lunes, 21 de enero de 2019

ESCULTURA DEL BARROCO EN ESPAÑA - G. Fernández y Mrtnz. Montañés -17 – guadahumi3



ESCULTURA DEL BARROCO EN ESPAÑA –17 – guadahumi3


08 ENERO DE 2019
15 ENERO DE 2019

LA ESCULTURA BARROCA EN ESPAÑA
Es lo más importante sin duda del Barroco español, porque junto con la pintura es lo que mejor muestra el concepto de la contrarreforma, es muy parecida a la obra de Juan de Juni, pero añadiendo mucho más dramatismo como ocurre con Gregorio Fernández, también con en el sevillano Martínez Montañés que es más suave y elegante, pero ambos van a jugar con el concepto de la contrarreforma.



PASO DEL SANTO ENTIERRO



Este ejemplo de los pasos en Sevilla es el concepto de procesión que se conoce en la Semana Santa y aparece a finales del s-XVI principios del s-XVII, por lo tanto se podría decir que las procesiones en España es una herencia de esta época.

La formas del pasado de Juan de Juni con ese patetismo se repiten en el concepto de madera policromada, tuvo éxito a partir de 1545 con el principio del Concilio de Trento y a finales en los años 60 se dieron las directrices de cómo tenía que ser  la escultura.
Tenía que ser una escultura que mostrara el concepto de la contrarreforma y se seguiría haciendo en el s-XVI y en el s-XVII y cambiaría a partir de mediados del s-XVIII con la aparición de la Academia de San Fernando, que sería un aire fresco haciendo que los artistas dejen de ser un gremio, y sean considerados artistas.
El santo entierro va a tener no tiene unas características de corte brusco.

Para muchas personas distinguir la escultura del renacimiento y del barroco les es complicado porque en España es distinto, no es como en Italia que se puede distinguir muy bien, pues un Miguel Ángel y un Bernini se distinguen muy bien o un Donatello con un Miguel Ángel también se pueden distinguir.

En España es más difícil y lo único que llama la atención y sobre todo son los postizos, cuando no hay pelo postizo, ni lágrimas, ni sangre, probablemente está más relacionado con el Renacimiento que con el Barroco.


José de Mora escultor del s-XVII andaluz. El concepto de Andalucía, en concepto andaluz es mucho más sencillo y elegante con menos sangre y esa es la diferencia que hay con Valladolid.

No hay tratadistas como ocurría con la arquitectura, ni personas que comenten la escultura y por lo tanto, no se sabe cómo se trabajaba, se conocen los gremios, se conocen los conceptos de la escultura y que para ser escultor hay que hacer le examen de escultor y después había que hacer el examen, sí se querían dedicar a una especialidad, por ejemplo para ser escultor de retablos había que hacer el examen de escultor de retablos, o escultor de imágenes vestideras, que son las imágenes que son un maniquí hecho con vigas de madera para vestir, lo que se conoce como imágenes vestideras, de modo que cada rama tenía un examen, pero no hay fuentes y no se sabe cómo trabajan los escultores, porque no hubo ninguna persona que dijera como se hacían las cosas, y cual era la teoría a seguir, como ocurría con Alberti, Brunelleschi que hay diferentes escrituras como ocurre con Mora que escribió varios libros.

La temática era monotemática, el 85% podría ser de imágenes religiosas y el 15% restante sería para algún retrato, fuentes sobre todo en el ámbito de la arquitectura civil, pero la mayoría eran santos, vírgenes de distintos tipos de vírgenes vestidas.


CRISTO ATADO A LA COLUMNA – Gregorio Fernández



Este tipo de Cristo se repetirá constantemente en la escuela de Gregorio Fernández, siendo el más repetido junto con el Cristo Yacente, esta escultura tiene una diferencia con Mora.


CRISTO YACENTE. Gregorio Fernández



CRISTO YACENTE. Gregorio Fernández




Esta escultura está en Valladolid, tiene tanto detalle que dicen que tiene metido en el ojo un trocito, una púa de madera para aumentar más el dramatismo.

Al conocer como persona al artista se conoce el que porque de sus obras.


ECCE HOMO - Gregorio Fernández


Será también una de sus obras que se va repetir continuamente. El  tipo de escultura muy ensangrentada son sobre todo de Valladolid, los sevillanos sobre todo tienen un hilito de sangre pero poco más y la dramatización no se da a través de la sangre se da a través de la forma, del cabello, de la mirada, siendo la diferencia que hay con Valladolid que el drama es la sangre, los dientes, la encía, las costras que has hacen con algodón, corcho y por esa razón hay tanto problema con las restauraciones que hay que hacerlas continuamente, al ser materiales tan frágiles y que aguantan poco.

Santísimo Cristo de la Expiración (El Cachorro) Ruiz Gijón





 Es un tipo muy repetido tanto en el norte como en el sur, aunque estas imágenes de un cristo sevillano de Ruiz Gijón, es la imagen más potente de Cristo de la imaginería española, incluso cualquiera de Gregorio Fernández.

Es un concepto de dramatización sevillana, pues no quiere decir que en Sevilla no hiciesen cristos potentes y con un mensaje fuerte, en este caso Ruiz Gijón lo hizo, este artista es de la época de la escultora Luisa Ignacia Roldán “La Roldana”  y otras que eran escultores muy importantes.

CRISTO YACENTE – Gregorio Fernández


El Cristo yacente, junto con le Cristo de la columna eran probablemente las esculturas más fuerte de Gregorio Fernández, sobre todo porque el cristo lo hará pálido y el color de Cristo estaría en una paleta de grises, verdes, blancos, morado, siendo los colores de la muerte, y se ha llegado a hablar de los colores de la muerte a través de Gregorio Fernández.

INMACULADA CONCEPCIÓN – LA REDONDA - Gregorio Fernández





 La Inmaculada Concepción era muy importante en la escultura y en la pintura barroca, porque la imagen del Cristo junto con la Inmaculada en Sevilla tuvieron una importancia más sobresaliente que en otros lugares de España, porque la Inmaculada es un dogma que aunque no se convertiría en tal, hasta mucho tiempo después, ya en el s-XVII, se intentaba ver si María tuvo o no tuvo hijos con San José, dudando sobre el concepto de Inmaculada y eso dio lugar a un debate historio gráfico entre distintas órdenes religiosas de la ciudad de Sevilla, como los dominicos, los franciscanos discutían entre unos y otros porque unos aceptaban a la Inmaculada y otros no aceptaban a la Inmaculada, y  como ocurría siempre en el barroco, todos esos debates daban lugar a otras de arte, como pinturas, esculturas, y en el caso de Sevilla lo que se hizo fue promover que la Inmaculada Concepción a través de esculturas y pinturas.
En otros lugares de España no hay tantas obras de arte de la Inmaculada, sin embargo en Sevilla cada iglesia tiene una.

EL CRISTO DE LOS CUATRO CLAVOS – Pacheco




El cristo de los cuatro clavos y la Inmaculada, ambas imágenes serían promovidas por Francisco Pacheco y Martínez Montañés.
Francisco Pacheco estableció como se tenían que hacer la Inmaculada, y como se tenía que hacer el Cristo de los cuatro clavos.
El Cristo de los cuatro clavos es un Cristo clásico y para no torcer las piernas, se pide que el Cristo tenga cuatro clavos sin que se le doblen las piernas, y por lo tanto es un Cristo mucho más clásico como se puede ver en la anatomía se puede comparar con una imagen de Lisipo o Fidias, que era lo que querían los sevillanos, que eran mucho más clásicos que los vallisoletanos, y de ahí que la imagen sea menos dramática que en Valladolid que era mucho más barroca.


LOS SANTOS

Los santos se repetían continuamente, tanto en Andalucía como en Madrid o en Valladolid. Santos como Santo Domingo, San Jerónimo, Santa Teresa, San Isidro, Santa María de la Cabeza, eran santos que se repetían.

Esta época fue un momento de canonización sobre todo en el caso de Madrid en los años 20 a finales del reinado de Felipe III y principios de Felipe IV, se canoniza a Santa Teresa, San Isidro y Santa María de la Cabeza y por lo tanto eso daría lugar a fiestas.
Los santos eran los intermediarios entre el cielo y la tierra y eso conllevaba fiestas, bailes, siendo el concepto de la sociedad barroca.

SAN JERÓNIMO - MARTÍNEZ MONTAÑÉS – 1609






Imagen de Martínez Montañés muy patética, este tipo de imágenes eran muy reales. Algunos historiadores  del arte usan el termino anti clásico para el barroco español, siendo todo lo contrario al mundo romano de Bernini, pero no se puede decir de Martínez Montañés no haya estudiado a Miguel Ángel, sin embargo, el concepto de patetismo y realidad de la escultura policromada le da un aire distinto a lo italiano de Bernini, que por lo general usa el mármol, siendo mucho más bello a la vista.

Felipe III – Pietro Tacca






La plaza mayor se puede visitar por el sótano, paseando por los soportales de Madrid, aunque ya no tiene nada que ver con Gómez de Mora, Juan de Villanueva, hay unos restaurantes con sótano como las cuevas, y lo que queda en la plaza de Gómez de Mora sobre todo está ahí debajo.

El entramado de las calles que hay en el plano de Texeira en el s-XVII sigue existiendo.
Es una de las pocas imágenes civiles que se ven a lo largo del todo el Barroco en España, Felipe III a caballo que se encuentra en la plaza Mayor, esta imagen estaba en la Casa de Campo trasladándose en la época de Isabel II, aprovechando una remodelación de la plaza ya que ha pasado por muchas fases como de arena, arboles, piedra.

Esta estatua estaba cerca del a casa de los Vargas en la Casa de Campo, y a Felipe III le gustó mucho y se quedó con el palacio simulando una venta, pero fue un regalo.

Esa casa a día de hoy está totalmente reconstruida quedando una especie de cueva que cuando se abre, y están pensando cómo darle utilidad, se puede ver el concepto de palacio italiano, con esas grutas con imágenes fantásticas, pues Felipe III quiso hacer esa imagen de Italia.

BOCETO EL TRITÓN


Esta imagen bebía directamente de Italia desde la época de Bernini y que estaba en el Palacio del buen Retiro.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

Son las mismas que las del renacimiento, madera policromada, pudiendo la pintura ser en brillo o en mate.

A Pacheco le solía gustar mucho el mate y decía que el brillo distraía lo que verdaderamente tenía el significado de la escultura, sin embargo, a otros artistas les gustaba más el brillo porque pensaban que daba mucho más efecto barroco.

Como ocurría con los arquitectos, con los escultores y pintores ocurría lo mismo, un pintor de lienzo es pintor de lienzo, un pintor de imágenes religiosas pintor de imágenes religiosas, y si se quisieran dedicar al encarnado de las imágenes tenían que hacer examen de encarnado de imágenes, el concepto es pintar la piel de la escultura.

Asimismo como ahora había “titulitis” e intrusismo laboral y se ponían pleitos entre unos y otros, por ejemplo por hacer una escultura que no le pertenece por ser pintor de imágenes, o lienzo y estaba pintando escultura y le ponía un pleito pidiendo una indemnización, y existen muchos documentos de pleitos de artistas que denuncian a otros por intrusismo laboral.

Alonso Cano tuvo un gran problema con el examen porque Zurbarán dejó el tiempo pasar y todos le preguntaban cuando iba a hacer el examen, que era como el proyecto fin de carrera, y eso era un problema porque muchos de ellos eran pintores desde jóvenes y como Zurbarán formado en Badajoz, pero no tenía el examen  y era obligatorio hacer el examen.

El examen era teórico oral y practico, en la Academia de los Carracci hacían 4 preguntas de cómo tenía que ser una imagen, características etc.  y si se pasaba pues Tenían que hacer un r un pequeño boceto o una pequeña escultura en barro
, y si se pasaba todo, daban la licencia para ser maestro y ser autónomo para poder formar su propio taller, y ya decidían si querían o no seguir con su maestro.

Velázquez formo su propio taller y Diego Melgar fue su primer alumno, pero otros seguían con su maestro al no invertir en negocio y estar sin problemas.

Características de las obras captan el detalle, con expresividad sobe todo el movimiento, las esculturas en el barroco al contrario que en renacimiento se mueven  las manos, y Jesús del Sagrario en Sevilla  que es una imagen muy pequeña de Martínez Montañés muy bonito que nunca tiene las manos igual.

REALISMO

Un realismo que termina siendo excesivo en algunos casos como en el caso de Gregorio Fernández.




IMAGEN VESTIDERA



Una de las características principales de la escultura del Barroco son las imágenes vestideras, solo se esculpe la cabeza, manos y a veces los pies si la ropa no llega al suelo.
Este tipo de imágenes es muy barata y hay imágenes que al verlas, imponen por el realismo y toda la pompa que llevan como es el caso de la Macarena y es una imagen vestidera,  y tiene más vestidos que escultura.

Hay estudios sobre los vestidos de la Macarena, pues en sí la Virgen como tal es un maniquí.


CRISTO DEL GRAN PODER -  SEVILLA (1620)


Lo mismo ocurre con el gran poder que es otra estructura de madera.



Al visitar la imagen unas veces las manos están en una posición y otras veces en otra, lo mismo que el cuerpo, de manera que nunca se ve al mismo Cristo, y aunque sean días distintos puede tener una postura toralmente distinta.

Juan de Mesa es uno de los escultores más importantes del barroco andaluz.


LAGRIMAS DE LA MACARENA





Se añade mucho más realismo usando la resina para crear lágrimas, haciendo el efecto de que están llorando las imágenes.


VIRGEN DE LA PIEDAD – CÁDIZ





NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES






LA DOLOROSA - CATEDRAL DE ASTORGA – CALERO


Para darle más realismo se añaden cabellos.

Las imágenes que usaba Gregorio Fernández, era muy exagerado hasta para los cabellos, el concepto de las procesiones como en la Macarena durante toda la noche es tremendo y aparece en el barroco.

Hay una tendencia de escultores del s-XX que siguen esa misma técnica que sería del s-XVII, porque Sevilla tiene el concepto de la escultura barroca, más que Valladolid, porque Valladolid tiene una tradición de escultura muy fuerte con Juan de Juni, pero en Sevilla es más fácil hacer escultura por el hecho de que las imágenes son vestideras.

Esto es ANTICLASICISMO porque no tiene nada que ver con Bernini, nada que ver con la Santa Teresa, con el David, ni con Miguel Ángel, sin embargo estos escultores, tanto Juan de Mesa, de Mena, Gregorio Fernández, Martínez Montañés conocían muy bien cómo era la escultura que se hacía en Italia, porque muchos escultores viajaban y traían las novedades, y en otras ocasiones tenían estampas y por lo tanto no había problema en conocer.

La LOCALIZACIÓN generalmente se encuentra en las fachadas de las iglesias, en los grandes retablos y en los pasos procesionales, son los sitios más normales de encontrar la escultura.

Pero, también se encuentra mucha ESCULTURA PRIVADA como el Marqués de Leganés, el Conde de Monterrey, el Conde Duque de Olivares etc. todos estos nobles tenían esculturas que generalmente solían ser esculturas religiosas, todos los nobles de la época tenían en sus casas oratorios privados y en ellos había imágenes de Cristo, de la Cruz, o Cristo atado a la columna.


PROCESIONES EN SEVILLA



HOSPITAL DE LA CARIDAD DE SEVILLA – Escultura en fachada



Retablo Hospital de la Caridad - Ruiz Gijón





Donde aparecen las Vanitas de Valdés Leal.


ESCULTURA BARROCA


Mapa de España


Como ocurre en la escultura en la arquitectura hay focos importantes, Sevilla, Granada, Murcia, Madrid y Valladolid son los más importantes, aunque en otras partes también hay escultura como en Cataluña, Levante, es muy importante, pero sobre todo en la zona de Valencia hay pintura de Ribalta, Salcillo en Murcia del s-XVIII.

ESCUELA CATELLANA

1.- VALLADOLID

RETRATO DE GREGORIO FERNÁNDEZ




Gregorio Fernández tuvo éxito sin precedentes sobre todo de Madrid hacia el Norte desde Castilla León que seguirían la estela de Gregorio Fernández y en Ávila hay obras de Gregorio Fernández porque el sentimiento del norte de España era diferente al del sur, y aunque hay alguna escultura en Guipuzcoa de un Cristo crucificado de un artista andaluz, no era muy común que los andaluces hicieran obra para el norte, y tampoco lo era que los del norte lo hicieran para los del sur, y cada uno tenía su espacio y Despeñaperros era como  peaje que no se podía sobrepasar, y era muy difícil que arquitectos o escultores lo sobrepasaran, pues no tenían influencia en Sevilla de Juan Fernández de Mora, sin embargo en los pintores era distinto, porque el pintor viajaba a la corte como el caso de Velázquez, Zurbarán, Alonso Cano, Murillo iban a Madrid y no quitaban su influencia de pintura andaluza.

FERVOR POPULAR
+
ÓRDENES MONÁSTICAS
COFRADÍAS

En Valladolid había un fervor popular,  con las órdenes monásticas, las cofradías, y la corte,  porque Gregorio Fernández no era de Valladolid era gallego era de Lugo, y Martínez Montañés no era de Sevilla era de Jaén, de Alcalá la real y Gregorio Fernández de Sarria, por lo tanto ninguno de ellos era del lugar de donde tuvo éxito, pero su imagen era tan potente y sus tipos fueron tan potentes que toda la escultura estaba entorno a ellos.

Lo mismo ocurría con la pintura a parte de los conocidos, nadie conoce a Cerezo de Madrid que era un pintor que pasa desapercibido porque está Velázquez, está Cano, bajo Olivares, está Zurbarán que era una persona que era muy acartonado y se supone que Olivares estaba en medio para que Velázquez hiciera los trabajos del Buen Retiro.

El pintor que hizo el retrato de Gregorio Fernández se llamaba Valentín Díaz, pero no era conocido.

Actualmente hay una tendencia en la Historia del Arte de rescatar a todos esos artistas que han sido olvidados con el tiempo y aparecen grandes sorpresas, pero como solo tuvo una pintura o dos no son importantes.

Gregorio Fernández nació en Sarria (Lugo) y fue a Valladolid en torno a 1.600 justo en el momento en que la corte se instaló en Valladolid y como tuvo tanto éxito se quedó allí.


Estuvo en Madrid haciendo algún trabajo a nobles, pues ellos tenían mucho dinero que se permitían tener artistas para su casa, y no hay constancia que el estuviera en Madrid para trabajar para el rey, y quien si consiguió trabajar para el rey fue Martínez Montañés que era íntimo amigo de Velázquez y conocía a Olivares, que era ministro de Felipe IV, y se sumaba la corte.

El éxito de Fernández fue un momento determinado, porque él no hizo otra cosa distinta a lo que hizo Juan de Juni y de hecho fue tan importante en Valladolid que Gregorio Fernández compró sus casas, por el simbolismo que tenía Juan de Juni en Valladolid en el s-XVI que cuando se murió y pusieron a la venta sus casas, Gregorio las compro para vivir en ellas, por la importancia y el peso que tenía Juni para Fernández, y por eso evolucionó desde el manierismo de ese escultor, que al fin y al cabo, sería su maestro virtual, pues se supone su maestro real sería Francisco  del Rincón.

ELEVACIÓN A AL CRUZ DE SAN PABLO - GREGORIO FERNÁNDEZ
VALLADOLID s-XVII





Son imágenes sencillas, con esas posturas inestables.


La Elevación de la Cruz por Francisco del Rincón, 1604.




Al no tener postizos, ni sangre, ni dramatización, ni patetismo que tienen las imágenes de Gregorio Fernández, se puede enlazar directamente con el s-XVII.



CABEZA DE SAN PABLO – Gregorio Fernández

Gregorio Fernández evolucionaria desde esa forma y este San Pablo es básicamente manierista por el modo en que trata a la barba, es decir, ondulaciones, concepto de movimiento, inestabilidad, y gusto por el Laoconte que s patente, por lo que el conocimiento de Italia es patente en esta obra.

Ta empieza a incluir arrugas, aparece el concepto de misticismo a través de la mirada y la reflexión de la figura, pero eso sobre todo lo harán los andaluces que son los que juegan con la reflexión.
  
EL CONTRATO

Del cristo de los Cálices de Martínez Montañés del a catedral de Sevilla, que dice como es una escultura barroca, y que es lo que se pedía en el contrasto.


TENGO SED – Gregorio Fernández 


Uno de los primeros pasos de Gregorio Fernández, y se observan ciertos elementos del manierismo sobre todo en los personajes que están debajo de la cruz, pero sin embargo, comienza a dar un poco más de patetismo y realismo al Cristo en la cruz.

Gregorio Fernández todavía era joven, era aprendiz, y por lo tanto no puede expresar todo ese dramatismo que haría con el paso del tiempo, al principio solo hay in poco de sangre.

Esto no tenía nada que ver con el cristo de Gregorio Fernández que se ve en la Encarnación del Cristo Yacente.

Desde las formas manieristas evolucionaria al realismo.



BAUTISMO DE CRISTO – Gregorio Fernández 



Esta obra la hizo para los carmelitos descalzos, donde se puede apreciar ese manierismo sin dramatización, está idealizado, con cierto elemento realista, pero sobre todo el concepto de rompimiento de gloria celestial, le hace irreal, no parece una escultura de Gregorio Fernández. Todos los artistas tienen sus comienzos y el artista es artista cuando va evolucionando y aprendiendo.

CRISTO ATADO AL A COLUMNA DE LA ENCARNACIÓN – GREGORIO FERNÁNDEZ




Este Cristo no tiene nada que ver con el Cristo atado a la columna que hizo para Valladolid años después.

Este es un Cristo delicado sin ningún tipo de dramatización, tan solo se puede ver la tensión a través de su rostro, pero no parece de Gregorio Fernández, si no se sabe es difícil establecer como de ese artista, a veces algunos historiadores del arte dicen atribución.


Cristo Yacente (1627) – Gregorio Fernández - Museo Nacional de Escultura.(VA)


Se puede observar los músculos, una extrema delgadez, algo que marca  a este autor que le gustaba hacer los santos muy delgados como San Jerónimo, y a Santo Domingo lo hizo muy musculado.

Esta obra se encuentra en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, se pueden observar los dientes que no son blancos son reales, la sangre, los ojos de una persona, el concepto de la muerte esta patente en la escultura que es lo que quiere representar, la muerte.

Cuando se observa la imagen se ve un color pálido mezclado con morado, verdoso, y se puede ver como la lengua se está descomponiendo, y eso mezcla el momento de la piedad de la contrarreforma pero también el concepto de muerte,  que tanto miedo tenían los barroco.

Ellos eran conscientes que todos morían pero tenían mucho miedo a la muerte, tanto que era continuo el pago a brujas para hacer hechizos, para hacer amarres y evitar la muerte el mal de ojo, usaban figas.

Esto se puede ver en Felipe Próspero que es el hijo de cuando muere Baltasar Carlos de Felipe IV que tuvo con Mariana de Austria y era un hijo al que llamaron Prospero por la prosperidad que iba a traer a la monarquía y fueron muy pocos años y sale en un retrato con una figa contra el mal de ojo y las enfermedades, era una sociedad muy supersticiosa.

Un escrito de la época dice:

“Compañía lo son también esta el dicho Gregorio en opinión venerable por sus muchas virtudes, pues no hacia efigie de Cristo señor nuestro y de su madre Santísima, que no se preparase con las oraciones, ayunos, penitencias y comuniones, porque Dios le dispensase su gracia para el acierto.
Vivió junto a la puerta del campo de Valladolid, y su casa, era tan conocida de los pobres, como pudiere serlo un hospital, y acudía con ella para cubrir sus necesidades, porque no se contentaba Gregorio Fernández con remediarles el hambre y socorrerles su desnudez, sino curarles también sus dolencias.”

Gregorio Fernández era una persona que se adaptaba a los puntos que marcaba la contrarreforma y la seguía a rajatabla, hacía ayunos y era una persona mística, hasta tal punto que muchos le consideraban en la época una especie de santo, y muchos veían en Gregorio Fernández su santidad en las esculturas, por eso es tan importante la imagen y además Gregorio Fernández lo dice en el escrito que su casa era conocida de los pobres, porque parecía un hospital.

Como se puede apreciar era una persona conocido en Sevilla por sus actos caritativos, y además era una persona que asistía a misa todos los días y sabía muy bien como tenían que ser sus esculturas que tenían que trasmitir eso que el mismo decía, hasta tal punto que muchas veces Gregorio Fernández sino veía su escultura como él quería no la acababa y a veces ya se habían policromado, en general era muy perfeccionista y metodológico.



ESCORZO CRISTO YACENTE – Gregorio Fernández
Museo Nacional de Escultura de Valladolid





El Cristo yacente es uno de los tipos más importantes y famosos de Gregorio Fernández.

CRISTO ATADO A LA COLUMNA (1619) - Gregorio Fernández
Iglesia de la Vera Cruz – Valladolid




En el Cristo atado a la columna se puede ver con más detalle la sangre abundante, siendo la distinción entre la escultura de Gregorio Fernández y el resto de escultores barrocos, hasta tal punto que será seguido por todos aquellos escultores que trabajaban en Valladolid y en toda la zona del norte de España.

El trabajo de Gregorio Fernández no se basa solo en el frontal, sino que va a trabajar la escultura con la misma delicadeza por todos los ángulos, son esculturas que generalmente está hechas para ser vistas por todas sus partes y por eso le dio la misma importancia tanto a parte delantera como trasera, en la espalda se puede apreciar una herida con una costra, para lo que usaría el corcho.

Para muchas personas les resulta hasta violento, y al ver la imagen se pueden pensar muchas cosas por la cabeza, como violencia, exageración, piedad, Concilio de Trento, que era lo que quería hacer Gregorio Fernández, que era trasmitir un sentimiento que es al fin y al cabo lo que pretende hacer la escultura del barroco, al contrario que la escultura del renacimiento, que es bella, armónica y tan proporcionada que el sentimiento que transmite generalmente es un sentimiento de belleza y de ver una escultura muy agradable, pero al contrario, que ocurre con la escultura del barroco, no.

En esta escultura de Gregorio Fernández que son esculturas a las que se le añade mucho más patetismo al colocar postizos de cabellos, en este no lo hizo y el cabello iba a ser tallado, pero en otros lugares y en otras esculturas no tanto de Fernández, pero sobre todo en Andalucía se va a utilizar cabello postizo, porque en las procesiones, si se mueve el cabello aumenta el dramatismo, junto con el vestido, con las velas y todo eso va a dar ese concepto barroco, además en los baldaquinos de Andalucía son muy inestables, se mueven, dando un concepto que parece que se va a caer y esto es heredado del barroco.

Los paños de Gregorio Fernández son acartonados,  metalizados, muy grandes, y muy pesados y eso lo tomó de Bernini, con la Santa Teresa, tenía los paños muy pesados haciendo que pareciese que la Santa se transportaba hacia el suelo, mientras que la nube la elevaba, y ese es el concepto de contraste que tanto marca el barroco.

El EFECTO SORPRESA propio del barroco se puede ver en esta escultura, pues hay que dar la vuelta para ver la sangre en su mayor cantidad, ya que está en la espalda, no está e frente.

Y para ver la imagen por detrás hay que dar la vuelta y o solo se encuentra la sangre, sino también las heridas.

Son imagines del s-XVII y aunque las cuidan muy bien durante todo el año, procesionan y corren un peligro, son de madera y están rodeadas de fuego.


Gregorio Fernández dijo, que Cristo le preguntó: ¿dónde me viste que también me trabajaste?  Y le contestó “en mi corazón, Señor” cuenta una leyenda que se le apareció Jesús mientras le estaba tallando y le dijo que, qué bien le había retratado.

La imagen de Gregorio Fernández es de una persona piadosa, y que a través de su vivencia personal y desde su experiencia, transmite lo que siente, plasmado en la escultura, por lo que es tan profunda.



CRISTO EN LA CRUZ DE LA LUZ – Valladolid (1630) – Gregorio Fernández 






Gregorio Fernández, también tiene cristos en la cruz, pero no es el tipo que más va a realizar, sobre todo se centraba en el cristo atado a la columna, Cristo Yacente, crea algunos en la cruz.


En esta imagen se puede comprobar que hay tres clavos, y se ve la importancia de la referencia la sangre que es la marca distintiva de Gregorio Fernández. Al contrario del Cristo de los Cálices que no tiene tanta sangre, ni tanta dramatización.

Se puede comprobar que en el color de la cara trasmite la muerte, por lo que en ocasiones se le llama el “escultor de la muerte”.

Mientras que Gregorio Fernández hace a Cristo muerto, en Sevilla tienen una tendencia a esos últimos momentos o bien de vida como con el Cachorro, que es la última toma de aire, siendo el momento en que lo retrata y se ve como al Cristo se le infla el pecho, o en el caso del Cristo de los Cálices de Martínez Montañés es justo el momento en que muere. La exhalación, sin llegar a cerrar los ojos.

VIRGEN DE LA PIEDAD (1616) Gregorio Fernández
Museo Nacional de escultura de Valladolid
  


La Piedad, también será un tipo que va a establecer. Esta tipología está tomada directamente de la escultura de Miguel Ángel, y de Juan de Juni, que era una persona que se supone que estuvo por Italia, por lo tanto, Gregorio Fernández bebe directamente a través de Juni, ya que le admiraba profundamente, e hizo esta escultura que no sería la más dramática, por lo que la atención se centra básicamente en la expresión de la Virgen, donde si transmite ese dolor, no tanto, en este caso con la sangre, sino la caída de Cristo, con un tremendo concepto de cómo cae, demostrando que Gregorio Fernández cuando quiere es también, un gran clásico, y enseña como conoce la anatomía, como conoce a los clásicos y como lo va adaptando.

La característica vestimenta de Gregorio Fernández es acartonada, fuerte, haciendo que la escultura sea potente para arle mucha más grandeza.


INMACULADA (1627) - GREGORIO FERNÁNDEZ

CATEDRAL DE ASTORGA



Las inmaculadas también tuvieron cabida en la obra e Gregorio Fernández.



DETALLE ROSTRO INMACULADA



Hay una gran diferencia entre las inmaculadas de Gregorio Fernández y las andaluzas, básicamente es el pelo, pues le gusta que el cabello caiga por los dos hombros y siempre por delante, mientras que, en Andalucía el pelo en ocasiones va por detrás de los hombros.
En ocasiones Gregorio Fernández les pone flequillo, pero en Sevilla o en otras partes de Andalucía les ponen la raya.

Por lo general las imágenes de Gregorio Fernández no son muy grandes.

Otra curiosidad que no suelen hacer como Pacheco, son los mofletes que suelen ser muy rojitos, y en Andalucía hay una tendencia a poner a la Virgen generalmente mucho más niña.

Las manos suelen ser gorditas, y las ponía en medio, mientras que en algunos casos en Andalucía las ponían a veces de lado, para romper la simetría.

Esto son pequeños matices, pero el flequillo es muy característico de Gregorio Fernández, o de la escuela taller, pues tuvo muchos alumnos.


SANTA TERESA (1625) – Gregorio Fernández


Tenía muchas esculturas de Santa Teresa, no solo esta, que está en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, también hay en la Iglesia del Convento de Santa Teresa en Ávila, hay imágenes de la santa.

Es una imagen que va a tener mucho éxito por encarnar los valores de la Contrarreforma en España, ella era española y había sido canonizada hacía poco tiempo, con grandes fiestas en Madrid.
Santa Teresa tenía una categoría muy importante, y por lo tanto los españoles también la internacionalizaron, hasta el punto que Bernini crearía el Éxtasis de Santa Teresa, de una santa española,  por lo tanto, era muy importante saber hacer a Santa Teresa, y el que mejor la hace va a ser Gregorio Fernández.

Solo hay un retrato de Sata Teresa en vida que está  pintado por su contemporáneo Fray Juan de la Miseria:  Pintólo Fray Juan de la Miseria, aetatis suae 61, 6 junii anni Salutis 1576. Se conserva en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Sevilla.

Y a partir de esa imagen son las demás reproducciones, a la santa no le gustaba que la retrataran, y además no le gusto el retrato porque la había pintado demasiado real.

La vida de Santa Teresa se mueve siempre entre el misticismo, la leyenda, la realidad.

Gregorio Fernández creó una imagen no real, dándole un toque realista a través de la policromía de la escultura policromada, es una imagen que juega con los estereotipos, no es una imagen real, pues no está basada en los retratos.



CAMINO DEL CALVARIO (1610-1615)

Museo Nacional de Escultura de Valladolid.



Gregorio Fernández hizo pasos de procesión, el camino al calvario, siendo momentos dramáticos, momentos de dolor, y el barroco muestra siempre el dolor, los verdugos.
En este caso este paso de 1610 es aún un Gregorio Fernández muy manierista. Gregorio

Fernández tocaba todos los palos, y no va a la corte para trabajar.

Gregorio Fernández hacía el patetismo que se podía observar en la realidad y en el concepto de la expresión de la cara.



CRISTO YACENTE -  Gregorio Fernández



Gregorio Fernández, enseña los dientes, que no son blancos, dando gran expresividad, son detalles barrocos, e incluso puede dar sensación de rechazo por ser una imagen con una expresión muy fuerte.




Sobre todo, la sangre, en las rodillas, los codos, la espalda, el costado, siendo los lugares donde va a poner más sangre.

Ecce Homo (Valladolid) de Gregorio Fernández





Gregorio Fernández, era un gran conocedor de la anatomía clásica, como ocurre en el Ecce Homo de Valladolid, es una escultura clásica que podía ser de Miguel Ángel, sin sangre y en mármol de carrara.




Su toque de sangre está en la sangre de la espalda, y hay que dar la vuelta para ver que Gregorio no se ha moderado.

No es tan exagerado como el Cristo de la Columna, pero sí aparece de nuevo el corcho con sangre, para dar sensación de expresividad y de dramatismo.

SANTA TERESA – Gregorio Fernández – Museo Nacional de Valladolid

Ojos de Cristal


El impacto lo hace con postizos, con añadidos como por ejemplo los ojos de cristal, que permite reflejar y entrar dentro  de la escultura para ver su expresión, su modo de pensar.



MANO CRISTO YACENTE



Gregorio Fernández usaba el asta de toro para las uñas y en ocasiones la uñas van a estar manchadas, ya que está buscando básicamente pequeños detalles para crear una magnifica escultura tremenda y barroca.


DIENTES CRISTO YACENTE



Dientes de marfil, en algunas ocasiones, todo esto para dar dramatismo


RODILLAS Y PIES CRISTO YACENTE




Usaba corcho para las heridas, por lo que las esculturas se restauran constantemente, por ser materiales perecederos


COSTADO CRISTO YACENTE




Las Gotas de resina generalmente para la sangre o para las lágrimas en caso de las vírgenes.


TRAJES ACARTONADOS


Con los vestidos acartonados crea la imagen perfecta de la contrarreforma.

Retrato de Martínez Montañés, pintado por Velázquez en 1635. Museo del Prado, Madrid






Este retrato es muy distinto al de Gregorio, sobre todo porque es de Velázquez, y en el retrato se ve como está esculpiendo a Felipe IV y es el rostro que se ve en la estatua ecuestre de Felipe IV de la Plaza de Oriente.

Es el molde de arcilla que basándose en una pintura de Velázquez se la llevaron Italia para que Pietro Tacca la hiciera en bronce, y la devolvieron a España y la coloca, con la teoría de Galileo para que el caballo estuviera en corbeta, y fue el primer caballo en esa pose, por eso es muy importante la escultura de Felipe IV.

Martínez Montañés era e Alcalá la Real  (Jaén), pero con pocos años se fue a Granada, su padre era bordador y allí estuvo aprendiendo, ya que era un foco importante para la escultura y Alonso Cano era de Granada, pero con pocos años se fue a Sevilla, por lo que es hijo escultor de Sevilla.

Al igual que ocurre con Gregorio Fernández  la evolución desde un manierismo castellano, en el caso de Martínez Montañés va a evolucionar desde un manierismo romano, porque al contrario que ocurría en castilla en Sevilla y en Andalucía las formas que utilizan más a menudo son las romanas, porque a través del puerto de Valencia llegaban las novedades, los tratados, loas esculturas, las pinturas, estampas.

En Sevilla hay imágenes, comitentes importantes como el duque Alcalá de los Gazules, los Medina Sidonia, Olivares, y a ellos iban todas las pinturas nuevas, se sabe que hay caravagios, si no como pintura anónima de su taller, por lo tanto, en Sevilla aparecen las principales novedades, también ocurre lo mismo en la escultura, y la figura de Miguel Ángel estará muy presente en Martínez Montañés.

En el norte es mucho más dramático y mucho más expresivo, y en el sur la imagen es mucho, más elegante, bonita y graciosa a la vista, más parecida a la imagen romana, al concepto de Bernini.


SAN CRISTOBAL CON EL NIÑO (s-XVI) – Martínez Montañés




Está escultura está en Ia iglesia del Salvador, que era una antigua mezquita, la primera gran mezquita de Sevilla.
En Sevilla había muchas mezquitas por ser la capital almohade, siendo muy importante en el s-XII.

Esta escultura de Martínez Montañés es muy distinta al escultor vallisoletano, es una imagen que no tiene sangre y muestra una expresividad, sobre todo a través de la forma, de las venas, los músculos que bebe directamente de Miguel Ángel, pero todavía queda mucho por aprender, siendo este una de sus primeras obras y siendo muy joven.


CRISTO DE LA CLEMENCIA (1603)  Martínez Montañés
CATEDRAL SEVILLA





Martínez Montañés evolucionó hacia un naturalismo que no sería dramático, sería un naturalismo tranquilo, sosegado, que mostrará una sangra mucho más leve, justo para que sea expresivo, barroco.

La expresividad se mostrará siempre a través de la forma, expresión, caída del cabello, caída de la cabeza, paños, que en el caso de Martínez Montañés eran más ligeros, y mucho más vaporosos y más reales.
Siendo un concepto muy distinto al de Gregorio Fernández, pero igual de valioso, siendo una forma de hacer escultura contrarreformistas las dos que casan muy bien con el Concilio de Trento, pero muy distintos.


DETALLE DEL PAÑO - CRISTO DE LA CLEMENCIA



Es una noción de un Cristo muy clásico


DETALLE DE LOS CUATRO CLAVOS



En esta obra Martínez Montañés no le hizo caso a Pacheco que decía que no se podían cruzar las piernas.

FRANCISCO PACHECO (1622) Velázquez – Museo del Prado




Pacheco era un gran teórico, un gran maestro que fue el que enseñó a Velázquez, a Alonso Cano, y Pacheco era un gran intelectual, sin embargo, era un pintor frio, manierista, acartonado, y como pintor teórico tenía un dominio era perfecto, pero la expresividad era muy fría, pues tenía que tener algo más que teoría, como la práctica.
Pacheco explicaba teoría iba a un lado, liego a otro, a la casa Pilatos, al Alcázar y se juntaba con el Circulo Intelectual de Sevilla con el conde duque de Olivares, con Alcalá de los Gazules, que se reunían porque iban a debatir sobre arte, sobre literatura con Jáuregui, Rojas, todos estos grandes literatos, pintores acudían y Pacheco era muy importante, pero de ahí a que siguieran los preceptos que marcaba Pacheco al cien por cien, ni su propio alumno lo seguía.

Pacheco supo desde el primer momento que Velázquez era un alumno bastante díscolo, que le iba a superar desde los primeros momentos en los que entró al taller y de hecho se casó con su hija, pues era una práctica muy común, que el maestro casara a su hija con el alumno más importante, el que iba a ser algo en el futuro, generalmente se casaban.

Juana fue una persona muy importante y tranquila para la que le hizo Velázquez.


CRISTO DE LOS CÁLICES CATEDRAL DE SEVILLA



Se tiene el contrato de la escultura del cristo de los Cálices de la Catedral de Sevilla.
JUNTA SEVILLA - EL CONTRATO EL CRISTO DE LOS CÁLICES DE LA CATEDRAL DE SEVILLA.

Y en ese contrato está explicado como se tiene que hacer un Cristo, como se tiene que hacer una escultura cien por cien.



INMACULADA DE LECA- Francisco Pacheco. Colección del Marqués de Reunión (1621)



Abajo a la izquierda del cuadro está Leca que tenía una colección particular, y en la Parroquia de San Lorenzo hay una imagen de la Inmaculada de Pacheco muy cerca dela iglesia del gran Poder.

El concepto de la contrarreforma se muestra claramente en Pacheco en su Inmaculada Concepción.

Pacheco fue el que mejor conocía la contrarreforma, y pintó muchas y las mejores Inmaculadas por toda Sevilla, porque era el teórico por excelencia, y muchas veces le primaba más la teoría que la práctica, y en este tema se puede ver.
                              

Esta persona fue quien pidió que se hiciera el Cristo.



“se pan quantos esta carta vieren sino yo Joan Martínez Montañés, escultor vezino desta ciudad de Sevilla en la collacion de la Magdalena q(ue) otorgo y conozco que soy conbenido y concertado con don Mateo Bazquez de Leca arcediano de Carmona y canónigo de la Ssanta Yglesia desta ciudad de Sevilla.”

La Magdalena es un barrio muy importante de Sevilla, así como San Pedro, el barrio del centro y el de Santa Cruz, antigua judería.

Don Mateo era una persona muy importante en el mundo de la élite de Sevilla.

Pacheco era sobrino de otra persona muy importante de le élite sevillana que estaba en la catedral, por eso tenía conexión directa con la catedral.
El padre de Velázquez era notario de la Catedral de Sevilla, sigue la conexión, y Pacheco era el maestro de Velázquez porque el padre de Velázquez conocía a Pacheco, y Martínez Montañés también trabajaba para la catedral y Olivares llegó a Sevilla se convierte en el dueño del cortijo de toda esa élite cultural de la época y de repente Pacheco, Martínez Montañés, Velázquez, Alonso Cano, todos aparecen en Madrid, porque había montada una red clientelar importante.

La obra a través del contrato:

Dice el contrato; hace y acabar con toda perfección todo con madera de cedro y una cruz tosca de la misma manera.
Lo importante es la utilización de la madera como principal material policromado, pero en el contrato lo fija.

Primaremente el Cristo ha de tener de largo, estando el cuerpo crucificado, en la misma cruz de ancho y una octava de largo.
Generalmente los contratos en escultura más que en pintura, suelen ser muy precisos, diciendo cuanto tienen que medir, cuantos pies o centímetros tiene que tener y por lo tanto, se ve como lo dice.


Y ten el dicho Cristo Crucificado a de estar bibo, antes de aver espirado con la cabeça inclinada sobre el lado derecho mirando a qualquiera persona q estuviere orando.




Tiene que ser justo en el momento antes, la persona mira y ve como el Cristo le está mirando antes de cerrar los ojos, siendo una conexión muy distinta que había con Gregorio Fernández, y a día de hoy  se rompe porque no dejan pasar a la capilla, ni rezar debajo del Cristo o para verlo.

Y es curioso que Bazquez de Leca dijese como quería que fuese el Cristo, ahora Martínez Montañés, como artista podía darse una licencia en un momento determinado, pero el comitente es el que decía como tenían que ser siempre las esculturas.

La imagen es una imagen de grandeza, entrando en contacto con ese Cristo, siendo una sensación mucho más personal.


Gregorio Fernández era el gran barroco, por exageración y la contrarreforma y este es la contrarreforma intelectual, personal, sencilla, que dice mucho con muy poco con unos pequeños detalles, como la mirada, el cabello, la inclinación del cuello, etc. dice lo mismo que Gregorio Fernández, pero con una gran parafernalia.






Los ojos y rostro con alguna severidad y los ojos del todo abiertos.


Lo importante de esta escultura es que Martínez Montañés, hizo los ojos a su gusto, siendo un contrato que después
Pudo llegar con Bazquez de Leca a otro acuerdo.






El dicho Xcristo a de estar enclavado en la cruz con dos clavos en los pies y uno en cada mano y que por todo a de ser cuatro clavos

Leca lo deja muy claro, y no pone los cuatro clavos sin cruzar las piernas, como ocurre con Pacheco que le dice como tenía que ser, pero con 4 clavos, por una estampa que había llegado a Sevilla de Durero que fue el primero que quiso hacer lo del Cristo de los cuatro clavos, básicamente se utilizó por una cuestión de proporción y para semejarse cada vez más con Italia, para no romper la frontalidad, y que fuera totalmente proporcionado y perfecto.


Se puede observar como pone en pocos sitios sangre y se puede observar esa tensión de los pies, el conoce la anatomía, hace venas al modo de Miguel Ángel.





Es condición que el dicho Xcristo crucificado ha de ser mucho mejor que uno que en los días pasados hice para la provincia del Pirú de las Indias.

Es un poco distinto el de Perú, pero sigue más o menos las misa estela.

Es importante el que algunas esculturas llegan al nuevo mundo.

En todo perfección de la forma y manera q está dicho y encarnado con su encarnación y perfección q el Xcristo pidiere q no le falte cosa.

Lo que no se solía poner era si era en brillo o mate, si tiene lagrimas o no, y que tipo de  sangre, eso nos e pone, pero lo demás dice como tiene que ser el Cristo en detalle.

Es un contrato que se usaba en el 90 % de las veces, y como este existe se puede ver.

En el oratorio para fin de mes de setiembre o principio de octubre de este año en que estamos de mil e seiscientos e tres años.


Al principio del año 1.603, del s-XVII Sevilla está empezando a ir a menos con el puerto de las Indias, porque sufriría un revés, y en el s-XVI había sido muy importante con muchísimo éxito, Sevilla era como la nueva Roma y así se la llamaba, pero en el s-XVII con las pestes y con  los problemas propios de la economía, bancas rotas y demás Sevilla acabó flaqueando, no en el ámbito artístico, pues existen importantes referencias, pero Sevilla dio paso a Madrid como la corte se llevó el foco más importante.



El cristo hoy día se ve de lejos y no se puede admirar. Algunas veces se abre la capilla.


15 ENERO DE 2019 --- CONTINUACIÓN ESCULTURA





Siguiendo el contrato Martínez Montañés le puso cuatro clavos, pero a su libre albedrio, con las piernas cruzadas.

Pacheco era el profesor de Velázquez y amigos, era experto en pintar inmaculadas, por lo que pudo hacer la policromía.

A Zurbarán si no hacía lo que le habían encargado se le devolvían las obras, si no lo querían los comitentes, pues el que lo encargaba decidía si se la quedaba o no.
Era importante el equilibrio entre el éxtasis y la belleza como en el caso de Santa Brígida que vio a Cristo con cuatro clavos, y a partir del año 1603, se pedía colocar cuatro clavos como se hizo para el Cristo de Perú, y en el año 1613 se hizo el Cristo de la Clemencia para Sevilla.

Ente los frailes había franciscanos dudaban si la inmaculada lo era o no, creando una crisis intelectual.

Hubo manifestaciones en de los sevillanos.

El concepto de la Dolorosa, la Virgen de Triana, la Macarena, de las dos vírgenes de Candelero eran de vestir, y la cofradía o hermandad, de las virgenes y en Gran Poder eran como eran vestideras desde el s-XVII, se encargaban de su guarda y custodia, y de su estética.

El Cristo de la clemencia no suele procesionar, es para capilla.

En el año 1356, un terremoto ocasionó daños en Sevilla, en el que se cayeron las cuatro bolas de bronce que coronaban la torre alminar de la mezquita mayor, ya convertida en Catedral de Sevilla, y más tarde esos elementos se sustituyeron por  una campana que,  y que con otro terremoto del siglo XVI, se le añadió un nuevo cuerpo completo de campanas con el remate del Giraldillo.

El Cristo del Salvador del s-XVII sale en procesión desde Fernando III en el año 1356, antes de que un terremoto destruyese la iglesia, siendo reconstruida, pero otro terremoto de 1506.

El edificio original de la iglesia del Salvador resistió hasta 1.671, muy dañado por los estragos del tiempo y por los terremotos. Ese año, el arzobispo Antonio de Paino, durante una visita que hace a la Virgen de las Aguas, comprueba el estado ruinoso del edificio y ordena su demolición.

Dice una leyenda que Santa Justa y Santa Rufina  abrazaron la Giralda para q7e no cayera tras el terremoto de 1504.

En la Catedral de Sevilla hay una capilla dedicada a las santas y en ella figuran las esculturas, realizadas por Pedro Duque Cornejo en 1728, que procesionan en el Corpus Cristi. En las pinturas suelen aparece ambas con la Giralda

Santo Domingo Penitente (1605) Martínez Montañés




Montañés representa al santo, recogiendo las enseñanzas de Torrigiano, arrodillado, desnudo hasta la cintura, con el hábito caído, en actitud penitente, sosteniendo en su mano izquierda un crucifijo, y en la derecha un flagelo con el que se azota la espalda. esta iconografía no fue corriente para representar al fundador de la orden de predicadores, así como tampoco es normal representarlo, como en este caso con barba. Si es normal la presencia de la correa negra para ceñir el hábito en la cintura.


Tiene un concepto de mirada mística, claramente se ve la influencia de Miguel Ángelo en la musculatura, ya que Martínez Montañés le había estudiado, y había visto su obra a través de estampas y pinturas.


SAN JERÓNIMO – Martínez Montañés 



Es parte de un retablo de San Isidoro del Campo  Santiponce, muy cerca de Sevilla, uno de los retablos más significativos de la Escuela Sevilla del siglo XVII, entre los años 1609 y 1613, esta escultura es impresionante por la perfección de su inspiración sobrenatural, unida a la perfecta anatomía.




La mirada fija en la cruz que lleva en la mano izquierda es un reflejo del espíritu de San Jerónimo, la obra sigue las normas de la piedad de la contrarreforma. Se ve el conocimiento anatómico, con un concepto de delgadez extrema, esta escultura con poco dice mucho.

Se ve el mensaje contrarreformista en las venas de los pies, los huesos, y un conocimiento de Miguel Ángel a través de los músculos.

SAN FRANCISCO DE BORJA – Martínez Montañés



Tiene un mensaje sencillo de recogimiento y austeridad, elegante y bello, con un tratamiento exquisito de la estética, en el rostro está patente el barroco. Es posible que la cara fuese de alguien real.

La policromía de las manos y de la cara están documentadas como obra de Francisco Pacheco.


Niño Jesús de Martínez Montañés, de 1606



En la iglesia del Sagrario, aneja a la Catedral, se conserva el más exquisito Niño Jesús que realizara Martínez Montañés, es una talla completa en madera policromada, desnuda que manifiesta el clasicismo del escultor, con un suave contraposto de sus piernas y sus caderas que se amplía en el amplio gesto de su brazo.



El estudio anatómico y musculatura  es excelente, es elegante y dulce, y su rostro se enmarca en el típico pelo montañesino, dando un toque de realismo a su cuerpo apolíneo.





Esta imagen da una mensaje de Triunfo, con la mano elevada.

Este niño Jesús tiene un ajuar para dar un mensaje a través de sus vestidos.



LA CIEGUECITA - Martínez Montañés (1629)  – CATEDRAL DE SEVILLA






Los ojos entornados mirando al suelo, mofletes rojitos, manos a los lados, cabello raya en medio y pelo a los lados, como las vírgenes de Andalucía, coronada de con doce estrellas número que simboliza las tribus de Israel, se aprecia la pierna en  contraposto típicamente barroco.

PASOS PROCESIONALES


CRISTO DE L A PASIÓN – Iglesia del Divino Salvador (1619)


Esta iglesia esté sobre una iglesia visigoda, parecida a la del gran Poder, de Juan de Mesa y discípulo de Montañés.

Esta imagen tiene de importante las manos, pues las cambian de posición continuamente, para conseguir el efecto sorpresa del barroco, esta talla le fue encargada por la élite de la Iglesia para tener más prestigio, pero no hay documentos que lo confirmen.

Es importante el movimiento, por lo tanto todo se mueve incluida la túnica para dar más impresión en el palio.




Las manos y los pies de la imagen también las cambian de posición.


 CRISTO DE LA AGONÍA – Mesa de Vergara – Guipuzcoa



Este Cristo es del año 1622 es muy bonito con los ojos claros y solo tiene tres clavos, los clavos era la tendencia y marca de la Sociedad de la época, y esta moda era ser modernos y ha llegado hasta el s-XX.



Cara de dolor con sobresaltos, con gran influencia clásica como recuerda el Laoconte.
Tiene una ligera línea de sangre, es de piel morena, y se nota una tensión en los brazos, los tres clavos era sinónimo de buena muerte, clásico de Montañés, el rostro es muy expresivo del s-XVII y recordando al Cachorro, por su piel dorada y la expresión de la clemencia idealizándolo.


SANTO ENTIERRO DE ROLDAN – Hospital de la Caridad – Sevilla




Esta obra la hizo Martínez montañés entre el año 1670 y 1673, volviendo al relieve con la parte alta el estilo romano de Brunellescci, escultura es un tipo de escultura muy bella que tardaría en llegar a España.






COLUMNA SALOMÓNICA (1670) – Sevilla



EL CACHORRO – Ruiz Gijón .  Basílica San Patrocinio – Sevilla 1682


Santísimo Cristo de la Expiración



Este cristo era un gitano real del barrio de Triana, famoso por su belleza, y Ruiz Gijón se inspiró en él para hacer su Cristo en la cruz .

La leyenda cuenta que en la Cava de Triana vivía un gitano cantaor y que tocaba la guitarra conocido como “el Cachorro”. Cada día cruzaba el puente de barcas para ir a Sevilla para rondar la casa de una mujer, el marido celoso sospechó que estas visitas recurrentes se debían a que lo hacía para cometer adulterio con su esposa, y sin embargo iba ver a su hermana.

El marido muerto de celos un día lo esperó escondido le mato, y en ese momento el artista caminaba por el puente de barcas, entre Sevilla y Triana, cruzó hasta llegar a la capilla del Patrocinio, donde había una trifulca y en el suelo había un hombre retorciéndose de dolor en los últimos espasmos de la agonía.

Aquel hombre era el Cachorro, el gitano que había y una daga de rica empuñadura le atravesaba el cuerpo, de pecho a espalda.

Ese momento fue el que le inspiró para crear al Cristo de la Expiración, la última bocana de aire, y con los ojos entre abiertos antes morir,  se puede apreciar como se marcan las costillas en su última inspiración.


Esta talla tiene una gran expresividad, procesiona y la gente al ver la escultura se dieron cuenta que el Cristo de la Expiración era el “Cachorro” y con ese apodo se quedó.

VIRGEN DE LA OLIVA – Alonso Cano (1601 – 1667) Granada



Está en la iglesia Nuestra Señora de la Oliva el Lebrija en Sevilla
La formación de Cano fue en Sevilla, aunque había nacido en Granada, Su padre, Miguel Cano, era un prestigioso ensamblador de retablos de origen manchego, su madre, María Almansa (natural de Villarrobledo), quien también podría haber practicado el dibujo.
Cuando nació Cano lo bautizado en la parroquia de San Ildefonso, donde se conserva un retablo con las trazas de su padre, Alonso aprendió sus primeras nociones de dibujo arquitectónico y de imaginería, ayudando a su padre.

Se traslada junto a su familia a la ciudad de Sevilla, donde al poco tiempo entra en el taller de pintura de Francisco Pacheco el más prestigioso maestro de la ciudad, maestro de Velázquez, que fue compañero  y amigo.

Su primer cuadro conocido y firmado, un San Francisco de Borja (Museo de Bellas Artes de Sevilla) con la inconfundible huella de Pacheco, es de 1624, dos años antes de obtener el título de Maestro Pintor.

Acusado de asesinar a su esposa murió asesinada, llegó incluso a ser torturado, aunque no se le pudo condenar, al no haberse demostrado que fuera culpable.

CARACTERÍSTICAS DEL ESCULTOR:

ALONSO CANO

Delicadeza               Dulzura
                    Gracia
Elegancia                 Mesura





SAN JUAN BAUTISTA – Alonso Cano Museo Nacional de Escultura de Valladolid




Se puede apreciar el dominio de las formas y la elegancia del artista, sin olvidar la elevada calidad poética de la que hace gala la talla. Otros elementos dignos de mención son el realismo de la figura y la intimidad con la que se relaciona con el cordero, prefigurando a Cristo.

NIÑO JESÚS DE LA PASIÓN – Alonso Cano  (1638-1652)
San Fermín de los Navarros – Madrid



Es de madera de castaño policromada del Niño Jesús vestido con una túnica morada, atado a la cintura, está descalzo y apoyado sobre cabezas de angelitos llorosos, entre nubes y la bola del mundo,  dando un mensaje que el mundo está ajos sus pies y lo domina.

El mensaje es de un niño con la cruz a cuestas de los pecados de los hombres y ofrece su sacrificio para redimir al mundo, el cual está representado por un orbe situado a sus pies, este tema de la infancia de Jesús en escenas de la pasión, preludia el sacrificio de éste y es frecuentemente representado durante el siglo XVII, incentivado sobre todo por la Contrarreforma, que buscó provocar la piedad y emoción del fiel por medio del sentimiento de lo humano, tal como preconizaba el Concilio de Trento.

Las primeras referencias documentales que hay de esta preciosa y delicada escultura, es de la colección privada de la reina viuda Mariana de Neoburgo, segunda esposa del rey Carlos II y que al morir ésta en el año 1740 se hizo un inventario y apareció entre sus posesiones.

Alonso Cano, era anti judío,  hasta el punto de quemar la ropa para que no se la pusiera un judío, también hizo una obra en su casa, y al enterarse que el albañil era judío, hizo levantar todo el alicatado del suelo, tirarlo y repetir la obra con un albañil que no fuera judío.


INMACULADA CONCEPCIÓN (1655) – Alonso Cano – Sacristía de la Catedral de Granada




Tiene las características de la escultura andaluza, Y EL CONTRATO DECÍA “Hase de pintar, pues en este aseadísimo misterio esta Señora en la flor de su edad, de doce a trece años, hermosísima niña, lindos y graves ojos, nariz y boca perfectísima y rosadas mesillas, los bellísimos cabellos tendidos, de color de oro; en fin, cuanto fuera posible al humano pincel… Hase de pintar con túnica blanca y manto azul que así apareció esta Señora a doña Beatriz de Silva… y la media luna con las puntas hacia abaxo”.
Esta de pie sobre una nube con tres angelitos, con la luna hacia abajo.


VIRGEN E BELÉN (1664) Alonso Cano – Catedral de Granada






Escultura en madera policromada, en esta etapa Cano alcanzó la plenitud de su estilo, basado en la idealización y en la delicadeza, por lo general en figuras pequeñas.