al actual, pero al ser un texto  poético se permiten muchas licencias, se usa en infinitivo y  no un sustantivo, como  se ve en el comienzo de la égloga, porque es mucho más expresivo que un substantivo abstracto.

Egloga I

El texto comienza:
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,                   5
(de pacer olvidadas) escuchando.

Es mucho más expresivo el dulce lamentar, que el dulce lamento como sustantivo abstracto que es mucho menos enfático.
Comienza ya con una SINESTESIA porque la queja no es dulce ni amarga, puede ser triste, pero usa un adjetivo que se percibe por el sentido del gusto y lo aplica a un sustantivo abstracto.
Porque es un canto por un lado alegre porque va a recrear momentos en los que fue feliz con su amada, pero también momentos de tristeza.
El HIPÉRBATON muy marcado, que es la alteración del orden sintáctico de las palabras, los niños suelen usar frases cortas de sujeto, verbo y predicado: yo quiero pan, sin embargo, los adultos, a veces anteponemos o posponemos un adverbio o adjetivo o un pronombre para darle importancia a ese texto.
Aquí he de contar y lo que cuenta es: el dulce lamentao de dos pastores, y en segunda posición sus nombres, aclarando en que consiste el dulce lamento, y dice: sus quejas imitando; imitando sus penas, cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, las ovejas no pueden estar atentas, serían personas al cantar sabroso, dichoso, que consistía en escuchar las quejas de los amores.
La sintaxis en este comienzo de texto aunque en Renacimiento se caracteriza por la sencillez, armonía, mesura, en estos 6 versos, hay una acumulación de recursos poéticos grandes.
Hablando de las ovejas dice que se les olvidaba pacer, comer, en la sintaxis el autor se recrea en retorcerla un poco, y  dice que va  cantar las quejas de estos dos pastores, que son el mismo.

Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
y un grado sin segundo,
agora estés atento sólo y dado                     10
el ínclito gobierno del estado
Albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;
                                                
  agora de cuidados enojosos                       15
y de negocios libre, por ventura
andes a caza, el monte fatigando
en ardiente jinete, que apresura
el curso tras los ciervos temerosos,
que en vano su morir van dilatando;                20
espera, que en tornando
a ser restituido
al ocio ya perdido,
luego verás ejercitar mi pluma
por la infinita innumerable suma                   25
de tus virtudes y famosas obras,
antes que me consuma,
faltando a ti, que a todo el mondo sobras.

  En tanto que este tiempo que adivino
viene a sacarme de la deuda un día,                30
que se debe a tu fama y a tu gloria
(que es deuda general, no sólo mía,
mas de cualquier ingenio peregrino
que celebra lo digno de memoria),
el árbol de victoria,                              35
que ciñe estrechamente
tu gloriosa frente,
dé lugar a la hiedra que se planta
debajo de tu sombra, y se levanta
poco a poco, arrimada a tus loores;                40
y en cuanto esto se canta,
escucha tú el cantar de mis pastores.

  Saliendo de las ondas encendido,
rayaba de los montes al altura
el sol, cuando Salicio, recostado                  45
al pie de un alta haya en la verdura,
por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado,
él, con canto acordado
al rumor que sonaba,                               50
del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de allí ausente
la que de su dolor culpa tenía;
y así, como presente,                              55
razonando con ella, le decía:
El poema está escrito en ESTANCIA, que es una estrofa de 14 versos, que se introduce también en el Renacimiento, pero es mezcla de heptasílabos y endecasílabos, y la estructura de la estancia en cuanto a métrica es:
A B A B A C c, donde la c está en minúscula porque es el verso hexasílabo.
Quejas, dejas, quemo, temo, Galatea sería el esquema métrico.

Salicio:
  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;                60
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea                     d
ninguno en tal estado,                           d
de ti desamparado,                                 E  65
y de mí mismo yo me corro agora.       E
¿De un alma te desdeñas ser señora,  F
donde siempre moraste, no pudiendo e
de ella salir un hora?                             F
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              70

Aquí se queja de la frialdad, la dureza, el rechazo de Galatea, y le parece poco el sustantivo mármol y utiliza el EPÍTETO más dura, y lo contrapone al fuego apasionado que tiene Salicio, y al encendido fuego en que me quemo y en ese verso segundo, hay tres vocablos que hacen referencia al amor encendido, encender, arder, quemar, la metáfora en fuego no pude ser más clara. Cuando le parece poco un solo vocablo como “abraso” lo refuerza  par decir que está enamoradísimo de Galatea y ella lo rechaza, y frente al calor de Salicio compara a Galatea con lo duro y frio  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas, más helada que nieve, Galateausando nuevamente el epíteto helado, porque tanto dura como helada son sustantivos que desde el punto de vista del significado sobran. Al oír mármol se piensa en frío y duro, y con nieve ocurre lo mismo frío.
Usa una admiración retórica que no admite respuesta. Indicando un estado emotivo que cuando se está en ese momento se usan más los símbolos de puntuación.
Frente a esa pasión: estoy muriendo, y aún la vida temoestá muriendo de amor y teme vivir porque si ella no le hace caso será un desdichado.
témola con razón, pues tú me dejas, que no hay, sin ti, el vivir para qué sea. Sin ti la vida no tiene sentido.
Vergüenza he que me vea/ ninguno en tal estado,/ de ti desamparado,/                                 
y de mí mismo yo me corro agora. Siente vergüenza que le vean en tal estado y de sí mismo se avergüenza. Me corro = me avergüenzo.
Se ven los heptasílabos en nadie, dejado por ti, yo me avergüenzo, me corro de triste, dejado, etc.
¿De un alma te desdeñas ser señora, / donde siempre moraste, no pudiendo / de ella salir un hora? Aquí contrapone el desdén de Galatea frente al encendido fuego amoroso en el que are Salicio. Él sería su esclavo y Galatea su Señora, y dueña e su vida y corazón.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. Usa una interrogación retórica sin ningún tipo de respuesta    

  El sol tiende los rayos de su lumbre
por montes y por valles, despertando
las aves y animales y la gente:
cuál por el aire claro va volando,
cuál por el verde valle o alta cumbre              75
paciendo va segura y libremente,
cuál con el sol presente
va de nuevo al oficio,
y al usado ejercicio
do su natura o menester le inclina,                80
siempre está en llanto esta ánima mezquina,
cuando la sombra el mondo va cubriendo,
o la luz se avecina.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¿Y tú, de esta mi vida ya olvidada,              85
sin mostrar un pequeño sentimiento
de que por ti Salicio triste muera,
dejas llevar (¡desconocida!) al viento
el amor y la fe que ser guardada
eternamente sólo a mí debiera?                     90
¡Oh Dios!, ¿por qué siquiera,
(pues ves desde tu altura
esta falsa perjura
causar la muerte de un estrecho amigo)
no recibe del cielo algún castigo?                 95
Si en pago del amor yo estoy muriendo,
¿qué hará el enemigo?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento                100
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!                           105
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo                   110
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
(reputándolo yo por desvarío)
vi mi mal entre sueños, desdichado!                115
Soñaba que en el tiempo del estío
llevaba, por pasar allí la sienta,
a beber en el Tajo mi ganado;
y después de llegado,
sin saber de cuál arte,                            120
por desusada parte
y por nuevo camino el agua se iba;
ardiendo yo con la calor estiva,
el curso enajenado iba siguiendo
del agua fugitiva.                                 125
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?                  130
¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra,                            135
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no se esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              140

  ¿Qué no se esperará de aquí adelante,
por difícil que sea y por incierto?
O ¿qué discordia no será juntada?,
y juntamente ¿qué tendrá por cierto,
o qué de hoy más no temerá el amante,              145
siendo a todo materia por ti dada?
Cuando tú enajenada
de mi cuidado fuiste,
notable causa diste,
y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,          150
que el más seguro tema con recelo
perder lo que estuviere poseyendo.
Salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Materia diste al mundo de esperanza              155
de alcanzar lo imposible y no pensado,
y de hacer juntar lo diferente,
dando a quien diste el corazón malvado,
quitándolo de mí con tal mudanza
que siempre sonará de gente en gente.              160
La cordera paciente
con el lobo hambriento
hará su ayuntamiento,
y con las simples aves sin ruido
harán las bravas sierpes ya su nido;               165
que mayor diferencia comprendo
de ti al que has escogido.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Siempre de nueva leche en el verano
y en el invierno abundo; en mi majada              170
la manteca y el queso está sobrado;
de mi cantar, pues, yo te vi agradada
tanto que no pudiera el mantuano
Títiro ser de ti más alabado.
No soy, pues, bien mirado,                         175
tan disforme ni feo;
que aún agora me veo
en esta agua que corre clara y pura,
y cierto no trocara mi figura
con ese que de mí se está riendo;                  180
¡trocara mi ventura!
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  ¿Cómo te vine en tanto menosprecio?
¿Cómo te fui tan presto aborrecible?
¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?              185
Si no tuvieras condición terrible,
siempre fuera tenido de ti en precio,
y no viera de ti este apartamiento.
¿No sabes que sin cuento
buscan en el estío                                 190
mis ovejas el frío
de la sierra de Cuenca, y el gobierno
del abrigado Estremo en el invierno?
Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo
me estoy en llanto eterno!                         195
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

  Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan:
las aves que me escuchan, cuando cantan,           200
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras, que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado                                  205
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aún siquiera no volviendo
a lo que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.              210

  Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,
no dejes el lugar que tanto amaste,
que bien podrás venir de mí segura;
yo dejaré el lugar do me dejaste;               
ven, si por sólo esto te detienes;                 215
ves aquí un prado lleno de verdura,
ves aquí una espesura,
ves aquí una agua clara,
en otro tiempo cara,                             
a quien de ti con lágrimas me quejo.               220
Quizá aquí hallarás (pues yo me alejo)
al que todo mi bien quitarme puede;
que pues el bien le dejo,
no es mucho que el lugar también le quede.      

  Aquí dio fin a su cantar Salicio,                225
y suspirando en el postrero acento,
soltó de llanto una profunda vena.
Queriendo el monte al grave sentimiento
de aquel dolor en algo ser propicio,            
con la pesada voz retumba y suena.                 230
La blanca Filomena,
casi como dolida
y a compasión movida,
dulcemente responde al son lloroso.             
Lo que cantó tras esto Nemoroso                    235
decidlo vos Piérides, que tanto
no puedo yo, ni oso,
que siento enflaquecer mi débil canto.

Nemoroso:

  Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,            240
verde prado, de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno                                 245
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría                     250
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.

  Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso, en el reposo
estuve ya contento y descansado.                   255
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,
que despertando, a Elisa vi a mi lado.
¡Oh miserable hado!
¡Oh tela delicada,                                 260
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que es más que el hierro fuerte,                   265
pues no la ha quebrantado tu partida.

  ¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi ánima doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,                  270
llena de vencimientos y despojos
que de mí mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que vían
con gran desprecio al oro,
como a menor tesoro,                               275
¿adónde están?  ¿Adónde el blando pecho?
¿Dó la columna que el dorado techo
con presunción graciosa sostenía?
Aquesto todo agora ya se encierra,
por desventura mía,                                280
en la fría, desierta y dura tierra.

  ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento            285
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto,
que a sempiterno llanto                            290
y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.            295

  Después que nos dejaste, nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena.
No hay bien que en mal no se convierta y mude:
la mala hierba al trigo ahoga, y nace              300
en lugar suyo la infelice avena;
la tierra, que de buena
gana nos producía
flores con que solía
quitar en sólo vellas mil enojos,                  305
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable;
yo hago con mis ojos
crecer, llorando, el fruto miserable.

  Como al partir del sol la sombra crece,          310
y en cayendo su rayo se levanta
la negra escuridad que el mundo cubre,
de do viene el temor que nos espanta,
y la medrosa forma en que se ofrece
aquello que la noche nos encubre,                  315
hasta que el sol descubre
su luz pura y hermosa:
tal es la tenebrosa
noche de tu partir, en que he quedado
de sombra y de temor atormentado,                  320
hasta que muerte el tiempo determine
que a ver el deseado
sol de tu clara vista me encamine.

  Cual suele el ruiseñor con triste canto
quejarse, entre las hojas escondido,               325
del duro labrador, que cautamente
le despojó su caro y dulce nido
de los tiernos hijuelos, entre tanto
que del amado ramo estaba ausente,
y aquel dolor que siente                           330
con diferencia tanta
por la dulce garganta
despide, y a su canto el aire suena,
y la callada noche no refrena
su lamentable oficio y sus querellas,              335
trayendo de su pena
al cielo por testigo y las estrellas;

  desta manera suelto yo la rienda
a mi dolor, y así me quejo en vano
de la dureza de la muerte airada.                  340
Ella en mi corazón metió la mano,
y de allí me llevó mi dulce prenda,
que aquél era su nido y su morada.
¡Ay muerte arrebatada!
Por ti me estoy quejando                           345
al cielo y enojando
con importuno llanto al mundo todo:
tan desigual dolor no sufre modo.
No me podrán quitar el dolorido
sentir, si ya del todo                             350
primero no me quitan el sentido.
Me estoy quejando por un dolor intensoy los tres últimos versos de dolor y tristeza No me podrán quitar el dolorido,/sentir, si ya del todo,/ primero no me quitan el sentido. De nuevo el infinitivo lo prefiere al sustantivo abstracto, porque si dijese no me podrán quitar el dolorido sentimiento sería mucho menos agresivo. si ya del todo,/si ya primero no me quitan el sentido, si no me quitan la vida.

  Una parte guardé de tus cabellos,
Elisa, envueltos en un blanco paño,
que nunca de mi seno se me apartan;
descójolos, y de un dolor tamaño                   355
enternecerme siento, que sobre ellos
nunca mis ojos de llorar se hartan.
Sin que de allí se partan,
con sospiros calientes,
más que la llama ardientes,                        360
los enjugo del llanto, y de consuno
casi los paso y cuento uno a uno;
juntándolos, con un cordón los ato.
Tras esto el importuno
dolor me deja descansar un rato.                   365

  Mas luego a la memoria se me ofrece
aquella noche tenebrosa, escura,
que siempre aflige esta ánima mezquina
con la memoria de mi desventura
Verte presente agora me parece                     370
en aquel duro trance de Lucina,
y aquella voz divina,
con cuyo son y acentos
a los airados vientos
pudieras amansar, que agora es muda.               375
Me parece que oigo que a la cruda,
inexorable diosa demandabas
en aquel paso ayuda;
y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?

  ¿Ibate tanto en perseguir las fieras?            380
¿Ibate tanto en un pastor dormido?
¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,
que, conmovida a compasión, oído
a los votos y lágrimas no dieras,
por no ver hecha tierra tal belleza,               385
o no ver la tristeza
en que tu Nemoroso
queda, que su reposo
era seguir tu oficio, persiguiendo
las fieras por los monte, y ofreciendo             390
a tus sagradas aras los despojos?
¿Y tú, ingrata, riendo
dejas morir mi bien ante los ojos?

  Divina Elisa, pues agora el cielo
con inmortales pies pisas y mides,                 395
y su mudanza ves, estando queda,
¿por qué de mí te olvidas y no pides
que se apresure el tiempo en que este velo
rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
y en la tercera rueda,                             400
contigo mano a mano,
busquemos otro llano,
busquemos otros montes y otros ríos,
otros valles floridos y sombríos,
do descansar y siempre pueda verte                 405
ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte?

  Nunca pusieran fin al triste lloro
los pastores, ni fueran acabadas
las canciones que sólo el monte oía,               410
si mirando las nubes coloradas,
al tramontar del sol bordadas de oro,
no vieran que era ya pasado el día,
la sombra se veía
venir corriendo apriesa                            415
ya por la falda espesa
del altísimo monte, y recordando
ambos como de sueño, y acabando
el fugitivo sol, de luz escaso,
su ganado llevando,                                420

se fueran recogiendo paso a paso.




LAMENTO DE NEMOROSO

Frente a ese lamento de Salicio donde se queja de que Galatea fuera tan frío con él, sin embargo el LAMENTO DE NEMOROSO da pie a que en algún momento Isabel Freire le correspondió.
En las estancias que siguen el autor describe un lugar paradisiaco el locus Amoenus, que es el tópico del lugar ameno, idílico, maravilloso, lleno de epítetos, con corrientes, puras, cristalinas, tres adjetivos para ponderar esa belleza del agua.

NEMOROSO:

Corrientes aguas puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,            240
verde prado, de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:

En esta estancia el locus amoenus es el tópico más destacado de lugar paradisiaco, lleno de epítetos, corrientes, transparentes, cristalinas, ahí la metáfora para ponderar aún más esa limpieza del agua.
Además está vivificando la naturaleza, hasta el Renacimiento la naturaleza había permanecido de lado, como en el caso del Cid se quedaba en una pura descripción, amanecía, salían al amanecer, o a la salida del sol, pero no había una recreación del paisaje, ni de la naturaleza,  la naturaleza era el marco con el que se desarrollaba la acción.

En el Renacimiento la naturaleza, es un elemento esencial, siendo el escenario donde se desarrolla la acción, se describe una naturaleza idílica, bella, donde los pájaros despiertan con sus trinos, el aire no azota, sí no que la brisa acaricia, siendo un lugar muy deleitoso, siendo como una especia de Paraíso, Arcadia, en donde todo invita a ser feliz, la naturaleza será fuente de inspiración de contemplación y de recreación de esa belleza que ofrece la naturaleza.
La naturaleza se personifican las plantas, las aves todo está lleno de vida; árboles que os estáis mirando en ellas, como el agua es tan pura los árboles se reflejan,  en lugar de reflejar los árboles se miran, verde prado, de fresca sombra lleno, de nuevo el epíteto, verde, fresca, y no hace falta decir que un prado es verde, al pensar en prado está implícito el color, con lo cual eso sobra pero como lo que quiere es ponderar hace un uso intensivo del adjetivo.  
aves que aquí sembráis vuestras querellas. También las aves se lamentan, y en lugar de hablar de cantos habla de querellas. Dice sembráis, en lugar de cantáis.
Le parece poco las aves y da paso también a la hiedra, hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno: incluye las aves, la hiedra, los árboles, toda la naturaleza.

yo me vi tan ajeno                                 245
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría                     250
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.
Él cuándo estuvo con Isabel Freire en ese lugar no pensaba que su futuro sería triste, alejado de la felicidad, y dice que se ve tan ajeno del grave mal, que es el desdén de Isabel, porque primero se casó y luego se murió,  que de puro contento, simplemente recordando que había sido feliz en ese lugar, él volvía a ser feliz recordando ese lugar, con vuestra soledad me recreaba, estando solo se recreaba, donde con dulce sueño reposaba, de nuevo usa la sinestesia, porque el sueño puede ser tranquilo o agitado, pero no dulce, pero utiliza el adjetivo dulce porque se identifica lo dulce clon algo agradable, y usa la sinestesia para indicar la alegría, o con el pensamiento discurría,   o bien soñando dormido, o pensando y lo único que encontraba eran recuerdos alegres.                  
Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso en el reposo,
estuve ya contento y descansado.                   255
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Ahora dice que Y en este mismo valle donde agora, ya habla en presente pues Isabel y ha muerto, y usa un arcaísmo agora, me entristezco y me canso en el reposo, estuve ya contento y descansado, un valle que en otra época le hizo feliz, ahora le trae recuerdos tristes, por eso en el pasado estuvo feliz solo pensando que podía recuperar a Isabel, pero una vez ya muerta eso es imposible, ¡Oh bien caduco, vano y presuroso! Caduco metáfora de vida, o vano por vacío, presuroso, que se evapora rápidamente.
Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,
que despertando, a Elisa vi a mi lado.
¡Oh miserable hado!

¡Oh tela delicada,                                 260
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que es más que el hierro fuerte,                   265
pues no la ha quebrantado tu partida.
En los versos que sigue recoge también esos momentos en los que el poeta fue feliz y dice: Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora, me acuerdo durmiendo en ese lugar en otra época y en otro momento, que despertando, a Elisa vi a mi lado, el ejemplo es muy bucólico. ¡Oh miserable hado!,  el destino, miserable y fatídico.
¡Oh tela delicada
La tela delicada, según la mitología, loas parcas se dedicaban a tejer y destejer las vidas de los humanos y se pasaban la vida tejiendo y así explicaban la muerte desde niños a viejos y a veces mientras tejían en un momento dado uno de los hilos se rompía, y aunque fuese al iniciar la labor, ese hilo era el que representaba la vida de una persona de cualquier edad.
antes de tiempo dada, aquí hace referencia a que Isabel muere antes de tiempo, a los agudos filos de la muerte, antes de tiempo,  Más convenible fuera aquesta suerte, a los cansados años de mi vida, El poeta desearía haber muerto él, pues hubiera sido mejor morir por sus cansados años de vida, pero estaba exagerando, pues murió con 35 años, y esto lo escribió con 32 o 33 años, y ella era un poco, más joven pero no mucho, que es más que el hierro fuerte, Contrapone a Isabel con su cansada vida, preguntando que es más fuerte que sería su vida para indicar que ha sido incapaz de ser destrozada por el dolor de su amada, pues no la ha quebrantado tu partida, siendo partida, así como camino, hace referencia a la muerte.
¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi ánima, doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,                  270
llena de vencimientos y despojos
que de mí mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que vían
con gran desprecio al oro,
como a menor tesoro,                               275
¿adónde están, adónde el blando pecho?

Aparece el tópico del Ubi sunt. Donde están?, junto al arcaísmo que lo que hace es describir a Isabel Freire según ese modelo de belleza renacentista, de cabello rubio, tez clara, y dice, ¿Dó están agora aquellos claros ojos,/que llevaban tras sí, como colgada,/ mi ánima, doquier que ellos se volvían?, donde están aquellos ojos que eran capaces de hacer seguirla por cualquier parte, mediante una interrogación retórica. Todos sabían que los ojos de Isabel  ya no tenían esa vida, y no solo se centra en los ojos sino también en la tez, ¿Dó está la blanca mano delicada, llena de vencimientos y despojos, también en las manos, que de mí mis sentidos le ofrecían? De nuevo esa referencia Los cabellos que vían, / con gran desprecio al oro, /como a menor tesoro,/ metafóricamente está comparando el color del cabello de Isabel con el oro, y dice que los cabellos de Isabel eran tan rubios y bellos que se podía despreciar el color del oro, ¿adónde están, adónde el blando pecho?, el tópico del Ubi sunt? Donde están?  

De nuevo empieza con una interrogación retórica y en este comienzo de esta estancia se puede percibir que Garcilaso fue dichoso y fue feliz con Isabel, aunque luego se casase con otro.
¿Dó la columna que el dorado techo
con proporción graciosa sostenía?
Aquesto todo agora ya se encierra,
por desventura mía,                                280
en la oscura, desierta y dura tierra.


 ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver, con largo apartamiento            285
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?

Quien  me iba a decir me iba a decir que después de ese momento placentero de estar en un valle precioso, bucólico, cogiendo flores, apartados de todo y viviendo un amor hermoso. Quien me iba a decir que llegaría el triste y solitario día que daría fin a mis amores. Triste le parece poco y lo acentúa con solitario y amargo, para indicar el estado de tristeza y desaliento del poeta.
Isabel Freire ya ha muerto, porque si ella no hubiera muerto aún cabria alguna esperanza de reconquista, pero ya habla de amargo fin, porque ya no la podrá reconquistar.

El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto
que a sempiterno llanto                            290
y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.            295

Ese sentimiento de soledad y desamparo, que es muy característico del hombre renacentista, el medieval se amparaba en la divinidad, bajo la protección de Dios, sin embargo el hombre del Renacimiento se encuentra a veces solo y desdichado y dice que con tanto llanto, ya no va a recuperar a su amada, y a triste soledad, y de nuevo el epíteto, porque soledad en principio es triste, y está condenado y lo que más siente es verse atado, él se queja de seguir vivo, porque vivo seguirá sufriendo esas ausencia, mientas que si estuviese muerto, sí  la muerte se lo llevase ese dolor se terminaría. Terminaría su vida, pero también terminaría su dolor. Y lo ha dejado solo, desamparado, ciego porque él veía por los ojos de su amada, sin lumbre, sin fuego, sin amor, sin pasión, viendo el mundo como una cárcel, un lugar esquivo para una persona que ha perdido a la persona que más ama.
A pesar de la contención es exagerado. Garcilaso recuerda momentos en los que Isabel le fue fiel , en donde ese prado él fue feliz porque recibió el amor de Isabel Freire, estando muy lejos aún de un amor como el de la época del romanticismo, pues aún está en un amor sereno, mesurado, buscando quejarse, por sentirse triste y solo, desamparado, es decir estos dos versos son muy duros.

  Después que nos dejaste, nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena;
no hay bien que en mal no se convierta y mude:
La mala hierba al trigo ahoga, y nace              300
en lugar suyo la infelice avena;
la tierra, que de buena
gana nos producía
flores con que solía
quitar en sólo vellas mil enojos,                  305
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable.
Yo hago con mis ojos
crecer, llorando, el fruto miserable.

  Como al partir del sol la sombra crece,          310
y en cayendo su rayo, se levanta
la negra escuridad que el mundo cubre,
de do viene el temor que nos espanta
y la medrosa forma en que se ofrece
aquello que la noche nos encubre,                  315
hasta que el sol descubre
su luz pura y hermosa:
tal es la tenebrosa
noche de tu partir en que he quedado
de sombra y de temor atormentado,                  320
hasta que muerte el tiempo determine
que a ver el deseado
sol de tu clara vista me encamine.

Aquí se compara  con el pájaro ruiseñor.

  Cual suele el ruiseñor con triste canto
quejarse, entre las hojas escondido,               325
del duro labrador que cautamente
le despojó su caro y dulce nido
de los tiernos hijuelos entretanto
que del amado ramo estaba ausente,
y aquel dolor que siente,                           330
con diferencia tanta
por la dulce garganta
despide que a su canto el aire suena,
y la callada noche no refrena
su lamentable oficio y sus querellas,              335
trayendo de su pena
al cielo por testigo y las estrellas;

Aquí compara la tristeza del poeta con  la tristeza del ruiseñor, lo mismo que el ruiseñor Cual suele el ruiseñor con triste canto, / quejarse, entre las hojas escondido, cuando el labrador le ha despojado de su queridísimo y dulce nido el adjetivo dulce nuevamente, amadísimo nido de sus polluelos, entretanto que del amado ramo estaba ausente, cuando el adulto se ausenta para procurar comida a sus hijuelos, y compra con aquel dolor que siente el pájaro, con diferencia tanta, /por la dulce garganta, usa un adjetivo metaforizado pues loa garganta no es dulce, despide que a su canto el aire suena, ese canto dulce y la callada noche no refrena, pues aunque llegue la noche no es capaz de acallar ese sentimiento, su lamentable oficio y sus querellas,  no es capaz de aplacar, trayendo de su pena,/ al cielo por testigo y las estrellas; lo mismo que se siente parajillo desamparado lo pone como ejemplo el desamparo que él siente.

  desta manera suelto yo la rienda
a mi dolor, y así me quejo en vano
de la dureza de la muerte airada.                  340
Ella en mi corazón metió la mano
y de allí me llevó mi dulce prenda,
que aquél era su nido y su morada.
Lo mismo que se queja el ruiseñor se queja él en vano porque ya no puede hacer nada de la dureza de la muerte airada, Ella en mi corazón metió la mano, indicando que la muerte es muy agresiva y de allí me llevó mi dulce prenda, dulce prenda metáfora de su enamorada, que aquél era su nido y su morada. Como hablaba del ruiseñor dice que el corazón del poeta era el nido de su amada.

¡Ay, muerte arrebatada! (porque murió muy joven)
Por ti me estoy quejando                           345
al cielo y enojando
con importuno llanto al mundo todo!
El desigual dolor no sufre modo;
no me podrán quitar el dolorido
sentir si ya del todo                             350
primero no me quitan el sentido.
Mientras siga vivo, seguiré sintiendo, y no me podrán quitar los sentimientos si no me quitan la vida. Quitar el sentido tenía muchos sentidos. Perder el sentido es desfallecer. me estoy quejando,/al cielo y enojando,/ importuno llanto al mundo todo! Me estoy quejando

  Tengo una parte aquí de tus cabellos,
Elisa, envueltos en un blanco paño,
que nunca de mi seno se me apartan;
descójolos, y de un dolor tamaño                   355
enternecer me siento que sobre ellos
nunca mis ojos de llorar se hartan.
Sin que de allí se partan,
con sospiros calientes,
más que la llama ardientes,                        360
los enjugo del llanto, y de consuno
casi los paso y cuento uno a uno;
juntándolos, con un cordón los ato.
Tras esto el importuno
dolor me deja descansar un rato.                   365


  Mas luego a la memoria se me ofrece
aquella noche tenebrosa, escura,
que siempre aflige esta ánima mezquina
con la memoria de mi desventura
Verte presente agora me parece                     370
en aquel duro trance de Lucina,
y aquella voz divina,
con cuyo son y acentos
a los airados vientos
pudieras amansar, que agora es muda,               375
me parece que oigo, que a la cruda,
inexorable diosa demandabas
en aquel paso ayuda;
y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?
  ¿Íbate tanto en perseguir las fieras?            380
¿Íbate tanto en un pastor dormido?
¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,
que, conmovida a compasión, oído
a los votos y lágrimas no dieras,
por no ver hecha tierra tal belleza,               385
o no ver la tristeza
en que tu Nemoroso
queda, que su reposo
era seguir tu oficio, persiguiendo
las fieras por los monte, y ofreciendo             390
a tus sagradas aras los despojos?
¡Y tú, ingrata, riendo
dejas morir mi bien ante los ojos!

  Divina Elisa, pues agora el cielo
con inmortales pies pisas y mides,                 395
y su mudanza ves, estando queda,
¿por qué de mí te olvidas y no pides
que se apresure el tiempo en que este velo
rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
y en la tercera rueda,                             400
contigo mano a mano,
busquemos otro llano,
busquemos otros montes y otros ríos,
otros valles floridos y sombríos,
donde descanse y siempre pueda verte                 405
ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte?

  Nunca pusieran fin al triste lloro
los pastores, ni fueran acabadas
las canciones que sólo el monte oía,               410
si mirando las nubes coloradas,
al tramontar del sol bordadas de oro,
no vieran que era ya pasado el día,
la sombra se veía
venir corriendo apriesa                            415
ya por la falda espesa
del altísimo monte, y recordando
ambos como de sueño, y acabando
el fugitivo sol, de luz escaso,
su ganado llevando,                                420
se fueran recogiendo paso a paso.



OTRA HISTORIA PARECIDA PERO DEL ROMANTICISMO
En el s-XVI Garcilaso era un poeta contenido, mesurado y no se le puede pedir unos sentimientos como los del romanticismo como paso con Larra que era un hombre de clase alta y Dolores Armijo que cuando le dice que se marcha con su marido a Filipinas, pues el hombre pidió allí una Embajada para separarla de su amante y Larra al no poder soportar el dolor y se pega un tiro. Mariano José de Larra tiene un artículo que es durísimo: Día de difuntos 1836, poniendo en tela de juicio todas las instituciones, Ministerio de la Gobernación, Hacienda Pública y una por una la va cuestionando, pues era un  liberal que creía que se podía reformar y crear una sociedad más justa, solidaria y dice; todos van al cementerio y se pregunta para que van al cementerio, si Madrid es un osario enorme, ahí está el Tribunal d Cuentas, etc. y va haciendo un repaso a toda la clase política del momento.

Avanza el año t Larra escribe otro artículo que es toda vía más duro, porque indica ya esa desesperación del escritor que es: Nochebuena de 1886, esa noche está cenando solo con su criado y le invita a la mesa para cenar y que beba con él, y su criado bebe tan copiosamente que llega un momento que es capaz de decirle las verdades que en estado normal y sensatez no le diría, pero por otro lado Larra le provoca porque quiere saber lo que realmente piensa su criado de él y le sonsaca, eso ya sienta las bases de la ruptura de todo y que se marche Dolores Armijo es la puntilla que le hace quitarse la vida, siendo una muerte romántica, la desesperación romántica se lleva al límite.